Los cursos de formación en lÃnea abiertos y gratuitos hacen todo esto con costos marginales nulos. Si se produce un vÃdeo el costo marginal para distribuirlo a un millardo de personas es prácticamente igual a cero.
Estamos empezando a ver un nuevo sistema económico en el que no sólo hay productores y consumidores, propietarios y trabajadores, sino también prosumidores, es decir millones de personas que acceden a las plataformas del Internet de las Cosas y son capaces de producir, consumir y compartir cualquier servicio virtual: noticias, conocimiento, música, vÃdeo, eludiendo a las grandes organizaciones del siglo XX casi a costo marginal cero, o sea gratis, en abundancia y fuera del mercado. Esta es una revolución.
¿Qué les pasará a las Multinacionales?
Muchas de ellas grandes y verticales del siglo XX han sido destruidas como ha sucedido, está sucediendo y sucederá en la industria musical y de vÃdeo, la edición y la televisión.
Al mismo tiempo, han surgido miles de otras nuevas empresas de la economÃa del compartir, no sólo Google, Facebook y Twitter, pero miles de empresas con y sin fines de lucro que están construyendo la economÃa del compartir que permite a los jóvenes compartir lo que crean.
Es un proceso muy destructivo para la economÃa de mercado que conocemos hoy pero es sólo el comienzo de una revolución hacia la democratización de la vida económica.
Alemania está liderando esta revolución, e incluso pequeñas naciones como Dinamarca y Costa Rica lo están haciendo bien. Alemania está a la cabeza en el Internet de la energÃa con el 27% de la energÃa producida por el sol y el viento. Será más del 35% en 2020 y el 100% en 2040.Los costos de las tecnologÃas para la producción de energÃa se están reduciendo fuertemente como ha sucedido en la industria informática. Un vatio solar costaba 150 dólares en 1970, hoy cuesta 64 centavos y se reducirá a 35 dentro de 18 meses. En Alemania, una vez que se pagan los costos de la inversión el costo marginal de la energÃa producida será cercano a cero. El sol y el viento no envÃan ninguna factura a los alemanes. Es gratis. Alemania se encamina hacia un sistema energético a costo marginal cero que la hará la economÃa más productiva y eficiente del mundo, con enormes beneficios para sus empresas y sus familias.
También China comenzó a cambiar su polÃtica energética con una inversiones a partir de 82 millardos de dólares desde el 2015 para digitalizar la red eléctrica y volverla inteligente. Millones de chinos podrán producir energÃa solar y eólica en su casa y compartirla en la red eléctrica nacional.
En la ingenierÃa eléctrica y de telecomunicaciones una smart grid (red inteligente) es el conjunto de una red de información y una red de distribución eléctrica de una manera tal que permita gestionar la red eléctrica en forma âinteligenteâ.
Precisamente la caracterÃstica âinteligenteâ es destacar en varios aspectos o funcionalidades o en maneras eficiente para la distribución de energÃa eléctrica y para un uso más racional de la energÃa minimizando, al mismo tiempo, eventuales sobrecargas y variaciones de la tensión eléctrica en torno a su valor nominal6 .
Smart Grid Digital (Red Digital Inteligente) es el concepto que transportado desde la red eléctrica, será siempre más desarrollado en las conexiones de red informática. Esto significa no sólo Wi-Fi, banda ancha (broadband) y grandes volúmenes de datos, pero es necesario avanzar hacia la tendencia a digitalizar los tres principales paradigmas del sistema económico: la energÃa, la comunicación y la logÃstica (incluyendo sistemas de transporte).
No existen más fronteras virtuales y tampoco naturales ante de los grandes problemas globales como el desarrollo demográfico, los recursos alimentarios, la sobreexplotación de los recursos de la tierra, la polución incontrolada del planeta y en consecuencia problemas al lÃmite de la calidad de vida, de habitabilidad, y del equilibrio de la biosfera. Grandes problemas de los cuales comenzamos a ser más que conscientes y que ya no podemos posponer o peor ignorar.
Mientras tanto, inevitablemente se abre paso una nueva conciencia social globalizada que exige un cambio total de paradigmas. Las relaciones verticales y de poder deberán dar paso progresivamente a las relaciones de cooperación e intercambio de fuerzas.
EmpatÃa y asertividad, palabras clave del intercambio y la colaboración, se deben integrar necesariamente a comunidades cerradas narcisistas y conservadoras de cualquier dimensión y territorio.
Como magistralmente descrito por Jeremy Rifkin la historia enseña que cada vez que cambia la energÃa, la comunicación y la logÃstica, se está en los albores de una sustancial revolución económica en todas las sociedades del mundo. Y como siempre ocurre en los grandes cambios es crucial para el futuro de la vida social aprovechar las oportunidades de estos cambios, renovando y adaptando su mundo interior a una nueva visión global. Ahora, inevitablemente, la historia del hombre y de la civilización ha alcanzado una dimensión global.
Los acontecimientos paradigmáticos de la tercera revolución industrial descritos por Jeremy Rifkin han producido la mayor aceleración evolutiva en la historia del hombre. Y como siempre, les corresponde a los hombres para saber cómo aprovechar las nuevas oportunidades aún más rápidamente cuanto más profunda y consciente es su voluntad de cambiar ellos mismos.
El primer gran cambio radical está en la transición gradual de una conciencia individual centrada en sà mismo a una colectiva abierta y multifocal. En resumen capaz de conjugar el âsiâ con los demás y con el mundo circundante. Esta visión tridimensional, que de hecho define la denominada conciencia biosférica es la nueva condición interior absolutamente necesaria para poder recoger rápidamente los grandes beneficios que éste proceso revolucionario global puede generar.
No saber aprovechar esta gran oportunidad o peor no querer participar en el cambio puede traducirse en eventos sociales desfavorables, de los cuales ya se puede tener percepción, si no las primeras señales.
La historia continuamente nos los propone.
Individuos y empresas, cada vez más colaborativos, más involucrados, más empáticos, más atentos al planeta en el que viven. El cambio incidirá en nuestras vidas aún más rápidamente cuanto más seamos parte activa.
Y esto sucederá tanto en la producción de bienes, y sobre todo en la esfera colectiva de las relaciones, los denominados Servicios y entre éstos ante todo los de la Salud, donde el valor de la empatÃa es uno de los pilares fundamentales de la concepción moderna de la relación médico-paciente.
La relación médico-paciente, que siempre ha representado la piedra angular y el eje central del proceso de âcuraciónâ en todas sus fases, desde la prevención hasta el diagnóstico y la terapia.
En algunos contextos nacionales con el tiempo ha cambiado la relación médico-paciente, dejando espacio a estériles protocolos matemáticos de cadenas de producción de âEmpresasâ de la Salud operadas por organizaciones veces especulativas. Empresas ya sean públicas o privadas. El carácter especulativo en cuanto a las âEmpresasâ, en éste contexto, es que en lugar de concentrarse en la âproducciónâ de salud terminan por alimentarse a sà mismos y a su supervivencia.
¿Por qué los sistemas de administración de servicios sanitarios están siendo constantemente revisados? ¿Qué cambia continuamente? ¿Cómo es que nunca los sistemas sanitarios públicos tienden a privatizarse y viceversa? ¿Por qué una profesión importante como la sanitaria, más que cualquier otra está en el centro del debate y la polémica? ¿Por qué uno de los servicios más importantes que cada Estado deberÃa garantizar prioritariamente es tan diferente de un paÃs a otro?
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