Travestiario. Donacio Cejas

del Molino de Barcelona, la llamó con un propuesta única: ser supervedette del Molino

      T.A.– No es cierto que sostenga una amarga disputa con Xisca Tangina Martorell… aunque sea el ser más insoportable de la faz de la tierra, es imposible no adorarla… ¡y aprender de ella!

      

      P.C.– La mayoría de las veces es ella la que arrampla con mi armario… Yo alguna vez me he atrevido con alguno de sus looks, pero es muy arriesgado.

      

      T.A.– Para que un hombre me enamore tiene que tener ganas de disfrutar todo el rato. Me encantan los hombres disfrutones y de fácil jaleísmo.

      

      P.C.– El secreto de belleza de la Terremoto es dormir poco, no rutina en la comida, visitar todos los eventos que puede, poca hidratación, pero eso sí.. muchas risas.

      

      T.A.– Si me ganara un millón de pesetas... Hombre por pedir… ¿puede ser un millón de euros? A ver y no es que sea avariciosa yo, pero si vamos a imaginar, vamos a imaginar a lo grande.

      

      P.C.– Espero que podamos trabajar juntas, pero es que su agenda está siempre a tope y de momento no lo hemos conseguido, pero confío en un dueto pronto.

      

      T.A.– Mis modelos muchos los diseño yo, otros los copio, ya sabes lo “copiadora” que soy… José Jiménez es mi sastre de cabecera, La Petines, sastre, extravesti, patinador profesional y alma mater de muchos cabarets de la isla de Mallorca durante décadas.

      

      P.C.– Una vez levantando la voz en un comercio me confundieron con ella, y fíjate que tenemos timbres de voz diferentes...

      T.A.– ¡¡¡Libérate!!! LE DIRÍA A TODA LA COMUNIDAD LGTB, todo está dicho en ese himno del Europride Libérate, ¡¡¡que podéis encontrar, escuchar y analizar en Spotify o iTunes!!! ¡¡¡Ahí va el mensaje!!! Ya lo avanzó el Titi.

      

      P.C.– Espero que cuando la gente se acerca a mí en lugar de a la travesti vea a la mujer, aunque para eso tendríamos que volver a hacer un sondeo...

      T.A.– En cincuenta años me gustaría estar… ¿¿¿VIVA???

       VIVIAN CAOBA

      ¡Uy! ¡Si me pillas con barba! ¡Es que solo me afeito cuando trabajo!

      Siempre me defino como una vedette, pero como una vedette antigua, porque no canto muy bien, ni bailo muy bien, ni hago nada muy bien, pero le gusto a la gente. !Tengo un no sé qué! ¡Ser vedette es ser un compendio de artes!

      A mí me gusta hacer un espectáculo de cabaret del de toda la vida, de contacto con el público y con un humor muy llano que todos puedan entender. Empecé en esto un poco por casualidad y por diversión en Barcelona hace muchos años, y luego una amiga que tenía un café teatro en Palma me dijo que viniera a actuar a la isla y de esa manera empezó todo, de una forma muy inconsciente, ¿me entiendes ? Y luego fue la prensa local la que me bautizó como vedette.

      ¡A ver! ¡Que yo había estudiado Bellas Artes y tenía un mínimo de cultura!