II. JESÚS Y LOS NIÑOS. EPISODIO DEL JOVEN RICO. PARÁBOLA DE LOS OBREROS ENVIADOS A LA VIÑA
CAPÍTULO XIX. EN TORNO A LA FIESTA DE LA DEDICACIÓN
I. JESÚS DA EL ÚLTIMO TESTIMONIO DE SÍ EN EL TEMPLO DE JERUSALÉN; SE RETIRA DESPUÉS AL OTRO LADO DEL JORDÁN
II. RESURRECCIÓN DE LÁZARO Y SUS CONSECUENCIAS INMEDIATAS
III. JESÚS SUBE A JERUSALÉN PARA CONSUMAR ALLÍ SU SACRIFICIO. ALGUNOS INCIDENTES DEL VIAJE. LA UNCIÓN DE BETANIA
PARTE CUARTA. PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN
CAPÍTULO I. EL DOMINGO DE RAMOS
I. JESÚS ENTRA SOLEMNEMENTE EN JERUSALÉN A TÍTULO DE MESÍAS
CAPÍTULO II. EL LUNES Y EL MARTES SANTO
I. LUNES SANTO: MALDICIÓN DE LA HIGUERA ESTÉRIL
II. MARTES SANTO: EL GRAN CONFLICTO ENTRE CRISTO Y SUS ENEMIGOS
III. ANATEMAS DE JESÚS CONTRA LOS FARISEOS Y LOS ESCRIBAS; LOS HELENOS SE ACERCAN A JESÚS
IV. PROFECÍA SOLEMNE DE CRISTO ACERCA DE LA RUINA DE JERUSALÉN Y DE SU SEGUNDO ADVENIMIENTO AL FIN DE LOS TIEMPOS
CAPÍTULO III. LOS PRELIMINARES DE LA PASIÓN
I. CONFABULACIÓN DEL SANEDRÍN Y PACTO INFAME DE JUDAS
II. PREPARATIVOS DE LA CENA PASCUAL; FECHA EN QUE LA CELEBRÓ JESÚS
III. ÚLTIMA CENA E INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA
IV. EL DISCURSO QUE SIGUIÓ A LA CENA. LA ORACIÓN SACERDOTAL DE JESÚS
CAPÍTULO IV. LA DIVINA VÍCTIMA
I. AGONÍA Y ARRESTO DEL SALVADOR EN GETSEMANÍ
II. PROCESO RELIGIOSO DE JESÚS DELANTE DEL SANEDRÍN; TRIPLE NEGACIÓN DE SIMÓN-PEDRO
III. PROCESO CIVIL ANTE EL GOBERNADOR ROMANO
IV. EL ÚLTIMO SUPLICIO
V. DESPUÉS DE LA MUERTE DE JESÚS
CAPÍTULO V. LA RESURRECCIÓN DEL SALVADOR
I. JUNTO AL SANTO SEPULCRO
II. LAS APARICIONES DE JESÚS A LAS SANTAS MUJERES
III. SE APARECE JESÚS A DOS DISCÍPULOS QUE IBAN CAMINO DE EMMAÚS, Y A LOS APÓSTOLES EN EL CENÁCULO
IV. LAS APARICIONES DEL DIVINO RESUCITADO EN GALILEA
CAPÍTULO VI. LA ASCENSIÓN GLORIOSA DEL SALVADOR
I. DESPEDIDA DE LOS DISCÍPULOS
PRÓLOGO
La obra de L. C. Fillion que presentamos puede considerarse un libro clásico en su género. En efecto, después de muchos años de su aparición en 1922, sigue despertando el interés. No en vano se ha traducido a diversos idiomas, ha sido premiada por la Academia Francesa, ha alcanzado numerosas ediciones y se la sigue valorando como una de las mejores biografías de Jesucristo. Es cierto que, desde el punto de vista científico, se han dado nuevos pasos en el conocimiento de los Evangelios, se han descubierto nuevos datos históricos y arqueológicos que no estuvieron al alcance de L. C. Fillion. Sin embargo, cuanto escribió mantiene su valor y, sobre todo, permanece su apasionada visión, atrayente y serena, de la figura de Jesús, descrita con rigor científico, según los conocimientos bíblicos de su época, y expuesta desde la fe de un gran exégeta como fue Fillion[1].
Nos cuenta el autor, en el prólogo de la primera edición francesa, que, durante veinte años al menos, le habían solicitado que escribiera sobre la vida de Jesús. Otros trabajos más urgentes y empeñativos se lo impidieron. Pero al mismo tiempo esos trabajos le preparaban y enriquecían en sus conocimientos de la Sagrada Escritura y, en especial, de los Evangelios. Como un adelanto y esbozo publicó en París (1917) el libro Notre Seigneur Jésuschrist d’après les évangiles, obra acogida con sumo agrado, tanto en Francia como en otros países[2]. Ello movió a Fillion a entregarse de lleno al proyecto inicial de una vida científica del Salvador. Le dedicó cinco años de intenso trabajo y se publicó, como dijimos, en 1922. El título completo es Vie de Notre Seigneur Jésus-Christ. Exposé historique, critique et apologétique. El subtítulo refleja la época en que aparece y explica la amplia introducción que el original francés contiene. Con buen criterio, la edición española preparada por J. Leal suprime ochenta y siete páginas de dicha introducción sobre diversas cuestiones, que hoy se contemplan desde otra perspectiva y no tienen tanto interés para el lector medio, o gran público.
La primera edición española aparece en Madrid (1924-1927) en cuatro volúmenes. La traduce V. M. Larrainzar, religioso capuchino, sobre la novena edición francesa. La aceptación del público español fue muy buena. Después de seis ediciones, el jesuita J. Leal, profesor de Sagradas Escrituras de la Facultad Teológica de Granada, prepara una séptima edición que aparece en Madrid, en 1959. Su objetivo fue actualizarla, añadiendo nueva bibliografía, pero respetando al sumo el texto de Fillion, traducido por Larrainzar.
En el prólogo de dicha séptima edición, recuerda Leal que la obra de Fillion «tiene siempre un valor permanente: exegético, histórico, teológico y patrístico. Junta la ciencia con la piedad atrayente. La suma de todos estos valores no se encuentra en ninguna de las otras vidas escritas anteriormente. Por esto puede y debe seguirse publicando la Vida de Cristo que publicó Fillion en 1922».
Parte de la obra de Fillion, incluso con la actualización de Leal, es susceptible de nueva revisión bibliográfica. De esa manera se remozaría su nivel científico. Pero al mismo tiempo se introducirían cuestiones ajenas a Fillion, algunas de ellas contrarias incluso a la obra original. Por otro lado, el público al que se dirige esta nueva edición que presentamos no es un público especialista en cuestiones cristológicas o bíblicas. Por eso, y después de un ponderado examen, nos decidimos por una edición sin aparato crítico, incluido el del mismo Fillion, carente hoy de interés para el gran público al que nos dirigimos. Sin embargo, ello no implica eliminar sus numerosas aportaciones en el campo de las citas bíblicas y patrísticas, cuyo valor permanece. En ocasiones, las menos posibles, completamos los datos que da Fillion respecto a circunstancias conyunturales de tipo político, social o arqueológico relacionadas con los Evangelios, modificadas por el transcurso del tiempo. Cuando esto ocurra lo haremos notar en las notas a pie de página mediante un asterisco.
De todas formas, creemos conveniente presentar en esta introducción algunos aspectos actuales de los estudios cristológicos.