Nadie se dio cuenta de que aquello era una ausencia epiléptica, una pérdida momentánea de conciencia. Cuando las ausencias se hicieron más frecuentes y Carlos empezó a notar dificultad para ciertos movimientos, decidió explicarlo a su médico. Este lo envió inmediatamente al neurólogo que le diagnosticó un tumor cerebral. Le operaron, pero era tarde. El mal siguió avanzando hasta causarle la muerte.
–––
Se les puede comprender, se les puede ayudar
Es importante tomar conciencia de que la gente se comporta de cierta manera por algún motivo interno que se nos escapa. Eso no nos sirve para tolerar indefinidamente a ese compañero insufrible o a esa amiga ponzoñosa, pero sí nos sirve para indagar en sus motivos y tratar de averiguar lo que se mueve en su trastienda. Luego podremos tomar la decisión de echarles una mano o quitarnos de en medio para que no nos salpique su malestar, porque, al fin y al cabo, ni somos psicoterapeutas ni tenemos la culpa de las retorcidas respuestas de esa persona.
Pero si decidimos ayudar o, al menos, entender lo que le sucede a una persona, es preciso tener en cuenta lo que hemos dicho anteriormente acerca de las conductas desviadas, las conductas de ajuste y las de desajuste.
Criterios de ayer y de hoy
Los criterios médicos de salud y enfermedad mental no siempre han sido los mismos. Los criterios para la salud y la enfermedad mental dependen de las organizaciones internacionales y se han modificado con el tiempo.
La Organización Mundial de la Salud establece los criterios de clasificación de las enfermedades en general. Para las enfermedades mentales, se aceptan los criterios que fija la Asociación Psiquiátrica Americana (American Psychiatric Association) para la descripción de los diferentes trastornos mentales, recogidos en un documento llamado DSM (Guía de consulta de los diagnósticos), que se actualiza con cierta frecuencia. La última versión es DSM -5. La Organización Mundial de la Salud emite también un documento que recoge la clasificación de los trastornos mentales según sus criterios, llamado CIE (Clasificación Estadística Internacional). La última versión es CIE 11. Estos manuales describen los síntomas que presenta el paciente para cada trastorno mental.
Salud mental en Internet
En lo que respecta a la búsqueda de información en Internet, es preciso tener en cuenta algunas consideraciones, sobre todo cuando se trata de temas tan sensibles como la salud.
Dejamos aparte la validez o invalidez de los datos que recogen las app llamadas médicas que se descargan en la telefonía móvil para medir ciertas variables de nuestro organismo, porque generalmente se refieren a información fisiológica y en este libro nos ocupamos de información psicológica.
La información contenida en páginas web, foros, blogs o redes sociales puede conducir a error si no se contrasta su fiabilidad. Pero la información errónea puede llegar a ser peligrosa cuando se trata de algo tan sensible como es la salud.
La Sociedad Española de Informática y Salud ha emitido varios informes acerca de la calidad de la información que ofrece Internet sobre salud y Tecnologías de la Información, en los que se señalan los criterios que debe cumplir un portal o una página web dedicada a salud para ser fiable.
Libros:
Estos informes se pueden descargar gratuitamente en formato PDF en la siguiente dirección: www.seis.es/Informes.html
–––
Los criterios para que una página Web dedicada a la salud sea fiable son los siguientes:
Debe ser identificable, es decir, contener el nombre y dirección de quién está detrás y avisar de posibles intereses comerciales.
Debe contener la identificación y la filiación de los autores de la información sobre salud y de las fuentes de donde procedan los datos allí publicados.
El contenido debe estar al día, vigente. Debe figurar la fecha de actualización y ser reciente.
Los autores de las publicaciones, médicos, enfermeros, psicólogos, etc., deben estar titulados para ejercer la profesión en el país donde se publica esa información.
Debe mantener la confidencialidad y seguridad de los datos médicos.
Una forma de localizar información médica fiable es buscarla en portales y páginas webs acreditadas mediante un sello de garantía que concede el Colegio de Médicos de Barcelona, cuando dichas páginas o portales ofrecen calidad continuada en la información sobre salud.
La información segura sobre salud se puede localizar en las páginas médicas acreditadas a través de la dirección: wma.comb.es
El Observatorio de Salud sin bulos en Internet, donde se puede encontrar información, criterios de fiabilidad y, además se pueden denunciar los bulos sobre salud que circulan por la Red, se encuentra en la dirección: saludsinbulos.com
Capítulo 2 - La personalidad y sus trastornos
Los trastornos psicológicos proceden tanto de nuestro interior como de nuestro entorno y se generan según la forma en que uno y otro interactúan. El deterioro o la alteración de algunos de nuestros circuitos neuronales dan lugar a las conductas típicas de determinados trastornos.
Ese deterioro o esa alteración se pueden producir en diferentes momentos de la vida, especialmente durante la infancia que es cuando los factores ambientales tienen un efecto más significativo sobre el cerebro, puesto que los circuitos neuronales se hallan en una etapa en que son todavía muy maleables. El deterioro o alteración se puede producir también en momentos cruciales de la vida del individuo, dando lugar a diferentes trastornos mentales según los circuitos neuronales afectados.
También la genética puede intervenir en estos procesos, si la herencia determina propensión a ciertos trastornos. Un mismo estímulo puede trastornar levemente a una persona, enloquecer a otra o dejar impávida a una tercera. Todo depende de los recursos de la persona, de su genética y de sus experiencias previas.
Por ejemplo, una situación traumática vivida en la niñez, como el maltrato o el abuso, puede afectar a la vida adulta de la persona y desarrollar conductas insanas o inadecuadas para tratar de adaptarse a circunstancias que tengan que ver con la situación infantil.
Caso
Cuando era niño, los chicos del colegio se burlaban de mí porque era gordo y torpe para los ejercicios gimnásticos. Me hacían bromas que yo aceptaba con aparente buen humor, pero que interiormente me dolían y me hacían sentir inferior a todos ellos.
Cuando alcancé la edad adulta, conseguí mejorar mi habilidad a base de esforzarme en el deporte. Sin embargo, cada vez que alguien quiere hacerme una broma inocente o comenta algo gracioso acerca de mi estilo para nadar o para correr, me enfrento con ira al bromista y luego me deshago en justificaciones y explicaciones de por qué nado o corro de esa forma.
–––
El deterioro de algunos circuitos neuronales relacionados con el control lógico se aprecia con frecuencia en las demencias. Es habitual que la persona que ha sabido controlar su ira mediante la educación, pierda ese control si llega a sufrir demencia, ya sea producida por el alcohol, por una droga o por la senilidad.
Caso
Mi