Los medios humanos disponibles en cada momento para hacer frente a la situación de emergencia: no es lo mismo tener una plantilla de 100 personas o superior que tratarse de una empresa familiar de 10 o 15 personas, de la misma manera que también cuentan los turnos de trabajo o los períodos vacacionales en los cuales el número de personas puede verse sensiblemente disminuido.
La ocupación: hay que ver si en el establecimiento en cuestión únicamente hay personal de plantilla o por el contrario puede haber personal ajeno a las instalaciones y por tanto desconocedor de los protocolos de actuación y vías de evacuación (personal foráneo). También hay que ver el número de personas potencialmente existentes en el edificio en el momento de declararse la situación de emergencia.
La existencia o no de medios automáticos de detección, alarma y extinción, en caso de incendio.
Por ejemplo: las acciones de respuesta a una emergencia son diferentes si
a) se trata de una fábrica de tornillos o de material pirotécnico.
b) sucede durante la jornada laboral o de noche, durante la época de trabajo o en vacaciones.
c) es en un local privado o en un centro de pública concurrencia (cine, teatro, estadio de fútbol…).
d) si existen medios automáticos de detección, alarma y extinción (detectores de incendio, rociadores y timbres de alarma fundamentalmente), o por el contrario los únicos medios disponibles son los extintores y bocas de incendio equipadas (mangueras).
A continuación se ofrecen tres definiciones que tienen que ver con los aspectos fundamentales a contemplar por un Plan de Autoprotección ya vistos con anterioridad y que son contemplados por el Anexo III del RD 393/2007, de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia:
0.2.4.1. Plan de actuación en emergencias
Documento perteneciente al plan de autoprotección en el que se prevé la organización de la respuesta ante situaciones de emergencias clasificadas, las medidas de protección e intervención a adoptar, y los procedimientos y secuencia de actuación para dar respuesta a las posibles emergencias.
0.2.4.2. Planificación frente a posibles emergencias
Es la preparación de las líneas de actuación para hacer frente a las situaciones de emergencia.
0.2.4.3. Prevención y control de los riesgos
Es el estudio e implantación de las medidas necesarias y convenientes para mantener bajo observación, evitar o reducir las situaciones de riesgo potencial y daños que pudieran derivarse. Las acciones preventivas deben establecerse antes de que se produzca la incidencia, emergencia, accidente o como consecuencia de la experiencia adquirida tras el análisis de las mismas.
Todos estos puntos serán desarrollados de manera más profusa en temas sucesivos.
0.3. Formato de planos
Concepto de plano
En topografía (que es el concepto que nos interesa) se llama plano a la representación gráfica en una superficie y mediante procedimientos técnicos, de un terreno o de la planta (en el siguiente apartado definiremos este concepto) de un campamento, plaza, fortaleza o cualquier otra cosa semejante.
Concepto de formato
Se llama formato a la hoja de papel en que se realiza un dibujo, cuya forma y dimensiones en mm. están normalizados. En la norma UNE 1.026-2 83 Parte 2, equivalente a la ISO 5.457, se especifican las características de los formatos.
Dimensiones
Las dimensiones de los formatos responden a las reglas de doblado, semejanza y referencia. Según las cuales:
1. Un formato se obtiene por doblado transversal del inmediato superior.
2. La relación entre los lados de un formato es igual a la relación existente entre el lado de un cuadrado y su diagonal, es decir 1/ 2.
3. Y finalmente para la obtención de los formatos se parte de un formato base de 1 m2.
Figura 2. Reglas de doblado, semejanza y referencia.
Aplicando estas tres reglas, se determina las dimensiones del formato base llamado A0 cuyas dimensiones serían 1.189 × 841 mm.
El resto de formatos de la serie A, se obtendrán por doblados sucesivos del formato A0.
La norma establece para sobres, carpetas, archivadores, etc. dos series auxiliares B y C.
Las dimensiones de los formatos de la serie B, se obtienen como media geométrica de los lados homólogos de dos formatos sucesivos de la serie A.
Los de la serie C, se obtienen como media geométrica de los lados homólogos de los correspondientes de la serie A y B
Tabla 1. Series A, B y C en los formatos de planos.
Excepcionalmente y para piezas alargadas, la norma contempla la utilización de formatos que denomina especiales y excepcionales, que se obtienen multiplicando por 2, 3, 4 … y hasta 9 veces las dimensiones del lado corto de un formato.
Tabla 2. Formatos alargados especiales y excepcionales.
Figura 1.3. Esquema de doblado para formatos A0 y A1.
Figura 4. Esquema de doblado para formatos A2 y A3.
0.3.1. Márgenes: (1)
En los formatos se debe dibujar un recuadro interior, que delimite la zona útil de dibujo. Este recuadro deja unos márgenes en el formato, que la norma establece que no sea inferior a 20 mm para los formatos A0 y A1, y no inferior a 10 mm para los formatos A2, A3 y A4. Si se prevé un plegado para archivado con perforaciones en el papel, se debe definir un margen de archivado de una anchura mínima de 20 mm, en el lado opuesto al cuadro de rotulación.
0.3.2. Cuadro de rotulación: (2)
Conocido también como cajetín, se debe colocar dentro de la zona de dibujo, y en la parte inferior derecha, siendo su dirección de lectura, las misma que el dibujo. En UNE – 1.035 - 95, se establece la disposición que puede adoptar el cuadro con su dos zonas: la de identificación, de anchura máxima 170 mm y la de información suplementaria, que se debe colocar encima o a la izquierda de aquella.
0.3.3. Señales de centrado: (3)
Señales de centrado. Son unos trazos colocados en los extremos de los ejes de simetría del formato, en los dos sentidos.