Muchas personas están tan absortas en los problemas que la, mera idea de que cualquiera de ellos pueda tener solución les resulta incómoda. Sin el problema a modo de hilo conductor, pierden la orientación. Orientarse hacia los problemas lleva a una búsqueda activa de problemas. La orientación hacia metas lleva a una búsqueda de metas y soluciones para los problemas.
El sexto principio
Cada persona dispone de las fuerzas que necesita. Posiblemente estará pensando: «¡Ya me gustaría a mí!». ¡Pues sí, ciertamente es así! Precisamente las personas insatisfechas de sí mismas gustan de dudar de este fundamento.
Les gusta creer que la naturaleza, Dios o el destino les privó de algo. Sin embargo, toda persona dispone de hecho, potencialmente, de cualquier posibilidad. En cada uno dormitan fuerzas desconocidas. La PNL ayuda, entre otras cosas, a movilizar esas fuerzas llamadas en PNL recursos.
¿Recuerda el cuarto principio (toda experiencia tiene una estructura)? Todos los recursos de que dispone una persona se componen de la suma de los elementos que subyacen a las experiencias: a las percepciones. ¡Todo el mundo dispone de esos elementos! Esto significa que como mínimo podemos decir que toda persona posee los fundamentos de todos los recursos y que los puede organizar como elementos. Pero en verdad queremos afirmar aún más, a saber: que cada persona lleva consigo esos elementos de manera fija y acabada. Sólo el hecho de que algunos recursos se usan muy raras veces sirve a algunos de base para pensar que no posee esos recursos.
Reactivar lo enterrado
De esta manera, algunos piensan que no tienen suficiente paciencia, ninguna conciencia propia, ninguna voluntad ni fantasía. Pero ¿quién puede decir de sí mismo que nunca, en ninguna ocasión, ni siquiera durante un segundo, ha dispuesto de esos recursos? Evidentemente, nadie puede afirmar algo así. Cada uno ha dispuesto alguna vez de esos recursos. Todo el mundo ha sido alguna vez voluntarioso, paciente, y ha estado convencido de sí mismo o lleno de fantasía. Cada persona lleva consigo estos recursos. Lo que pasa es que muchos no saben cómo volver a sacarlos fuera. Mediante la PNL aprenderá a activar nuevamente los recursos que necesite.
El séptimo principio
Cuerpo y mente con partes de una cisterna. A menudo se oye la frase de que el ser humano tiene cuerpo y mente. Pero ¿no es más cierto decir que el ser humano es cuerpo y mente? La tradición occidental tiende a tratar al cuerpo y a la mente como sistemas separados. Si esto ya es bastante difícil de defender filosóficamente, en medicina y psicología ha acabado por mostrarse totalmente inútil. Hoy en día, la medicina puramente mecánica ha tocado sus propios límites.
El pensamiento que afirma que el cuerpo y la mente se encuentran estrechamente relacionados no es nuevo. Sin embargo, solo desde hace algunas décadas se investigan estas conexiones de forma sistemática. La psicosomática que se ocupa de la relación entre alma (psiqué) y cuerpo (soma) ha demostrado que muchas enfermedades no se pueden entender sólo como puramente corporales.
Como ejemplos claros de ello se encuentran el cáncer, el asma, la presión sanguínea elevada, las enfermedades crónicas del aparato digestivo o la artritis reumática.
La postura influye en la voz
Una línea de investigación todavía más reciente, la psiconeuroinmunología, se ocupa de las relaciones entre pensamientos, sentimientos y procesos corporales. Gracias a ella pareció cada vez más evidente que cuerpo y mente siempre interactúan. Hoy en día sabemos que cada pensamiento y cada sentimiento trae consigo cambios corporales. Pero también vale al revés; cada cambio corporal se refleja también en un cambio de los procesos mentales.
En la PNL, estos conocimientos desempeñan un papel muy importante. Por un lado, mediante cambios de modelos de pensamiento se modifican problemas corporales. Por otro lado, mediante el control de parámetros corporales como la tensión muscular, se ejerce una influencia positiva en los sentimientos y en los pensamientos.
Con un pequeño experimento podrá experimentarlo en su propio cuerpo.
Ejercicio: postura negativa y positivaPruebe la postura negativa: deje caer su cabeza y sus hombros hacia delante, tense ligeramente la musculatura del abdomen, entorne los ojos (como si algo le hubiera entrado en los ojos) y estire el labio inferior hacia abajo. Inspire poco a poco. Compruebe su estado interior. Intente pensar en algo bello, divertido, agradable. Se sorprenderá al ver que choca contra una resistencia interior que no le deja conseguirlo.Esta postura está asociada con modelos de sentimientos negativos. La posición corporal cohíbe pensamientos y sentimientos positivos.Ahora probemos lo contrario, la postura positiva. Relaje el abdomen, los ojos, la frente; levante la cabeza, la vista, las cejas y la comisura de los labios. Eche los hombros hacia atrás y respire varias veces. Posiblemente comprobará enseguida que esta postura atrae sentimientos positivos. En esta postura tendrá grandes dificultades para ahondar en sentimientos y pensamientos negativos. |
El octavo principio
El significado de toda comunicación se encuentra en su resultado. La imagen usual de la comunicación es más o menos la siguiente: la persona A envía información y la persona B recibe esa información. Una versión un poco más complicada sería: A «codifica» la información y B la «descodifica». Sin embargo, es bastante más complicado y a la vez más sencillo.
Primero nos limitaremos a lo fácil. Reflexionemos sobre qué pasa en una comunicación (por ejemplo, verbal).
La persona A mueve sus labios, las ondas sonoras llegan al oído de la persona B.
Las ondas sonoras se transforman en impulsos eléctricos que se envían al cerebro de la persona B.
La persona B reacciona o no a los impulsos. Lo esencial es la reacción de B. La comunicación tiene sentido (para la persona A) si al decir A algo, B reacciona de la forma deseada (por la persona A). Se ha dado cuenta de que no se da aquí ninguna «información»? No es de extrañar, ya que la comunicación no afecta a la transmisión de información. Este es el punto de vista del constructivismo; una línea filosófica relativamente nueva. La PNL está influida desde varios enfoques por el constructivismo.
En la comunicación entre personas con mucha frecuencia se producen malentendidos. Mientras uno piensa que ha explicado claramente una cosa («transmisión de información»), el otro habla como si no hubiese recibido el mensaje (en verdad no lo ha recibido). Y así se va gestando el desastre. Lo importante no es lo que uno cree decir sino lo que uno desea que el otro entienda.
Obstáculos de la comunicación
Un ejemplo sencillo: alguien se le acerca y dice: «iKonichi wa!». Posiblemente se quedará un poco sorprendido y no podrá mostrar ninguna reacción adecuada. El japonés que le ha dirigido estas palabras pensaba en proferir un saludo, pero su expresión no era significativa para conseguir el resultado deseado. Hubiese sido mucho y más efectivo si le hubiese pronunciado el típico «Buenos días».
En el ejemplo, la dificultad es fácil de comprender. Sin embargo, en la comunicación diaria en la que el interlocutor aparentemente habla la misma lengua, no parece tan fácil de ver de qué manera reside el significado de la comunicación en su resultado.
El noveno principio
No existen los fracasos, sino solamente mensajes de respuesta. Uno de los mensajes más importantes de la PNL es que nunca hay fracasos. Los resultados se consiguen en el momento en que se empieza a actuar. El camino hacia el resultado sólo se puede encontrar mientras siga habiendo mensajes de respuesta que indiquen que la dirección hacia la meta es la correcta. Sólo mediante estos mensajes de respuesta es posible realizar correcciones.
Mientras