Las personas que funcionan dentro de economías de la escasez pueden volverse muy posesivas respecto a la gente, cosas e ideas que les importan. Ven el mundo desde esa perspectiva limitada, de modo que todo lo que consiguen ha salido de un fondo común que nunca es suficiente y, por lo tanto, hay que quitárselo a otra persona. Y de la misma manera, todo lo que consiguen los demás se lo deben de haber quitado a ellas.
Es importante distinguir entre economías de la escasez y los límites del mundo real. El tiempo, por ejemplo, es un límite del mundo real: incluso los putones más entregados tienen solo veinticuatro horas cada día. El amor no es un límite del mundo real: la madre de nueve criaturas puede amarlas tanto como la madre de una sola.
Nuestra creencia es que la capacidad humana para el sexo y el amor y la intimidad es mucho más grande de lo que cree la mayoría de la gente —posiblemente infinita— y que tener muchas conexiones satisfactorias simplemente hace posible que tengas mucho más. Imagínate lo que sería vivir en la abundancia de sexo y amor, lo que sería sentir que has tenido de ambos todo lo que podías haber querido, libre de cualquier sensación de escasez o necesidad. ¡Imagínate lo fuerte que te sentirías si pudieras ejercitar tanto tus «músculos del amor» y cuánto amor serías capaz de dar!
Abrirse puede ser la solución, no el problema
¿Tener un espíritu aventurero en el sexo es simplemente una manera de evitar la intimidad? No es lo habitual, según nuestra experiencia. Aunque resulta ciertamente posible utilizar tus otras relaciones para evitar los problemas o para reducir la intimidad con tu pareja a largo plazo, no estamos de acuerdo con que esto sea un patrón inevitable, ni siquiera común. Mucha gente, de hecho, se encuentra con que sus otras relaciones aumentan la intimidad con su relación principal al reducir la presión sobre esa relación.
Este capítulo reúne algunas de nuestras creencias. Tú tienes que tener las tuyas propias. Lo importante no es que estés de acuerdo con nosotras sino que cuestiones el paradigma dominante y decidas en qué crees. Ejercita tu pensamiento; ¿no se supone que el ejercicio te hace más fuerte? Miles y miles de putones éticos prueban cada día que los viejos mitos de «todo el mundo sabe que» no tienen por qué ser ciertos.
Te animamos a explorar tu propia realidad y a crear tu propia leyenda, una que te estimule para avanzar en tu evolución, que te sirva de apoyo según vas creciendo y que refleje tu orgullo y felicidad en todas tus relaciones.
Sobre el amorComo nuestras relaciones florecen a todo lo ancho de un arcoíris de posibilidades, cada una puede inspirarnos diferentes sentimientos de amor. Cuando aprendemos a reconocer y dar la bienvenida al amor según lo encontramos en nuestros corazones y en todas sus variadas y maravillosas manifestaciones —sexual, familiar, amistoso, apasionado, amable, arrebatador, cuidador y millones más—, descubrimos una fuente de sustento que puede discurrir a lo largo de nuestras vidas en un río que nunca se seca.Pero, como en un río auténtico, esta fuente puede contener varias corrientes. La manera de sentir la seguridad suficiente para nadar en un río en constante cambio es aprender a amarte a ti mismo. Alguna gente cree que amarse a uno mismo es egoísta y que dedicar parte de tu vida a centrarte en ti es narcisista. En esta cuestión, el movimiento se demuestra andando. Creemos que los autocuidados pueden ayudarte a superar momentos difíciles y a guiarte hacia una relación de amor contigo mismo. Cuando llevas a la realidad un acto tan sencillo como cuidarte con una sopa casera, pasar tiempo sumergiéndote en un libro que te encanta o dando un agradable paseo solitario por un lugar que te gusta, tienes una experiencia de tratarte con cariño que puede contestar a todas esas preguntas sobre: «¿Qué quieren decir con que me quiera a mí misma?».Otra manera de descubrir el autoamor es amar a otra persona. Si te cuesta valorarte cuando no tienes a nadie |
alrededor que te lo diga, ¿por qué no hacer algo que sea valioso para otras personas? Muchos putones tristes que no tuvieron ninguna cita el fin de semana pasado, se fueron a servir cenas a personas sin techo en un iglesia local y volvieron sintiéndose infinitamente bien por todo el placer que fueron capaces de dar.Cuando seas capaz de quererte a ti misma, podrás practicar compartiendo ese amor con otras personas. Probablemente te han enseñado que reserves el lenguaje del amor para cuando sientas una ternura abrumadora únicamente con quienes se han comprometido inmensamente contigo. Quizá te han enseñado que la palabra «amor» significa que estás asumiendo grandes compromisos ¿No sería mejor preguntarnos cómo amar a una persona concreta en lugar de preocuparnos sobre si la amamos o no?Imagínate cómo te sentirías si todas las personas a quienes importas pusieran en práctica decírtelo. Imagínate cómo sería el mundo si nos diésemos el permiso de reconocer, admitir y comunicar todos nuestros sentimientos agradables, de hacer pequeños gestos que puede que no le cambien la vida a nadie ni sean algo apasionado pero que, de todos modos, hagan que la vida valga la pena. |
4. Tipos de putones
La promiscuidad ética es una casa con muchas habitaciones. Da cobijo a todo el mundo, desde célibes felices a fans de las orgías y mucho más. En este capítulo hablaremos de los muchos tipos de promiscuidad ética que nos han funcionado a nosotras, a las personas que conocemos, y a felices putones a lo largo de la historia. Aunque estas opciones no se adapten a tu caso, esperamos que te den ideas sobre por dónde comenzar tu exploración, o quizás para reafirmarte sabiendo que ahí fuera hay otra gente como tú.
Pioneros de las relaciones
Aunque la expresión «putón con ética» es nueva —Dossie la acuñó en 1995—, la práctica no lo es. La aceptación cultural de las relaciones fuera de la monogamia ha sufrido una montaña rusa de altos y bajos desde el reconocimiento a un fuerte rechazo, pero aparte de las opiniones de la Iglesia y el Estado siempre ha habido quienes han encontrado felicidad y desarrollo personal en la apertura sexual.
culturas antiguas
Podrías pasarte toda tu vida como antropólogo cultural tratando de describir las innumerables vías mediante las cuales los seres humanos han elegido unirse sexual, romántica y domésticamente: desde las prostitutas del templo de la antigua Babilonia a la poliginia mormona y mucho, mucho más. Así, en lugar de tratar de enumerarlas todas, solo queremos apuntar que los valores culturales dominantes en los Estados Unidos de América del siglo xxi heredados de Europa parecen proceder del Imperio romano y la primera cristiandad, cuando se recomendaba el matrimonio monógamo solo para quienes no fueran capaces del celibato, el estado ideal. Las culturas sin esas influencias han desarrollado toda clase de maneras para que las personas se unan: poliginia (varias esposas), poliandria (varios maridos), matrimonio en grupo, acuerdos en los que el matrimonio es fundamentalmente una relación doméstica de negocios y los escarceos sexuales suceden en otro lugar, sexo ritual en grupo y cualquier otra configuración de corazones y genitales humanos que puedas imaginarte.
comunidades sexuales utópicas
La historia está salpicada de experimentos de creación deliberada de utopías sexuales, a menudo con una base filosófica o religiosa. Si sientes curiosidad, lee sobre la comunidad Oneida en el Ohio del siglo xix, Rajneeshpuram en la India a finales de los años sesenta, Oregón en los ochenta, y Kerista en Nueva York, Belice y San Francisco desde los primeros años sesenta hasta los noventa... por nombrar solo unos pocos ejemplos. Esas comunidades son normalmente impulsadas por un líder y pueden decaer cuando este ya no está. De todos modos, sus filosofías perduran, añadiendo nuevas visiones y prácticas a la cultura mayoritaria. Muchas personas que practican el Tantra en Occidente hoy en día, por ejemplo, pueden rastrear el origen de sus prácticas hasta las enseñanzas de Osho, el espíritu guía detrás de Rajneeshpuram.
artistas y librepensadores
Es fácil citar artistas y novelistas que han construido sus vidas en torno a la exploración intencionada de las relaciones alternativas. Si tienes curiosidad sobre las maneras en que las relaciones alternativas se desarrollaron en tiempos en los que había incluso menos apoyo del que hay ahora, puedes estudiar sobre el grupo de Bloomsbury en