Memorias visuales. Adriana Valdés. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Adriana Valdés
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789569843600
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aproximación a lo que esta escritura es tendría que ver, tal vez, con el amargo y fascinante ejercicio de traducir. Esta vez no de un idioma a otro, sino de un trabajo de pensamiento que se hace con lo material y lo visible, a otro trabajo de pensamiento, hecho con palabras. Sabiendo siempre que con palabras no se puede realmente llegar a las obras, sabiendo que no se da nunca perfectamente en el blanco. En el mejor de los casos, se hace un gesto que de alguna manera corresponde a la obra. En el mejor de los casos, se logra abrir un buen espacio de conversación en torno a ella.

      No soy ni la primera ni la última en sentir este ejercicio de la escritura sobre artes visuales como un viaje emprendido sin certezas, sin mapas. (Hay aquí algunos trabajos sobre las incertidumbres actuales de la crítica.) Siempre me ha interesado escribir sobre obras que exceden mis capacidades y mis parámetros de análisis, y que por lo tanto me exigen y me van formando. No era un recurso retórico el agradecer, en mi libro anterior, a los artistas sobre los que escribo. Al contrario, era entonces, y es ahora, un reconocimiento práctico.

      Juntar estos escritos y leerlos todos juntos me ha traído algunas sorpresas. Creí escribir siempre sobre cosas particulares, ceñirme a una sola obra o a un tema muy determinado. A mis espaldas, el tiempo —el otro autor de este libro— estaba escribiendo otra cosa, algo así como un relato, una especie de novela con una acción centrada en Santiago, muchísimos personajes, tramas varias, preguntas, temas recurrentes. Se va configurando así una experiencia que no es sólo la mía ni la de los artistas sobre los que escribo, y que indica un clima intelectual y un modo de vivir los temas de nuestro tiempo. Quisiera pensar que este, junto con otros libros que existen y los que vendrán, podrá servir a los más jóvenes para asomarse a lo que ha sido, aquí, pensar las artes de los últimos años.

      Adriana Valdés

      Santiago, septiembre 2006

       Visitas

      Roser Bru

      Los ojos de los enterrados

      Hay un título de novela: Los ojos de los enterrados.

      Todos los ojos de estos enterrados miran al espectador: las cabezas lo miran, fijas.

      Sólo Lea Kleiner no mira al espectador. Sus ojos no sustentarían la expresión de los ojos de los enterrados. Ella mira (puede mirar) otro horizonte.

      ***

      Desde las imágenes, los ojos crean el lugar del espectador. Incómodo lugar de alguien que es observado —fijamente— por los muertos.

      ***

      Los rostros que miran se parecen entre sí. Se parecen en la muerte, se van haciendo progresivamente transparentes delante de la muerte que llevan dentro. Es la muerte quien va borrándolos: a través de ellos, es la muerte quien mira.

      Roser Bru, Sin título, grabado intervenido, 75 x 50 cm.

      ***

      Se reiteran las mismas figuras en una y otra imagen. Pero también se reitera, en una misma imagen, la mirada, como si se superpusieran varias imágenes en una: como si se recuperaran miradas dispersas por el tiempo.

      ***

      Trabajo de reiteración de la imagen: trabajo de la memoria; trabajo de la reflexión. Cada recuerdo una variación de lo mismo; paro cada recuerdo también una revisión de lo mismo, una reinvención, una nueva versión de lo mismo.

      ***

      Dibujos y pinturas están fijados en otras imágenes, las de las fotografías, obscenas escenas primeras de un trauma colectivo. Se recrean tales imágenes, se reiteran, se revisan, se hacen objeto de reflexión. La reiteración como procedimiento: los múltiples intentos de asimilar lo inasimilable.

      ***

      Kafka se parece al niño de Auschwitz, el niño se parece a Ana Frank. En los rasgos del retrato de Kafka está la matriz de los rasgos de la muerte.

      ***

      Desde la imagen de Kafka se despliegan las demás. Un niño de Auschwitz, una Ana Frank que repiten sus rasgos. Una imagen de Milena, unida a la de Kafka, luego sola, luego borrándose. Desde la imagen de Kafka las otras imágenes se despliegan hacia el futuro; desde allí, el conjunto de imágenes es prospectivo (Kafka profético).

      ***

      Las imágenes llevan en sí signos de futuro. El triángulo amenazante en la imagen de Ana Frank —una de las puntas de la estrella de David— se reitera como signo de la suerte que vendrá.

      ***

      Kafka: el campo de concentración en una mirada que no lo conoció.

      ***

      Pero desde el incómodo espectador observado por los muertos, el conjunto de imágenes tiene carácter retrospectivo. Se multiplican las referencias al pasado: las franjas del luto, las marcas de fotografías extraídas del álbum, la densidad de un tiempo atravesado por esas miradas.

      ***

      El triángulo cifra futuro (estrella que surge) y pasado (esquinas de luto).

      ***

      El desdoblamiento: una imagen en otra y en otra y en otra. Todas las imágenes pueden pensarse como si estuvieran contenidas en la caja china de la imagen de Kafka. De ella brotan.

      ***

      El desdoblamiento: las imágenes en serie. La coexistencia del pasado y del futuro en la serie de imágenes. La gradación: cada ser se desdobla hacia su nada, cada imagen hacia su esfumación.

      ***

      La inserción personal en el trauma colectivo. Roser, Lea, las niñas contemporáneas de una muerte, pequeños personajes que cifran la propia extrañeza, pequeña firma al extremo de una larga mirada.

      ***

      La imagen de Milena se esfuma, pero no se demacra. La “madre Milena” conserva sus rasgos. La muerte se traslada hacia ella desde las otras imágenes, la contagia por proximidad.

      ***

      Kafka en colores cárdenos, “creador de situaciones intolerables”. Kafka, las orejas del niño de Auschwitz y también las del vampiro. Los ojos de la víctima y la imaginación del victimario.

      ***

      Todas estas imágenes, una sola obra. Efectos producidos por relaciones de contigüidad. Imposibilidad de desperdigarlas.

      Catálogo exposición Kafka y nosotros, Galería Cromo, Santiago de Chile, 1977.

       Carlos Leppe

      Exposición: Operaciones

      (Una obra que se está haciendo y cambiando: “este se presenta de nuevo, pero en versión corregida”. Una obra que hay que imaginarse, porque antes de la exposición veo los materiales, los dibujos de cosas que serán objetos, las fotografías. La Serie de la policía: documentos es todo lo que se puede realmente ver, lo que se plantea a la mirada; lo demás, conjeturas. Armar así un juego que también tendría que estarse haciendo y cambiando, y que hace la mala jugada de quedarse encerrado en estas letras).

      I

      Primero: las operaciones. Esta aproximación libresca goza viendo recursos de texto: se entretejen, por ejemplo, en la Serie de la policía: documentos, estos elementos yuxtapuestos. La discontinuidad presente en cada una de estas cajas, la simultaneidad de espacios ajenos unos a los otros, pero puestos en conjunción para “acotarse”, para crear un sentido que no está en ellas sino en su mutuo espejeo, en las relaciones de conjunción, disyunción y gradación que establecen entre sí. La relación dentro de cada caja, pero también la reiteración de elementos, su reaparición calculada en otra caja; el cuadriculado,