Sueño contigo, una pala y cloroformo. Patricia Castro. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Patricia Castro
Издательство: Bookwire
Серия: Apostroph Narrativa
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9788412200508
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Siempre pasa en los putos colegios de monjas, entre curas pederastas, violadores y otros seres anormales no damos abasto pero el tal David parecía decente; mientras el tío curraba la otra se la estaba comiendo a cualquier tarao que le hubiera hecho caso.

      Una tarde, antes de conocernos en persona y justo antes de coincidir por primera vez en la revista, Júlia empezó a hablar de poliamor; me mandó mil mensajes diciendo que no estaba lo suficientemente deconstruida pero que era un paso que había dado y no se arrepentía.

      Júlia

      Perquè, cuqui, ja saps que amb el David mai ha funcionat del tot bé, entens?

      Tendría que haberla matado entonces y haberme bañado en su sangre de petarda sideral. Sus temas de conversación nunca venían a cuento y me decía cosas jodidamente aburridas pero entre que me ponía a mil, que soy imbécil y me fijo siempre en los más perturbados —y las más locas—, allí estaba yo haciéndole caso e inflándole el ego, dándole atención y cariño constantes.

      Me dijo que con David habían abierto la relación porque estaban mal y que ahora estaban viendo cómo iban las cosas. A mí este rollo pequeño burgués de mi-existencia-es-aburrida-y-tengo-que-inventarme-problemas-porque-me-alimento-del-drama-y-si-no-tengo-drama-no-tengo-vida, no me va. Ella pensando en comerse más pollas, que le lamiesen mejor el coño, saliendo en la prensa y tenía al pardillo currando como un negro para llegar a fin de mes.

      Alucino con la capacidad que tiene esta gente de crear teorías para justificar sus comportamientos inmorales. Yo sabía que ponerle los cuernos a mi novio no era algo muy decente, aunque eso tampoco me quitaba el sueño. Los tiempos son líquidos hasta para la moral pero, coño, de ahí a no tener ninguna hay una enorme diferencia.

      Júlia

      Doncs el David i jo tenim una relació oberta

      Alexandra

      Claro

      Júlia

      Jo ho necessitava, cuqui

      Alexandra

      Entiendo ¿y él?

      Júlia

      Jo ho necessitava molt perquè m’ofegava tal i com estàvem, saps?

      Alexandra

      Ya, si tiene que ser jodido

      Júlia

      I això, anem veient… ja et dic, és el millor que he fet, així puc sortir amb gent i tal, i estar amb ell, perquè me l’estimo molt

      Alexandra

      No, si ya

      Júlia

      És la meva família, no el podria deixar mai, Alexandra

      Alexandra

      Ahá, claro

      Júlia

      A més és molt bon tio, ara vivim junts

      Alexandra

      Si habéis llegado los dos a ese acuerdo, genial, aunque yo no lo veo

      Júlia

      I és clar, és una cosa diferent però la gent ho ha d’entendre

      Alexandra

      No, si es lo que os va bien…

      Júlia

      Es que tia, ningú em pot dir les polles que em puc o no menjar, saps? ¡Que soy una mujer empoderada!

      Alexandra

      No, si ya, si yo te entiendo pero ya sabes como es la gente…

      Júlia

      I si m’agrada una tia, doncs me la follo i ja, que després tinc el David que m’estima moltíssim!

      Alexandra

      ¡Claro tía!

      Júlia

      Bueno, que parlo molt de mi, i tu què amb el Carlos?

      Alexandra

      Pues tengo una relación cerrada y soy monógama, no me planteo otra cosa

      Júlia

      Bueno cuca, com tu vegis, cada una s’ho ha de gestionar a la seva manera

      Todas las conversaciones con Júlia eran delirantes pero yo no lo veía y aquello hizo que me replanteara si las relaciones abiertas tenían sentido porque, claro, como a ella le iba tan bien y todos estaban tan felices pues a lo mejor era el futuro. Quién coño sabía ya.

      Luego resultó que el novio la echó a la puta calle cuando ella llegó a las 7 de la mañana de un sábado, con condones en el bolso, aunque ellos hacía meses que no follaban. Cuando lo del poliamor solo lo practica una de las partes no parece una opción de futuro.

      Aquel desgraciado no sabía que su novia tenía el coño más transitado que la parada de metro de Plaza Catalunya. Júlia, en una de las suyas, había abierto la relación sin decirle nada a David.

      Jugada maestra.

      He conocido a peña rara, sádicos de mierda y gente que le mola que le caguen y meen encima pero lo de Júlia no tenía nombre. Además se follaba a los más subnormales y cabronazos de Barcelona y yo, como buena imbécil, me enamoré de ella. Me daba pena, en el fondo follaba con otros para llenar el vacío que tenía con su pareja, con su familia, con los estudios y la vida. Yo estaba convencida que era una víctima de la sociedad y le ayudaría a cambiar eso ¡Y una mierda! Era una auténtica hijadelagranputa y yo una anormal utópica de mierda. Hay gente que no cambia, no porque no pueda, sino porque no quiere. Les va bien como les va.

      Pasaban los días y la cosa iba bien. Yo seguía con mi vida de mierda, mi curro de pena y mis viejos preocupados diciéndome que del cuento no se vivía —aunque yo siempre he tenido la esperanza que sí— que me tenía que buscar un curro en condiciones y terminar la carrera. Es lo típico que quieren los padres sin darse cuenta que el mundo no es como antes, que ellos son de una generación que pudo “colocarse” sin problemas en un trabajo que, si no era para toda la vida, lo podía ser. Tienen sueldos de miseria pero llegaron el primer día que abrió la empresa, la fábrica, el taller o qué se yo, y les dieron el puesto. A nosotros nos toca jodernos por sueldos todavía más de mierda que no permiten ninguna opción de vida.

      Los jóvenes que leéis esto sabéis de lo que hablo. Antes a la gente le daba para drogarse y ahora hay que contar las pelas hasta para eso. No estoy hablando de hacerse adulto y poder tener una vida, un piso y todas las cosas que las revistas de moda ya se encargan de decirte que ya no se llevan para que te conformes y no notes el peso de tus cadenas y tu miseria.

      Después de una semana de mierda quedé con una colega que me invitó a ir a ver a una amiga suya que daba una charla feminista. En Barcelona, si eres progre y de izquierdas, tienes charlas, talleres y conferencias para elegir cada semana. Salen como setas. No tengo nada en contra del feminismo, yo soy un personajillo de este mundo tan poco estético y de poca monta. Un día deberíamos hablar del por qué la peña de izquierda viste tan mal, me pone de mala hostia pensarlo. En fin, que el feminismo está de moda o, peor, la gente se lo toma como una moda.

      —Total, que lo he dejado con Sara.

      —Joder, qué putada, tía.

      —Dice que necesita conocer a otra gente…

      Ese es el tema de nuestros días: conocer gente. No como quien sale a comprar el pan y habla con la del súper y el tío del estanco. La peña vive en una peli porno emocional y están convencidos que cada dos pasos van a encontrar a otro amor de su vida, otro más que añadir a la lista. Las relaciones, Internet, el puto mundo líquido, la gente se aburre mucho y en vez de plantearse qué narices le pasa se buscan un amante o se cuestionan su sexualidad y se lían con la vecina del cuarto.

      Aunque haya miles de millones de personas en el planeta todos somos unos gilipollas de la hostia. No entiendo a santo de qué les entran a todos las prisas por