Honorables. Rossana Dresdner Cid. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Rossana Dresdner Cid
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Языкознание
Год издания: 0
isbn: 9789560012821
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de Alex, pasaba demasiado tiempo con Antonia. Por supuesto que no eran celos, dijo, sino preocupación por la influencia política que pudiera tener en ella. Eso la indignó:

      –¿Y no piensas que yo puedo influenciarlo a él?

      Cuando Alex se opuso a su candidatura al Congreso, el quiebre fue inevitable. Dijo que otros compañeros tenían mayor experiencia y manejo político para el trabajo parlamentario. Ella respondió que se había transformado en un funcionario del aparato y le propuso terminar. Él dijo que se rehusaba a mezclar la política con temas personales. Ella lo mandó a la mierda.

      Pero no solo perdió a Alex: también a sus padres –a quienes casi no veía– y a algunos amigos importantes. Como Claudio –el ahora diputado Kovacevic–, de quien se distanció por diferencias «legislativas». Algunos decían que así era la política, un cliché que acá se usaba para justificar casi todo. Pero Antonia lo echaba de menos.

      Escuchó el timbre de la Sala sonar por segunda vez. Tenía que bajar. Salió al pasillo. «Diputada Antonia Moreno», decía en la puerta de su oficina, al igual que en su estacionamiento, su pupitre en la Sala y sus tarjetas de visita con el escudo de la Cámara impreso en cuño seco. Le seguía pareciendo raro. Y le preocupaba la posibilidad de finalmente acostumbrarse.

      La ceremonia de hoy era simple. Iban a elegir a Ignacio Cruz, diputado PPD, como nuevo Presidente. Era lo acordado. Antonia lo conocía desde la época del movimiento estudiantil. Y de la tele. Aparecía en muchos programas que no tenían nada que ver con política. También había coincidido con él en la Comisión de Familia el año pasado. Tenía que reconocer que era uno de los pocos con los que había podido trabajar. Las comisiones no le importaban a nadie, salvo cuando se discutían proyectos más mediáticos; en general, los diputados entraban, completaban el quórum, esperaban que sonara la campanilla, que se abriera la sesión en nombre de Dios y la Patria, y después se levantaban y se iban. Casi todos. Quedaban tres o cuatro. Entre los que generalmente estaba Cruz.

      Entró a la Sala y fue a su asiento. Casi todos habían llegado. Miró a su alrededor. Claudio Kovacevic conversaba con otros diputados. Miró hacia las galerías: en primera línea, los camarógrafos y fotógrafos apuntando hacia el hemiciclo. Varios la fotografiaron. Más atrás, familiares de diputados, gente de los distritos y funcionarios de la Cámara. Un grupo levantaba un lienzo que decía «Diputado Ignacio Cruz, Presidente de la Cámara 2015-2016».

      Cuando el Secretario General anunció la elección de Cruz media hora después, la Sala estalló en aplausos. Él se notaba orgulloso. Antonia escuchó su discurso con desgano. Palabras escritas por encargo, con mea culpas, promesas y compromisos. Que después se hundirían en el pantano del Congreso. Ella era parte de ese pantano ahora. Ya no representaba al movimiento estudiantil sino a quienes detentaban poder. La habían criticado, confrontado, pifiado. Antes marchaba y gritaba. Ahora se sentaba en una comisión y discutía una ley. Se decía a si misma que mantenía las mismas ideas y objetivos. Que ahora podía influir en las decisiones legislativas. Que no estaba arrepentida. Pero a veces dudaba. Y entonces se refugiaba en lo único que no había cambiado: la rabia. Y hoy, cuando se reanudaba el periodo legislativo, sentía rabia.

ABRIL

      Martes 14 de Abril de 2015

      Tabla sesión de sala

      Valparaíso 10:30 a 14:00

      1  Informe de Comisión Mixta de proyecto que moderniza el sistema de relaciones laborales. Boletín 9835.

      2  En segundo trámite, proyecto relativo al fortalecimiento de la regionalización del país. Boletín 7963.

      3  Homenaje al bombero Álvaro Plaza Ramos, desaparecido en acto de servicio con ocasión de los aluviones que afectaron a diversas ciudades y localidades de la Región de Atacama, y a todos los caídos en esa catástrofe.

       1. Personas de confianza

      Javiera Koch

      –Gracias por recibirme, Ramiro, sé que estás muy ocupado con la preparación del presupuesto, así es que me imagino que no te sobra el tiempo…

      –No se preocupe Directora. Estamos aquí para servirle… Dígame, ¿en qué la puedo ayudar?

      Ramiro Sotomayor, Director subrogante de Finanzas, me había enviado diez días antes un memorándum: «PROCESO PRESUPUESTARIO 2015: «Con el fin de dar cumplimiento al proceso presupuestario para el año 2016, agradeceré a Ud. se sirva hacer llegar a esta Dirección de Finanzas, antes del 31 de mayo del 2015, la estimación de gastos del área que dirige y que deberá financiar el Presupuesto que se formula para el próximo período presupuestario. Dios Guarde a US.».

      O sea, tenía un mes para revisar las finanzas de toda la Dirección de Comunicaciones, concordar un plan de trabajo y hacer una proyección de gastos para el próximo año. Le pedí a los encargados de cada área que me entregaran sus balances de costos, gastos e inversiones y pasé días y noches revisando números y tablas. Para mi sorpresa, no me cuadraban. Me llamó la atención la disparidad de los presupuestos. De los cerca de mil millones de pesos aprobados para Comunicaciones, más del 80 por ciento estaba destinado al canal de televisión. Y, más extraño aún, a diferencia de las otras áreas, no existía por parte de la estación una contabilidad detallada, sino solo gastos generales. Abundaban ítems como «Contratos de producción externa», «Compras y arriendos varios», «Equipamiento menor», «Costos menores de Producción», etc. No decían nada y, sin embargo, podían llegar a sumar más de 100 millones de pesos. Pedí el detalle de esos gastos al Canal, pero su Director, Ricardo Fuenzalida, se negó a entregármelos. Al principio estuve luchando sola contra glosas, acápites, plantillas, anexos y terminología desconocida, porque nadie fue destinado a apoyarme. Hasta que Joana me contactó con un funcionario de la Dirección de Finanzas, Esteban, contador y amigo suyo, quien se ofreció a socorrerme, «pero de manera anónima». Lo que significaba que mientras no supiera si su apoyo implicaba ventajas o problemas, prefería mantenerlo en reserva. Nada personal.

      Esteban fue un gran colaborador y coincidió conmigo, aunque no explícitamente, en que la mayoría de los gastos de Comunicaciones no tenía respaldo y que había procedimientos de chequeo contable mínimos que no se estaban llevando a cabo. Por eso decidí solicitar información directamente Director de Finanzas, Ramiro Sotomayor.

      Ramiro me miraba sonriendo. No tenía más de 40 años. Era moreno, bajo, no muy bien parecido, pero se notaba que dedicaba tiempo y dinero a mejorar esa falencia. Usaba el pelo engominado y, como muchos, vestía un terno caro, en esa ocasión de color gris perla, con camisa blanca y corbata de seda, azul. Un funcionario exitoso y ambicioso. O eso proyectaba. Hace más de un año que subrogaba a su anterior jefe, que había jubilado.

      –Una de las cosas negativas de la Cámara, Directora, es que todos se ponen mañosos y delicados y a veces solo complican la pega de uno, siendo que podrían hacerla más fácil –dijo ante mi exposición–. ¿Y qué información necesita del Canal?

      –Bueno… toda. Porque no sé cómo estructuran su presupuesto, cuánto gastan, por ejemplo, en compra o mantención de equipos; cuánto en producción de programas, en contratación de personal; cuáles funcionarios son permanentes y cuáles subcontratados, si tienen otros servicios o asesorías externas… En fin, todo.

      Ramiro dejó de sonreír.

      –Pero, ¿es necesario ese nivel de detalle, Directora?

      –¿Te parece muy detallado? A mí me parecen más bien las áreas gruesas de gasto. E imagino que hay ítems separados dentro de cada una. Si voy a presentar un presupuesto tengo que saber en qué se gasta el dinero.

      –Mmm… es que la verdad no sé si lo tenemos tan especificado.

      –No entiendo. El Canal recibió un presupuesto de más de 800 millones de pesos este año, similar a lo que obtiene desde hace varios años. Son montos importantes y supongo que se sabe cómo se gastan.

      –¿Está segura de que ése