El Tratado del Apocalipsis del beato Gregorio López (1542-1596). Iván Kopylov Sidorovich. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Iván Kopylov Sidorovich
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9786079946883
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en una fuente que es una joya de la literatura hagiográfica novohispana: La vida que el siervo de Dios Gregorio López hizo en algunos lugares de la Nueva España, escrita por el cura Francisco Losa,[27] quien, siendo también un místico, se convirtió en el amigo íntimo de Gregorio. A nuestro parecer, la vida de Gregorio López escrita por Francisco Losa corresponde no sólo con los ejemplos hagiográficos expuestos en las vidas de los santos ermitaños egipcios (en primer lugar, como lo nota Antonio Rubial García, en lo que se refiere a las prácticas ascéticas, como dormir con una piedra en vez de almohada o abstenerse totalmente de la carne, comiendo una vez al día maíz tostado o frutas silvestres),[28] sino también tienen mucho en común con los detalles biográficos de los santos latinos de la época tardoantigua y altomedieval. Por ejemplo, podemos encontrar unos detalles comunes que aproximan a Gregorio López con el obispo norteafricano de los siglos v-vi san Fulgencio de Ruspe, conocido como Augustinus abbreviatus:[29] tanto Gregorio López como san Fulgencio provenían de las familias nobles; ambos se dedicaron a la oración, abnegación, meditaciones, ayuno y vida solitaria teniendo un poco más que 20 años de edad después de un periodo corto en el servicio estatal o cortesano (Fulgencio como procurador y Gregorio como el paje de la corte castellana). Ambos poseían una educación buena y profunda, y por su cuenta aprendían muchas cosas por ser autodidactos (Fulgencio fue muy bien instruido en las letras clásicas, incluso el griego antiguo que le enseñó su madre, una noble mujer llamada Mariana; Gregorio sabía latín, geografía, medicina y otras disciplinas).Vivían ambos en el territorio no civilizado y poblado por los pueblos nómadas (Gregorio entre los chichimecas, Fulgencio entre los mauros, es decir, los bereberes); ambos establecieron unas reglas muy rigorosas de la vida solitaria.[30] Además, el estilo del padre Losa, sobrio y escueto según Rubial García,[31] más bien reproduce los recuentos biográficos de los santos latinos (como san Cipriano, san Ambrosio o el mismo san Fulgencio), tintados por el estilo de unas laudationes funebres (el género que conocemos sobre todo gracias a la biografía de Julio Agrícola escrita por Tácito) que las vidas orientales llenas de milagros, intervenciones de las fuerzas sobrenaturales etcétera. En este sentido la vida de Gregorio López continúa las tradiciones establecidas por la hagiografía latina de los siglos iii-vi. Parece curioso que el mismo cura Losa hace paralelos entre Gregorio López y los jóvenes san Gerónimo y san Hilario, aunque sin adentrarse en los detalles.[32] Este problema, que según nosotros es de mucha importancia filológica, merece un estudio aparte.