1.1. Sinergia
Richard Buckminster Fuller fue el mayor responsable de hacer de sinergia un término común. La comprensión de este concepto nos enseña que el comportamiento de un todo no se puede predecir a través del estudio de sus partes por separado, sino mediante el entendimiento de dichas partes y las relaciones existentes entre ellas.
Buckminster Fuller hizo una aproximación autodidacta explorando la geometría, entendida como la ciencia de los sistemas, y a estos últimos como una entidad colectiva que tiene un adentro y un afuera, conformada por eventos energéticos que se interrelacionan entre sí. Por tanto, Buckminster Fuller ve la geometría como algo energético: energetic geometry. Esto da lugar al término synergetics:
[...] estrategia exploratoria de comienzo con el todo y el conocimiento del comportamiento de alguna de sus partes y el descubrimiento progresivo del todo desconocido junto con la progresiva comprensión de la jerarquía de los principios generalizados. (Buck-minster Fuller y Applewhite, 1997, p. 73)
En la anterior definición, el término principios generalizados hace referencia a reglas sin excepción, puesto que descubrirlos es el objetivo de synergetics. Asimismo, Buckminster Fuller define el universo como la red de dichos principios y su interacción.
El propósito de Buckminster Fuller fue mostrar los eventos invisibles y las transformaciones visibles del universo a través de modelos tangibles, describiendo por medio de ellos los principios generalizados que rigen cualquier estructura en la naturaleza (figura 1).
FIGURA 1. PORTADA DE LA REVISTA TIMES, FOTOGRAFÍAS DE RICHARD BUCKMINSTER FULLER
Fuente: modificada a partir de Langdon (2014).
Para él, la naturaleza es un solo sistema coordinado: todas las estructuras en la naturaleza ocurren acordes con los requerimientos mínimos de energía, y son el resultado del balance entre las fuerzas físicas (gravedad, magnetismo, electricidad y atracción química) y las compresiones espaciales, encontrando automáticamente una disposición confortable.
Por otra parte, con “compresiones del espacio” quiere decir que este no es un vacío pasivo, sino que tiene propiedades que imponen fuertes compresiones a las estructuras que lo habitan. En otras palabras, “space has shape”; la naturaleza de la forma es la que da las limitaciones, no el material ni el tamaño.
Así, una estructura logra su estabilidad por medio de su patrón de integridad. Cualquier objeto tiene su propia integridad y no importa el medio o el material por el cual se transmiten las fuerzas, pues depende exclusivamente del comportamiento de estas, como un triángulo que logra su estabilidad no por la dureza del material de sus barras, sino por el patrón de integridad que lo rige, estabilizando cada barra su lado opuesto con el mínimo esfuerzo (figura 2).
FIGURA 2. TETRAEDRO
Fuente: Reinterpretada por el autor.
“La estructura, es un patrón de integridad regenerativo local de universo. Un complejo de eventos interactuando para formar un patrón estable, sin olvidar que el patrón consiste en acción no en cosas” (Buckminster Fuller y Applewhite, 1997, p. 551) (figura 3).
FIGURA 3. OJO DE MOSQUITO, GOTAS DE AGUA, TELARAÑA, RADIOL, ALA DE INSECTO, FRUTAS SILVESTRES, CORAL Y RADIOL
Fuente: reinterpretada por Lina Pérez.
Durante su vida, Buckminster Fuller creyó que en los principios generalizados estaba la clave del manejo exitoso del planeta; por eso, su trabajo fue descubrirlos (verdades eternas, aspectos inherentes a la realidad esperando ser descubiertos) en el universo, indagando en el gran mundo de los trabajos de la naturaleza, más que diseñando domos geodésicos o cualesquiera de sus otros descubrimientos. Así, su ciencia comprehensiva y anticipatoria del diseño es una aproximación para resolver problemas con perspectiva global por medio de un sistemático ordenamiento de los componentes del universo.
Dicho por Buckminster Fuller y Applewhite (1997): “La falta de visión global de los problemas condujo al monopolio de los recursos y a la desproporción en el consumo, como un fenómeno de miopía mental y de irracionalidad, con el consiguiente trastorno del equilibrio natural y ecológico”.
La ciencia del diseño es la herramienta de la humanidad para acceder al diseño de las leyes universales y determinar nuestra única función: evolucionar, con nuestra única facultad llamada mente, la cual puede integrar hechos aislados. Esta debe ser comprensiva, porque debe conocer el peligro de la superespecialización y, sin embargo, debe periódicamente zambullirse en proyectos especializados y ser consciente de que solo la generalización dará la oportunidad de sobrevivir a esta creciente crisis. Y es también anticipatoria, porque un diseñador científico debe pensar por adelantado (figura 4).
FIGURA 4. SISTEMA DE 31 GRANDES CÍRCULOS
Fuente: Buckminster Fuller y Applewhite (1997).
1.2. Adaptabilidad
Frei Otto ha indagado en temas como la biología, la arquitectura adaptable y las estructuras ligeras. Afirmó que cuando la sociedad conserva sus monumentos arquitectónicos congelándolos, en lugar de preservarlos, los destruye; buscando la seguridad se ha llegado a la inseguridad. Por eso, la adaptación es la clave de la preservación y de la evolución. Volvemos entonces a tener en Otto, como en Buckminster Fuller, un concepto de arquitectura no pasiva, una herramienta activa para la coexistencia humana:
Uno de los motivos por los cuales la arquitectura es inadaptable, reside en que muchos arquitectos, a la sombra de la sociedad, tratan de anclar su temeroso yo en monumentos duraderos, en lugar de estimular, conscientes de sus grandes posibilidades (y también de su propio carácter efímero) el proceso de adaptación a su medio y el medio de los hombres. (Otto, 1962, p. 34)
La evolución está presente en la vida: existe movimiento en diferentes niveles de acercamiento, desde el nivel de las constelaciones hasta el de los átomos. La adaptabilidad es la base de la coexistencia pacífica de las especies, incluyéndonos. Y la técnica, en este contexto, es la herramienta humana para lograr esa adaptabilidad.
La casa no es actualmente adaptable, pues poco se puede modificar. La actual arquitectura se construye por medio de un proceso que transcurre de la misma manera desde hace por lo menos doscientos años. No existe una arquitectura adaptable ideal, ni una arquitectura estática ideal; solo existen distintos grados de adaptabilidad y posibilidades de adaptación. Muchos creen que la verdadera adaptabilidad no es rentable y carece de sentido, pero la realidad es que la sociedad tiene otros intereses.
Otto (1962) afirmó también que, sin duda, nos faltan los materiales y los métodos correspondientes, y que no los obtendremos mientras que investigadores y arquitectos no trabajemos en ello con energía. Tampoco podremos convencer a nadie de la necesidad de una arquitectura adaptable mientras no existan ejemplos reales y métodos modernos de gran adaptabilidad.
El concepto de adaptabilidad implica, a su vez, el de flexibilidad y el de movilidad (figura 5). La flexibilidad es la capacidad de un edificio para modificar total o parcialmente su forma o función, como respuesta a condiciones externas o internas; por su parte, la movilidad es la capacidad de un edificio para permitir cambios de entorno. Entonces, adaptabilidad es la capacidad de un edificio para responder activa o pasivamente a factores externos (clima, terreno)