Vejez y envejecimiento. Rocío Enríquez Rosas. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Rocío Enríquez Rosas
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9786078616640
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materialmente y realizar itinerarios físicos por los distintos espacios–ambiente para que desarrolle su vida. Es de acuerdo con las posibilidades de movilidad que los adultos mayores pueden vivir una vejez en bienestar y autonomía, o en su defecto con dependencia y bajo el cuidado de otros (Sylvestre, 1999; Etxeberria, 2014).

      Se considera que hay una interrelación entre medio ambiente y sujeto, donde continuamente se redefine y reconstruye la vida adulta y el espacio habitado. Así, la movilidad personal precisa de diversos dispositivos concretos: vías apropiadas para el tránsito, equipos mecánicos para la trasportación, dispositivos complementarios para garantizar la seguridad de peatones, arreglos sociales para igualar las oportunidades de acceso a sitios, entre otros. Cuando alguno de estos es deficiente o inexistente, la movilidad personal se ve reducida, limitando la experiencia vital de las personas.

      El análisis que aquí se hace responde a dos esferas de las relaciones ambientales: una es el nivel micro, esto es, la relación de la persona con su espacio inmediato, el hogar; y otra es a nivel meso, entendido como la relación del adulto con su entorno social mediato, en este caso la colonia. No es objeto de análisis el macrosistema, es decir, los espacios más lejanos, relacionados con la ciudad (Vázquez–Honorato & Salazar–Martínez, 2010).

      ELEMENTOS METODOLÓGICOS DEL ESTUDIO

      El estudio se enmarcó en el paradigma cualitativo (Flick, 2007) desde el cual se procura una postura comprensiva en el estudio de los significados y las experiencias de las personas. El método desde el que se desarrolló el estudio es el etnográfico (Hammersley & Atkinson, 1994). Las visitas a la colonia y a los informantes fueron de agosto de 2011 a febrero de 2012.

      Se eligió Lomas de Tabachines, en Zapopan, Jalisco, por contar con los siguientes criterios: es una colonia con índices de envejecimiento, en situación de pobreza, ubicada en la periferia de la ciudad; tiene antecedentes de organización social de los colonos para hacerse de los servicios, lo que implica el desarrollo de la identidad de los envejecidos en el espacio urbano.

      Para el muestreo, se realizó una selección intencionada y fásica de los informantes (Rodríguez, Flores & García, 1999). El contacto se logró mediante el vínculo con el líder de un grupo representativo en la colonia, quien nos presentó a varios de los adultos en su reunión semanal ordinaria, y estos a su vez nos comentaron de otros, y para relacionarnos con ellos acudimos a sus domicilios según las indicaciones que nos habían dado.

      Las estrategias de recolección de los datos fueron la entrevista abierta a manera de conversación y la observación no participante. Esta triangulación de técnicas permitió fortalecer los datos del estudio y potenciar la interpretación de los resultados centrales (Flick, 2007; Rodríguez, Flores & García, 1999).

      Las entrevistas se realizaron en las viviendas de los adultos mayores (1) y fueron audiograbadas con una duración promedio de dos horas. Para su desarrollo se procuró la narración subjetiva de los informantes, recuperando las anécdotas, el recuento de los acontecimientos y las experiencias, de acuerdo con sus interpretaciones y significados (Hammersley & Atkinson, 1994).

      Las observaciones se registraron en notas de campo, el guion de observación cubría aspectos de la colonia, la vivienda y las relaciones entre los adultos mayores con otros actores.

      El tratamiento de los datos se hizo mediante análisis de contenido, para lo cual se priorizaron las categorías conceptuales a la frecuencia de los códigos; se separaron los datos en unidades temáticas; se clasificaron las unidades y fueron examinadas línea por línea; se realizaron síntesis y agrupamientos, lo que permitió una distribución ordenada de los datos, descubrir sus relaciones, la estructura y las dimensiones de cada categoría; por último, se obtuvieron los resultados (Krippendorff, 1990; Rodríguez, Flores & García, 1999).

      ESCENARIO DE ESTUDIO

      Cualidades urbanas e infraestructura de los hogares

      De acuerdo con una nota publicada en El Informador en 2010, sobre un estudio realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en 2008, se reporta que Lomas de Tabachines es una de las tres colonias más marginadas de la zona metropolitana de Guadalajara (ZMG). La descripción que se hace de la colonia es la siguiente:

      Calles llenas de tierra suelta o algunas empedradas, por las que apenas se puede caminar. A los lados, endebles construcciones de lámina y cartón. Casas de ladrillo, adobe y arcilla. Viviendas a medio construir; otras, solo con la obra negra terminada. Paredes totalmente grafiteadas. Ventanas con plásticos, telas y cartones en vez de cristales. Lonas en lugar de techos. Llantas incrustadas en el pavimento para alejar a los perros. Bolsas de plástico transformadas en frágiles puertas. Basura y ropa tendida por aquí, allá y más allá. Puentes de lámina a medio caer, para cruzar el río de aguas negras y llegar a los hogares. En el interior de las casas, los infaltables cuadros de la Virgen de Guadalupe. Cortinas para separar el baño [...] La pestilencia de aguas negras, basura, excremento de perros y pañales sucios de niños sofoca los sentidos de los habitantes (3 de enero de 2010).

      Para 2012, en el Plan Parcial de Desarrollo Urbano, distrito urbano ZPN–2 “Arroyo Hondo” se ubica ya a Lomas de Tabachines como una colonia con un índice medio de marginalidad, es decir, concentra población con baja escolaridad, viviendas estructuralmente precarias, domicilios con insuficientes servicios básicos y hacinamiento.

      Con base en las observaciones de campo y experiencias compartidas por los adultos mayores, en el presente estudio se considera que Lomas de Tabachines es una colonia donde aún persisten muchos de los rasgos característicos de los asentamientos humanos irregulares mencionados en el reportaje de El Informador. La colonia no tiene una planeación urbana definida, las calles están formadas de terracería o empedrados, la topografía es bastante accidentada, en tiempos de lluvia se tiende a inundaciones y lodazales, los espacios públicos son pocos y mal dotados, pero sobre todo la vivienda es muy precaria y deficiente.

      Las personas transitan por puentes improvisados, donde costales llenos con arena que dejó la lluvia de temporales pasados y escombro fungen como muros de contención para soportar el desborde de los cauces de agua sucia.

      Es frecuente ver calles formadas por angostas escalinatas, unas construidas de forma improvisada y otras cuya forma es producto del desgaste de las rocas y la arena compactada por el uso continuo de los transeúntes. Hay escaleras con escalones de más de 60 centímetros de altura, mientras que en otras graderías el drenaje de asbesto interrumpe la continuidad de los peldaños y en otras la tubería de agua potable sirve como pasamanos.

      La construcción de las calles y viviendas no representa una obra de planeación urbana organizada, más bien es producto de la creatividad, las necesidades y posibilidades económicas de los propietarios, donde inicialmente construían alguna habitación principal y con los años iban agregando más habitaciones.

      Como las casas están asentadas entre barrancas y sobre cerros, su construcción por lo regular presenta desniveles y requiere rampas o escaleras dispuestas en sus entradas, o bien dentro de la residencia, situación que vuelve complejo el desplazamiento de algunos ancianos con dificultades de movilidad.

      Los adultos mayores reconocen que la colonia actualmente cuenta con bastantes mejoras en comparación con finales de los años setenta cuando recién llegaron; en ese entonces no había electricidad, drenaje, agua ni calles. El agua tenía que ser surtida con cubetas que traían desde el contiguo fraccionamiento Tabachines, si bien posteriormente se hicieron gestiones en el municipio y se lograron colocar algunas tomas de agua distribuidas en la colonia, mismas que los vecinos fueron entubando para abastecer sus viviendas. Asimismo, el gas tenía que ser surtido a la entrada de la colonia, donde las personas llevaban los cilindros rodando por las calles (ahora ya cuentan con el servicio de entrega a domicilio).

      Actualmente, el drenaje en la colonia es deficiente y se han dado situaciones de riesgo por desborde de arroyos, calles en donde las aguas negras fluyen al ras del piso despidiendo fétidos olores, en las que los niños, los adultos mayores y la población en general tienen que rodear o brincar para no caer en la suciedad. El servicio de energía eléctrica se distribuye parcialmente en la colonia: algunos se surten de forma