Pequeño circo. Nando Cruz. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Nando Cruz
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Зарубежная прикладная и научно-популярная литература
Год издания: 0
isbn: 9788418282126
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servido de local de ensayo a muchísimos grupos de distintas generaciones: Mogollón, Agrimensor K, La Dama se Esconde, La Insidia, La Buena Vida y, aún hoy, La Oreja de Van Gogh. Iñaki de Lucas92 también montó su estudio en la zona.

      Amara es un barrio de clase media, con votantes más del PSOE-PP que nacionalistas. Un barrio muy normal; impersonal, según algunos. Cuando se construyó, a finales de los 50, los del centro consideraban que eso ya no era San Sebastián. Mikel Erentxun, Ignacio Valencia, Ibon Errazkin, Javi Pez y yo mismo somos de allí, pero no nos conocimos en el barrio, sino en conciertos, en las emisoras de radio, en bares… No había una escena concretamente ahí, aparte del estandarte que pueda suponer para algunos grupos de distintas generaciones el Tanit, un bar también en Amara, que lleva treinta y siete años poniendo buena música y aglutinando a muchos de esos músicos.

      Todo estaba conectado a través de una serie de bares en el centro que estaban a la última en música y donde nos veíamos más o menos todos, aunque hubiera diferencias de edades entre los grupos.

      Las generaciones de músicos se iban sucediendo con naturalidad y todo se iba alimentando del mismo caldo de cultivo: una ciudad en la que había una afición musical insólita para la época y, sobre todo, para su pequeño tamaño.

      IBON ERRAZKIN: Ricardo me descubrió mucha música. Por él entré en géneros que no conocía, como el jazz. Me grababa cintas de Julie London o me decía, «te voy a grabar una de sonido Canterbury». Y así descubría a Soft Machine. Las Shop Assistants y muchas cosas del C86 también me las grabó Ricardo. Él compraba muchos discos por correo para su programa de música y todo lo de Creation lo conocí por él.

      Xaribari era la tienda de discos donde ibas a vender tu fanzine.

      RICARDO ALDARONDO: Xaribari, ya en los 80, fomentó la importación de discos y los viajes en bus para ver conciertos. La proximidad de Francia facilitó que pudiéramos comprar discos que aquí no salían o salían tarde.

      IBON ERRAZKIN: Era muy normal ir a Francia para todo. Todo el mundo en Donosti iba a Francia al dentista: eran mejores y más baratos. Ibas a un supermercado francés y era como el primer mundo: había montones de tipos de queso. Era Europa. Y las tiendas de discos, igual. En San Juan de Luz había una tienda, Tilbury, donde iba muchísimo a comprar. Y Burdeos tenía incluso una tienda Virgin. El primero de la Velvet, antes de que saliera aquí en serie media, lo compré en Tilbury. El maxi Nag Nag Nag de Cabaret Voltaire también lo compré en Francia.

      Pero el disco de Young Marble Giants lo compré en España. Y Edigsa sacaba los de Felt y todo lo de Cherry Red. Los de My Bloody Valentine los sacó GASA, y Nuevos Medios sacó muchas cosas de Rough Trade y Factory. Eran grupos de lo que se hablaba en las revistas y que sonaban en la radio. No había que ser tan rebuscado para encontrar esos discos.

      TERESA ITURRIOZ: Intentábamos hacer canciones y nos dimos cuenta de que necesitábamos alguien que cantara porque no nos apetecía cantar ni a Ibon ni a mí. Y le dije a Ibon, «en mi clase hay una chica que cuando habla tiene una voz muy bonita». Con Jone no nos conocíamos apenas cuando le propuse entrar en Aventuras de Kirlian. Coincidíamos en clase, pero no éramos del mismo grupo de amigas. Le dije si le apetecía venir, y se vino. Y ya éramos tres.

      IBON ERRAZKIN: Peru tenía varios hermanos que tocaban en grupos. Pablo Iceta tocaba en La Galería, Jon Iceta tocaba en un grupo siniestro, La Fábula Escocesa, y luego estuvo muy metido en Novophonic93. Teresa y yo conocíamos a Jon y a Pablo y sabíamos que tenían un hermano, Peru, que también escuchaba música. Un día, sin conocerle, le llamamos y le dijimos, «oye Peru, ¿no tocas en ningún grupo? Pues toca con nosotros».

      TERESA ITURRIOZ: Yo era novia de uno de los hermanos de Peru, que tocaba el bajo. Creo que las ganas de tocarlo también me vinieron por ahí. ¡Estaba rodeada de bajistas! Hicimos un grupo totalmente de diseño. A Jone la escogimos porque tenía una voz bonita al hablar, y a Peru, porque nos parecía tan guapo que pensábamos que quedaría muy bien.

      El fichaje de Jone fue mejor de lo que creímos. Su padre tenía unas oficinas en el barrio de Amara. Íbamos a ensayar los sábados y domingos a las cuatro de la tarde. Era una habitación que daba a la calle, como un escaparate, pero había unas cortinas muy bonitas con lamas como de los 70. Corríamos los cortinones y ensayábamos detrás. No pagábamos alquiler. Eso fue importante. A lo mejor si hubiésemos tenido que pagar habríamos puesto más pegas.

      EL INSTITUTO PEÑAFLORIDA Y EL USANDIZAGA

      IBON ERRAZKIN: Hice dos números de Interiores en el 84 y en el 85 hice otro fanzine: Imagen pública. Yo era muy fan de PiL. El primer número era una cosa muy finita con muy pocas páginas. En el fanzine hablaba más de grupos locales que de fuera, aunque si caía en mis manos algún New Musical Express fusilaba alguna entrevista. Pero la gracia era entrevistar a grupos locales, hacerles cuestionarios… En el segundo número ya entrevisté a La Insidia.

      Hice tres números y con cada uno organicé una fiesta para presentarlo. Para el primero monté un concierto con La Insidia y La Vieja Escuela. En la presentación del segundo tocaron Duncan Dhu en Altxerri, una especie de galería de arte y bar de jazz. Ya había empezado a tocar con Teresa y teníamos planes de hacer algo, pero yo entonces me dedicaba más al fanzine.

      La Insidia era un grupo de culto en Donosti. Para la gente de nuestro círculo era el mejor. Javier Aramburu tenía un par de años más que yo. Tenía una presencia muy especial y era muy carismático. La Insidia no se parecía nada a Family. Era bastante oscuro. Javier cantaba como Martin Bates de Eyeless In Gaza, desgañitándose.

      RICARDO ALDARONDO: A Javier e Iñaki [Gametxogoikoetxea] los conocí por el programa. Ponía las primeras canciones de La Insidia, iba a verles en directo y era fan. Estuve en La Insidia en la segunda parte de la vida del grupo, más o menos del 85 al 88, tocando la guitarra y algún teclado.

      TERESA ITURRIOZ: ¡La Insidia y Matrona Impúdica eran mis grupos favoritos! Tampoco eran tan distintos. La Insidia era muy desgarrado. Yo era joven y me gustaba lo desgarrado. Matrona Impúdica también eran desgarrados y me encantaba cómo tocaba el bajo Jose Gregorio Izkue: me recordaba al de los Stranglers, moviendo la patita mientras cantaba. Todo me parecía muy exótico y bonito. De La Insidia también me gustaban mucho las letras. En mi casa estaban aburridos de La Insidia, de tanto que los ponía. La única forma de oír esos grupos eran las casetes.

      IBON ERRAZKIN: Había muchos conciertos en salones de actos de institutos públicos como el Peñaflorida y el Usandizaga94. Eran conciertos a los que iban fácilmente doscientas o trescientas personas. Ibas allí los viernes por la tarde y tocaban tres grupos. Allí vi a Duncan Dhu cuando empezaban, a Matrona Impúdica y a La Vieja Escuela, un grupo que parecía que iba a ser tan conocido como Duncan Dhu y La Dama se Esconde, pero que se separó pronto.

      Esos conciertos los montaban los alumnos del instituto: gente de dieciséis y diecisiete años. El público era de su misma edad y los grupos, también. Y el ambiente era muy mixto. Había muchísimas chicas.

      RICARDO ALDARONDO: A mediados de los años 80, los grupos pedíamos permiso en los institutos y montábamos pequeños festivales con dos o tres grupos, sobre todo coincidiendo con el comienzo de las vacaciones de Navidad o Semana Santa. Mogollón surgió en el Instituto Peñaflorida, en la Navidad del 78, tocando entre clase y clase y en los recreos. Nuestro primer concierto fue en la fiesta de fin de trimestre en el salón de actos.

      TERESA ITURRIOZ: Es una pena que se dejaran de hacer conciertos allí porque si yo quise tocar el bajo fue porque veía que no era solo una cosa para la gente importante que estaba en Madrid haciendo música en discográficas. Tu vecino de al lado lo hacía y tú lo podías hacer también. No creo que entonces lo pensase con estas palabras, pero quería hacerlo y lo hice.

      IBON ERRAZKIN: Los conciertos en los institutos duraron hasta el 87. Dejaron de hacerse probablemente porque la gente que estaba en 3.º de BUP en el 85 ya había dejado el instituto y nadie tomó el relevo.

      JAVIER SÁNCHEZ: Recuerdo perfectamente un concierto de Aventuras en el Instituto Femenino. Aquello