Colombia y la Medicina Veterinaria contada por sus protagonistas. Luis Carlos Villamil Jiménez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Luis Carlos Villamil Jiménez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Медицина
Год издания: 0
isbn: 9789585400740
Скачать книгу
a lo antaño y así poder analizar y comprender el panorama pasado, el que actualmente vivimos y prospectar el devenir.

      Los invito a redescubrir el pasado de la mano conductora del colega Villamil, profesor titular e investigador emérito de la Universidad de La Salle, varias veces decano, indagador e incansable académico, a quien he tenido el privilegio de conocer y tratar desde cuando éramos estudiantes en la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia, en nuestra apreciada Universidad Nacional de Colombia.

      Estoy seguro de que será muy agradable y satisfactorio para el lector explorar y conocer los antecedentes, logros y prospectiva de nuestra profesión, con la convicción de que así se contribuirá a conservar la memoria histórica y a preservar para la posteridad la sabiduría y los rasgos culturales de la medicina veterinaria en Colombia.

      Roberto Gracia Cárdenas, DMV, PhD

      Profesor asociado, Universidad Nacional de Colombia

      Miembro de número de la Academia de Historia de Cundinamarca

      Miembro correspondiente de la Academia de Historia de Fusagasugá

      Miembro correspondiente de la Academia Colombiana de Ciencias Veterinarias

      La Universidad de La Salle desarrolla, desde hace varios años, un interesante proyecto: las Escuelas de Pensamiento, relacionado con aspectos inspiradores para la tarea formadora de las nuevas generaciones profesionales. Han sido momentos para interpelar al pasado y repensar la universidad del futuro, y surgieron como un escenario para rescatar el inicio y la dinámica de las profesiones, estimular el trabajo y el entendimiento con otros grupos y profesiones; tomaron vida, cobraron vigencia por su originalidad e interdisciplinariedad. En este contexto, las profesiones y disciplinas se identifican y se entienden.

      Las escuelas se estructuran mediante discursos, teorías, metodologías e invenciones, que por su novedad y respuestas originales a problemáticas de la realidad histórica se tornan en referentes. Estas posicionan una manera de abordar la realidad, de estudiarla y analizarla; tratan de consolidar nichos propios con la convicción de que toda disciplina o profesión es susceptible de generar escuela de pensamiento (Coronado, 2009).

      Durante varios años, indagar sobre los inicios y procesos de la escuela veterinaria colombiana constituyó un objetivo en la labor docente del autor; la revisión de apuntes y notas y su ordenación cronológica, así como la observación de las dinámicas, los escritos y los procesos a través de las actividades de varios actores de la política, la docencia y la investigación —que sin pretender un análisis histórico, sino desde la visión de un maestro, con muchos años en el oficio de formar en la ciencia veterinaria, parecían tener sentido—, construían un modo de pensar, analizar y a veces de soñar.

      Para entender el proceso de la conformación de la veterinaria en Colombia fueron muchas las discusiones, los foros y las entrevistas llevados a cabo con los actores vivos de la escuela, a quienes agradezco por las innumerables horas de tertulia, las varias preguntas que me contestaron y el inmerecido privilegio de poner en blanco y negro muchos recuerdos que atraviesan ahora la bruma del tiempo; también con quienes dejaron de existir, pero persisten con su obra y escritos, mediante la revisión del material bibliográfico en las bibliotecas universitarias y en las particulares.

      Lo anterior permitió redactar una serie de ensayos. La Revista de la Universidad de La Salle, en este sentido, se convirtió en el espacio habitual para su evaluación, edición y publicación; mientras tanto, la Cátedra Lasallista, las Escuelas de Pensamiento y las cátedras de epidemiología y salud pública incubaron y catalizaron diversos escritos, capítulos y un libro: Salud pública veterinaria bienestar de la humanidad: retos y tendencias del siglo XXI para el sector agropecuario, publicados por Ediciones Unisalle.

      El hermano Fabio Coronado Padilla, FSC, me sugirió con entusiasmo organizar estas notas, elaborando escritos adicionales y compilando los ya publicados, para conformar diversos apartes (sin pretender constituir una obra de carácter histórico, ni abarcar todos los emprendimientos académicos), desde la roturación del terreno social, político e intelectual, que permitieran al lector otear los barruntos de la ciencia, las sociedades científicas y los anhelos de visionarios que anhelaban una agricultura y una veterinaria científicas para el desarrollo del agro; era interesante juntar las ideas en una publicación, como un aporte para la recuperación de la memoria de la medicina veterinaria colombiana como escuela viva y dinámica. Es necesario que las nuevas generaciones conozcan los procesos, las circunstancias y los retos que deberán afrontar; para ello, una visión del pasado, el reconocimiento del presente y las opciones del prospecto van a ser de utilidad.

      Este escrito consta de tres partes que buscan una mirada retrospectiva que implica el proceso de roturación, proyectos fallidos, hitos, coyunturas, pioneros, conflictos, nuevos proyectos, oposición, logros y proyecciones que iluminan la prospectiva para que las actividades proactivas, desde las profesiones y disciplinas, construyan el futuro para la universidad y para el país agrícola y tropical. Se trata de interrogar el pasado para interpelar el presente y construir el futuro.

      En la primera parte se consideran los barruntos, pues la academia no puede ser ajena a los hechos del pasado; estos son prioritarios para la construcción de sentido, para orientar su quehacer en la búsqueda de referentes, señalar rumbos para la formación de investigadores y el nacimiento de disciplinas y profesiones. En ese contexto, el capítulo 1 se centra en el devenir histórico, el ambiente social, las tertulias como escenarios de discusión y actualización; en la expedición botánica y la visita de Humboldt; en los científicos y las sociedades y los primeros diarios agrícolas, donde se comenzaba a consolidar el sector agropecuario.

      La aventura de investigación en ciencias naturales exigía una alta cuota de sacrificio que pocos afrontaban. Hacer carrera en la ciencia implicaba encontrar otra forma de sustento. Las plazas seguras eran las de la cátedra universitaria, que daban prestigio y estabilidad; no era necesario generar conocimiento, bastaba con informar sobre los hallazgos de otros.

      En el capítulo 2 se señalan otros aspectos: cuando la primera revolución agrícola era para el mundo una realidad, aquí se hacían esfuerzos fallidos para adoptarla mediante lo que se denominó la industria agrícola, y aparecieron algunos periódicos dirigidos a los productores sobre temas del campo, pero los conflictos civiles truncaban los emprendimientos. No obstante, apareció la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), institución que lideró las actividades gremiales y estuvo relacionada con el nacimiento de las hoy profesiones del sector agropecuario. Su objetivo fundacional fue el de promover el adelanto y defender, por medio de la discusión pública, los intereses de los agricultores. Tenía como objetivos el intercambio de semillas, el mejoramiento de las razas animales, la promoción de las escuelas agrícolas, entre otros.

      Pero los oficios del agro no eran del interés de los jóvenes con aspiraciones universitarias; el trabajo del campo era subvalorado: no se percibía un ámbito de ciencia o tecnología, tampoco capacidad instalada para adoptar los logros de la primera y mucho menos de la segunda revolución agrícola, no obstante que, en Europa, la agronomía y la veterinaria habían adquirido el estatus de prácticas científicas.

      La lenta transformación del sector recibe un impulso durante el siglo XX. Dichos aspectos se mencionan, al igual que el inicio de la enseñanza veterinaria, la aparición de escuelas regionales y el desarrollo de la institucionalidad.

      En la segunda parte se sintetizan aspectos de finales del siglo XIX, cuando la llama de la veterinaria científica genera un pensamiento certero en el colectivo de la primera escuela, fundada por Claude Vericel, veterinario graduado en la escuela francesa de Lyon; los logros y tendencias que marcaron el derrotero de la veterinaria europea y algunos aspectos que coincidieron, contribuyeron e hicieron posible el inicio de la veterinaria en Colombia, se señalan en el capítulo 3.

      La aparición de enfermedades en los animales y la sospecha de que algunas de ellas pudieran afectar a los humanos marcaron las gestiones para contar con profesionales idóneos que afrontaran esos desafíos. Así, la salud pública rotura el terreno de la