Conducción de situaciones de crisis. Martín Miguel Dasso. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Martín Miguel Dasso
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789506231194
Скачать книгу
allá de sus aulas.

      Es para mí un motivo de orgullo escribir el prólogo de este libro. En su contenido se ven reflejadas muchas situaciones cotidianas en las que podemos vernos involucrados alguna vez, y no siempre tenemos las herramientas para sortearlas de la mejor manera. En este sentido, para todos aquellos que se encuentran desarrollando una carrera profesional en cualquier tipo de organización, o bien, para su vida personal, recomiendo su lectura. El texto pone foco en lo relevante, en la importancia de dar tiempo a la preparación, a la previsión para mejorar las habilidades y capacidades que nos permitan luego “ejecutar el plan perfecto en el momento indicado”, en el momento de la verdad.

      Superar las situaciones de crisis, es posible si llevamos adelante una rigurosa disciplina de entrenamiento para que mental, emocional y físicamente, respondamos adecuadamente ante una circunstancia imprevista, muchas veces no deseada; e inclusive, poder ser versátiles, ágiles y flexibles para superar un hecho que ha comenzado de una manera o en una dirección, y que luego, por diversos motivos, ha cambiado para convertirse más tarde, en una nueva situación imprevista o desconocida que requiere de toda nuestra atención para superarla, manejando múltiples variables o potenciales consecuencias para elegir la mejor opción.

      El texto invita a superarnos, a ser mejores, más eficientes; pero sobre todo, resalta el sentido de responsabilidad, de ocuparnos por los otros, por la gente que trabaja con nosotros, por nuestras familias, por nuestro país y también por nosotros mismos. Debemos recordar siempre que la vida no es lo que nos pasa, sino lo que nosotros queremos que pase con nuestra vida.

      Dependemos de nosotros mismos siempre, y ese debe ser un elemento de motivación suficiente para pensar que podremos superar cualquier situación si nos preparamos de la manera adecuada.

      Gastón Medone

      Partner & COO Latin America KPMG

      Desde mis años de juventud me llamó poderosamente la atención qué pensaban las personas que se enfrentaban a situaciones desesperadas en el momento de la decisión.

      ¿Cuál era el mecanismo que tenían para, finalmente, adoptar una resolución correcta o incorrecta y luego de evaluarla o no, quedarse paralizada?

      En este libro no analizaremos las crisis económicas como tales, ya que existe una profusa bibliografía.

      Momentos históricos, muchos reflejados en libros, otros, a través el avance tecnológico, nos permiten ver en vivo y en directo a presidentes, policías, militares, empresarios, y hasta amas de casa enfrentar situaciones críticas y las resoluciones que en cada caso se toman con sus inevitables consecuencias.

      Luego de haber visto a lo largo de mi vida familiar, militar y profesional en el medio civil, a cientos de personas perder su familia, su trabajo, e hipotecar su futuro por adoptar decisiones erróneas en el momento de actuar, trataré de brindar sobre la base de las experiencias ajenas y propias algunas herramientas que nos permitan analizar qué fue lo que ocurrió, en qué contexto y bajo qué circunstancias debieron adoptar resoluciones que marcaron sus vidas y las de los que los rodeaban.

      En prestigiosas universidades alrededor de todo el mundo, se ofrecen talleres, work shops, seminarios relacionados con este tema. La realidad indica que en el momento en que uno queda en su oficina solo, frente a la crisis, acompañado por la foto de su familia en las últimas vacaciones en la costa o en la nieve, y del otro lado la presión del conflicto, no son muchos los que sortean con éxito los obstáculos que se presentan.

      En este país, donde la palabra previsibilidad y trazabilidad son meras utopías, la crisis está a la orden del día.

      Erróneamente se ha tomado alguna letra de Ignacio Copani (Lo atamos con alambre) o de la Bersuit (La argentinidad al palo) como una virtud, nuestra supuesta capacidad de adaptación a las crisis y a los cambios. Y digo erróneamente, porque continuamos viviendo crisis de todo tipo en el ámbito político y empresarial, muchas de las cuales podrían evitarse, lo que indica no solo que no estamos preparados casi nunca, sino que hemos hecho de la improvisación nuestra fortaleza, y las improvisaciones no se llevan bien con las crisis y menos aún con sus consecuencias.

      Todos enfrentamos y enfrentaremos crisis de toda índole, la diferencia estará en cómo hemos capitalizado la experiencia de los errores y aciertos anteriores para volcarlas en la próxima crisis que enfrentemos, para al menos reducir, canalizar, y en el mejor de los escenarios anular sus consecuencias o aprovecharlas a nuestro favor.

      El hombre es el hombre y sus circunstancias.

      José Ortega y Gasset (1883-1955)

      Una situación de crisis puede tener tantas variables como personas hay en este mundo, ya que al ser sus consecuencias sufridas por el ser humano, cada uno tiene su óptica particular de vivirla, transitarla, procesarla y aprender de ellas.

      El momento en que se inicia una crisis, muchas veces encuentra a los que luego serán sus protagonistas principales en la más profunda ignorancia.

      Los motivos desencadenantes de una crisis son innumerables, depende del ámbito en que se genere, y son más o menos complicados de detectar tempranamente.

       TIPOS DE CRISIS

      A los efectos de poder analizar fundamentalmente a los actores de cada crisis presentada y así poder vernos reflejados, las agruparemos en:

      crisis empresariales, crisis políticas y crisis familiares.

      Cada una de ellas tiene en común que los protagonistas son personas, como nosotros, de carne y hueso, con sus virtudes y defectos, con mayor o menor preparación intelectual y experiencia de vida, por lo que podremos vernos reflejados en la realidad que vivieron.

      ¿Quién no recuerda el rostro del presidente de E.E.U.U., George W. Bush, el 11 de septiembre del 2001 cuando, en una escuela en Florida, siendo las 09:07 h, el jefe de gabinete de la Casa Blanca Jacob Lew se le acerca y le comunica que un avión se estrelló en el WTC?

      ¿Qué sensaciones experimentó George Bush en esos minutos hasta las 09:31 h en que pronuncio su primer discurso después del ataque?

      Y ¿podemos imaginarnos la cara de Néstor Kirchner, el 17 de julio de 2008, cuando escuchó que el entonces vicepresidente Cobos votaba en forma negativa la resolución 125 que aplicaba retenciones móviles al campo?

      ¿O la reacción del actor John Travolta al tomar conocimiento de la muerte de su hijo Jett, de 16 años, producto de un suicidio?

      Como vemos, las situaciones son totalmente disímiles, sin embargo, para sus protagonistas el momento que afrontaban era único e irrepetible.

      ¿De qué manera uno se entera de que a partir de ese momento se desencadena una crisis cuyas consecuencias nos afectarán en forma directa? Las variables son infinitas; sin embargo, hay algunas que aparecen con mayor frecuencia y que se enuncian a continuación.

      1. Directa debido a consecuencias visibles.

      2. A través de alguien en forma: directa, a través de una persona e indirecta, a través de los MMCS.

      Cualquiera de ellas involucra una serie de alteraciones nerviosas que reflejaremos más adelante. A continuación nos ocuparemos de analizar cada una de ellas:

      1. Directa debido a consecuencias visibles: esta forma puede dividirse en dos opciones, cuya variable es el grado de sorpresa con el que me enfrento a las consecuencias de la crisis.

      La sorpresa como concepto en sí tiene muchas aplicaciones como base. Se trata de un hecho inesperado, pero puede ser agradable o desagradable. A su vez, en caso de tratarse de este último, la variable que puede distinguirse es si el hecho que desencadena la sorpresa dentro de mi esquema de respuesta podrá ser:

      1.a. Algo que podía producirse pero no había indicios de que se produjera.

      1.b.