La misión liberadora de Jesús. Darío López R.. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Darío López R.
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Религиозные тексты
Год издания: 0
isbn: 9789972701993
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galilea de Jesús nos recuerda que anunciar el reino de Dios es «restaurar la vida, prometer la vida, celebrar la vida» (Arias 1998: 59). Pero ¿cómo restaurar, prometer y celebrar la vida en un contexto de violencia institucionalizada contra los pobres y los excluidos?

      En mi caso, la respuesta a la pregunta «¿por qué Galilea?», rediseñó mi comprensión de la misión cristiana y, consecuente­mente, mi práctica pastoral y mi compromiso ciudadano. Comencé a plantearme preguntas que debían ser respondidas con acciones sociales y políticas concretas en favor de las víctimas de la injusticia legalizada: ¿Cuál tiene que ser la opción misionera de las iglesias pentecostales? ¿La justicia de los que detentan el poder político utilizando el dinero y las armas o la justicia del reino de Dios que exalta a los humildes y derriba de su trono a los poderosos? ¿Una teología legitimadora y justificadora de las opciones de muerte maquilladas con un discurso religioso o una teología de la vida bajo el impulso del Espíritu de vida? ¿Debe ser nuestra opción misionera el silencio cómplice cuando se asesina vilmente a cientos de seres humanos indefensos, la indiferencia frente al escándalo de la pobreza y la pobreza extrema, o la pasividad cuando cientos de seres humanos mueren de hambre o no tienen un trabajo digno y viven en condiciones infrahumanas?

      La misión liberadora de Jesús

      Examinando el Evangelio de Lucas descubrí que cuatro ejes temáticos estaban conectados con la misión liberadora de Jesús y vertebraban su opción galilea. Cada uno de estos temas tenía connotaciones sociales y políticas concretas que desafiaban mi compromiso pastoral y mi acción ciudadana. ¿Cuáles son estos ejes temáticos y cuáles sus implicaciones sociales y políticas para la misión liberadora de las iglesias evangélicas en sus realidades misioneras concretas?

      El manifiesto mesiánico de Nazaret

      La declaración mesiánica de Jesús (4.16–30), con su eco combinado del Éxodo y del Jubileo (Wright 2006: 309), es un texto clave en el cual se perfila y sintetiza la misión liberadora de Jesús20, misión liberadora que se concretiza en su opción galilea.

      Sobre el manifiesto mesiánico de Jesús, siguiendo la opinión de Robert McAfee Brown, Gustavo Gutiérrez sostiene que se trata de «un texto que cumple en el Evangelio de Lucas una función semejante al del Éxodo en el Antiguo Testamento. Ambos expresan la voluntad liberadora de Dios» (Gutiérrez 1989: 40). ¿Cuál es el contenido y el alcance liberador de la declaración mesiánica de Jesús? Para Gustavo Gutiérrez:

      En un pasaje del Evangelio de Lucas que nos es muy familiar (4.16–20), Jesús, valiéndose de un texto del profeta Isaías (61.1–2 y 58.6), da cuenta pública de su programa […] Con este pasaje de su evangelio, Lucas nos presenta el comienzo del ministerio de Jesús […] Lucas aprovecha la escena de la visita a Nazaret, que nos cuentan también Mateo y Marcos (13.53–58 y 6.1–6), para decirnos en qué consistirá la obra mesiánica y pone además esmero en hacer ver su alcance universal […]. Las diferentes situaciones humanas enunciadas (pobreza, cautividad, ceguera, opresión) aparecen como expresiones de muerte […] En este texto progra­mático encontramos por consiguiente la disyuntiva muerte-vida, central en la revelación bíblica, frente a la cual […] se nos exige una opción radical. (Gutiérrez 1989: 39–40, 41–42)

      John Yoder, por su parte, sostiene que:

      El pasaje de Isaías que Jesús utiliza aquí para aplicarlo a sí mismo, no sólo es uno de los más explícitamente mesiánicos; es también el que establece las expectativas mesiánicas en los términos sociales más expresivos […] Es muy posible que el año aceptable del Señor en el libro del profeta, se refiera a algún evento en particular hacia el fin de la era, o en el futuro inmediato de los cautivos de Babilonia (o a ambos); pero para el judaísmo rabínico y, por lo tanto, para los oyentes de Jesús, es más probable que no significara ninguno de los dos, sino el año del jubileo, el tiempo en que las desigualdades acumuladas a lo largo de los años son olvidadas, y todo el pueblo de Dios comienza otra vez desde el principio. La expectativa, por lo tanto, no es que Jesús vendría a sacar a Palestina del último peldaño de la escala temporal, sino más bien que estaba por llegar a Pales­tina el impacto igualitario del año sabático. (Yoder 1985: 32–33)

      René Padilla, sobre este mismo pasaje, afirma lo siguiente:

      Al comienzo mismo de su ministerio, en su manifiesto sobre su misión anunciado en la sinagoga de Nazaret, lee la profecía de Isaías 61.1–2 y afirma que el día del cumplimiento ha llegado. De su interpretación de ese pasaje bíblico se deriva que Jesús entiende su misión en términos de la inauguración de una nueva era —el año favorable del Señor— [...] caracterizado por el anuncio de la buena noticia a los pobres, la libertad de los presos, la restauración de la vista a los ciegos, la liberación de los oprimidos. Con el Antiguo Testamento como telón de fondo, Jesús concibe su actividad mesiánica en términos de la instauración del año favorable del Señor, es decir, el año de jubileo y, consecuentemente, de la reestructuración de la sociedad según los dictados del amor y la justicia. Es el portador de las bendiciones del reino, las mismas que son derramadas sobre gente que vive en condiciones de privación y opresión, pobreza y explotación. (Padilla 1986: 169)

      Teniendo en cuenta la información que Lucas nos proporciona en su evangelio, así como el aporte de las personas que han estudiado este pasaje, se puede afirmar que cualquiera sea la óptica teológica desde la cual se lea y analice este pasaje, no se pueden desconocer cuatro asuntos que están bastante claros y que no requieren de mayor explicación o análisis crítico:

      a. Jesús se aplica a sí mismo las palabras de Isaías 61.1–2. En él se cumple esta profecía mesiánica de Isaías. Jesús afirma que en su persona y ministerio el reino de Dios se ha hecho presente en el seno de la historia21. Sus palabras y sus acciones liberadoras en beneficio de seres humanos concretos como los enfermos, las viudas, los publicanos, los samaritanos y los endemoniados, dan cuenta de esa realidad.

      b. Es un pasaje que está conectado con el año de jubileo. Un año de liberación en el cual se daba una nivelación social, se condonaban las deudas, los pobres recuperaban sus tierras y los esclavos eran liberados (Lv 25.1–55)22.

      c. Tiene una dimensión social y política incuestionable relacionada con la liberación de las personas que se encontraban en situaciones de opresión como los pobres. Los pobres (un término que se halla también en Isaías 61.1, anawin, ptojós como se traduce en la Septuaginta) «significan claramente en Lucas los desprovistos de lo que es necesario para vivir» (Gutiérrez 1989: 42)23, como en Lucas 6.20; 7.22; 14.13–21.

      d. Aparecen en este pasaje las dos notas claves del Evangelio de Lucas: el amor universal de Dios y su opción preferencial por los pobres y los excluidos. Ambas son dimensiones irrenunciables de la buena noticia del reino de Dios y no pueden relegadas o recortadas, bajo ningún pretexto.

      Respecto a la imparcialidad del amor de Dios y a su predilección por los pobres y los excluidos, que destaca notoriamente cuando se lee Lucas 4.16–30, a la luz de Isaías 61.1–2 e Isaías 58.6, se tiene que precisar lo siguiente:

      En primer lugar, cuando cita a Isaías 61.1–2, Jesús no lee la última parte de Isaías 61.2 (el día de la venganza del Dios nuestro), evitando de esa manera toda referencia de hostilidad a los gentiles. Proclamó así la gracia imparcial de Dios, subrayada además en la referencia a dos despreciables gentiles que recibieron el favor de Dios, como la viuda de Sarepta y Naamán, el leproso sirio (Hertig 1998: 167–179). La gratuidad y la imparcialidad del amor de Dios afloran entonces como notas claves de la misión liberadora de Jesús en su discurso programático de Nazaret, notas claves que se expresan notoriamente en su opción galilea y que son ejes transversales del tercer evangelio.

      a. En segundo lugar, cuando en Lucas 4.18, Jesús inserta una frase tomada de Isaías 58.6 (a poner en libertad a los oprimidos), intro­duce un correctivo necesario para una religión despreocupada por las condiciones materiales concretas en las cuales vivían los pobres y los oprimidos (Hertig 1998: 167–179). Este texto del profeta