Psicología de la virtud. Mark R. McMinn. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Mark R. McMinn
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788417620660
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que ahí ha estado durante muchos siglos y que tiene poca necesidad de las últimas tendencias psicológicas o de la investigación actual en ciencias sociales. Aun así, escribo este libro porque estoy convencido de que la iglesia necesita tener en cuenta la psicología positiva y lo que esta ofrece al diálogo sobre la virtud que se ha estado desarrollando durante siglos. Doy dos ilustraciones sobre este punto aquí y daré algunas más en los capítulos que siguen.

      Una razón por la que la iglesia necesita a la psicología positiva es que ha llegado el momento de que el cristianismo y la ciencia se conviertan en mejores amigos. Piensa en la difícil situación de un adolescente que crece en una iglesia que evita el diálogo con la ciencia. El domingo, este adolescente aprende que la religión es el camino a la verdad, y quizás incluso que no se puede confiar en la ciencia. De lunes a viernes, en el contexto de la escuela pública, el adolescente aprende que la ciencia es la forma más creíble de saber algo, y quizás que la religión es retrógrada e ignorante. En algún momento de la vida, el adolescente tendrá que tomar la decisión de permanecer en la iglesia y desconfiar de la ciencia o confiar en la ciencia y abandonar la iglesia. Cada vez más, esta es una batalla perdida para la iglesia. Al oír esto podemos echarle la culpa al sistema de la escuela pública, pero ¿qué estamos haciendo para promover un diálogo significativo que consiga la paz entre la ciencia y la fe? Los científicos sociales y naturales de cualquier universidad cristiana dirán que la ciencia y la fe pueden dialogar con provecho sin necesidad de ser enemigos, pero a veces el mensaje de la iglesia es otro. Abordar un diálogo significativo entre la ciencia y la fe ayudará a edificar la iglesia y nos mantendrá relevantes en un momento en el que la ciencia está obteniendo mucho más crédito del que merece. La psicología positiva proporciona un espacio ideal para fomentar el diálogo entre la ciencia y la fe porque el tema de la virtud es algo que ambas partes en diálogo valoran. Podemos estudiar la virtud de modo diferente, pero a todos nos interesa profundamente la búsqueda de la verdad.

      Otra razón por la que la iglesia necesita la psicología positiva es hacer que los principios del pensamiento cristiano sean prácticos. Piensa de nuevo en el perdón. La mayoría de los cristianos están de acuerdo en que el perdón es importante. Jesús enseñó que debemos perdonar a los demás de varias maneras, incluso en el Padre Nuestro. En todo el Nuevo Testamento vemos una relación misteriosa entre el perdón de Dios y el perdón que concedemos al prójimo. La mayoría de nosotros hemos escuchado muchos sermones sobre el tema y nos hemos sentido movidos a perdonar y, al hacerlo, hemos experimentado paz. ¿Pero cómo perdonamos? ¿Cuáles son los pasos prácticos que puedo dar para perdonar a alguien que me ha herido profundamente? Las estrategias prácticas para llegar al perdón no están tan claras en la Biblia, aunque está claro que estamos llamados a descubrirlas. Tengo buenas noticias sobre esto porque quienes se dedican a la psicología positiva han trabajado mucho para descubrir el mecanismo del perdón. Imagínate un sermón que va más allá del mandato cristiano de perdonar y que muestra cómo se hace tal cosa realmente. Lo más seguro es que se trate del sermón de un pastor que entiende tanto la teología cristiana como la psicología positiva.

      LA CONSEJERÍA PASTORAL Y LA PSICOLOGÍA POSITIVA

      Finalmente, la razón más desafiante y, quizás, más gratificante para escribir el libro sea que: la psicología positiva puede ayudar a los consejeros cristianos y pastores a hacer su trabajo de manera renovada y fresca. ¿Por qué esto es tan desafiante? Porque las dos ramas relacionadas de la psicología, la psicología clínica, por un lado, y la psicología positiva por otro, no han construido muchos puentes para colaborar de manera significativa. Los psicólogos y consejeros clínicos tratan a sus pacientes y clientes ofreciendo sus servicios siguiendo las teorías tradicionales de tratamiento, ya sean psicodinámicas, cognitivo-conductuales, centradas en la familia, centradas en el paciente o en alguna tensión relacionada. Por otro lado, los psicólogos positivos suelen trabajar en la universidad. Aunque muchos psicólogos positivos están capacitados para el trabajo clínico, suelen mantener su investigación bastante al margen de su trabajo con los pacientes. Con la excepción del perdón (capítulo 2), la gratitud (capítulo 3) y algunos trabajos previos sobre la humildad, con demasiada frecuencia la psicología positiva permanece en su torre de marfil, y parece importante considerar sus implicaciones para el trabajo de los consejeros cristianos.

      Como psicólogo clínico inmerso en el movimiento de consejería cristiana durante muchos años, leyendo, asesorando, investigando, dando conferencias y escribiendo, creo que es mi responsabilidad debatir un poco al final de cada capítulo sobre cómo la psicología positiva puede proporcionar conocimiento a los consejeros cristianos. Así lo haré.

      En resumen, he dado cuatro razones para leer este libro: porque vale la pena saber algo acerca de la psicología positiva, porque la psicología positiva necesita a la iglesia, porque la iglesia necesita la psicología positiva y porque la psicología positiva puede ayudar a los consejeros cristianos a pensar en forma creativa acerca de su trabajo. Si todo esto parece un poco ambiguo ahora, estará más claro a medida que avancemos en los capítulos sobre virtudes concretas: la sabiduría, el perdón, la gratitud, la humildad, la esperanza y la gracia. Y si la gracia no te parece una virtud que deba estar en esta lista, retén por ahora tu opinión acerca de ello. Me ocuparé más adelante de aclarar por qué incluyo la gracia como una virtud.

      El matrimonio de nuestra iglesia que en 1980 nos advirtió, a Lisa y a mí, de los peligros de la psicología eran dos de las personas más honestas y honradas que he conocido. Amaban a Jesús y vivían virtuosamente de modo notable. Fue difícil ir en contra de sus consejos, pero creo que Lisa y yo también hemos encontrado formas importantes de cómo amar a Dios y al prójimo en el proceso. La psicología me ha cambiado, especialmente la psicología positiva, y algunos años después Lisa también cambió cuando hizo su doctorado en sociología; pero en el proceso nos hemos sentido a gusto con la idea de que las ciencias sociales pueden mejorar nuestra fe, al igual que la fe agudiza nuestra ciencia. Únete a mí en este viaje integrador y trabajemos juntos para redimir la virtud.

      1. Christopher Peterson y Martin E. P. Seligman, Character Strengths and Virtues: A Handbook and Classification (Washington, DC: American Psychological Association; New York: Oxford University Press, 2004).

      2. Alasdair MacIntyre, After Virtue, 3ª ed. (Notre Dame, IN: University of Notre Dame Press, 2007).

      3. Everett L. Worthington Jr., “What Are the Different Dimensions of Humility?,” Big Questions Online, November 4, 2014, https://www.bigquestionsonline.com/2014/11/4/what-are-different-dimensions-humility.

      4. Paul C. Vitz, Psychology as Religion: The Cult of Self-Worship, 2ª ed. (Grand Rapids: Eerdmans, 1995).

      5. L. Gregory Jones y Célestin Musekura, Forgiving as We Have Been Forgiven: Community Practices for Making Peace (Downers Grove, IL: InterVarsity, 2010).

      6. Stanton L. Jones, Psychology: A Student’s Guide (Wheaton: Crossway, 2014). Capítulo 1. Sabiduría.

      CAPÍTULO 1

      LA SABIDURÍA

      Ayer, antes de comenzar este capítulo, jugué al flag football1 con algunos de mis alumnos de doctorado. Aunque tengo treinta años más que ellos, hice un esfuerzo por estar a la altura durante tres horas muy divertidas. Hoy, mis doloridos músculos gritan cada vez que intento moverme. Mi esposa, Lisa, me dice que me están reprendiendo por mi insensatez. Escribir en el teclado es casi el único movimiento que no me duele. Parece a la vez adecuado y paradójico comenzar a escribir acerca de la sabiduría al día siguiente de castigar mi cuerpo con la excusa de pasar un buen rato. Espero no haber echado abajo mi credibilidad sobre el tema.

      Esto del fútbol es un pequeño ejemplo, pero ¿acaso no necesitamos bastante sabiduría para comprender bien y vivir la vida de hoy en día? Imagina unos círculos concéntricos, comenzando con nuestras decisiones personales y extendiéndonos hacia afuera a nuestras membresías y responsabilidades cívicas. En cada uno de los círculos