Organización familiar en la vida urbana. Tania Zohn Muldoon. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Tania Zohn Muldoon
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9786078616985
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para afrontar una situación de gran complejidad.

      En el GP4 FHA de familias con hijos en albergue, se tienen cinco familias (83%) en etapa de hijos en edad escolar y una familia (13%) en nido vacío. Por lo que los hijos mayores de estas familias, en su mayoría, están cursando la primaria; quiere decir que son los que estarían en situación de albergue. De manera que las tareas principales relacionadas con el entorno escolar no son atendidas por los integrantes de la familia sino por lo cuidadores y tutores del albergue.

      Así que, de acuerdo con el planteamiento de Combink–Graham (1985), a pesar de la edad de los hijos, las familias de este grupo (GP4 FHA) están organizadas de una forma centrípeta, ya que el intercambio con el exterior —el albergue, como institución en donde se desarrolla la mayor parte de la vida de los hijos— hace que las fronteras externas de la familia se abran y la distancia (física y emocional) entre los miembros individuales, aumente.

      Cabe suponer que la convivencia de fines de semana está concentrada en otro tipo de tareas, por ejemplo, las tareas domésticas o, en su caso, ciertas actividades de esparcimiento y recreación. Es importante hacer notar cómo el ciclo vital familiar no se vive de una sola manera sino que se cursa de distintas formas, tomando en cuenta las características y demandas de las familias como es el caso estas familias que tienen a sus hijos en situación de albergue.

      Con relación al GP5 FIU, la distribución de las etapas es similar al de los otros grupos, en cuanto a que la mayoría de las familias (6) atraviesan por la etapa de hijos en edad escolar (66%), mientras que hay dos familias con hijos adolescentes (22%) y una familia (11%) en nido vacío.

      Las demandas que viven la mayoría de estos sistemas familiares (GP5 FIU) generan una forma de funcionamiento centrípeto, orientado hacia el interior, y centrado en tareas de desarrollo relacionadas con el entorno escolar y la crianza de los hijos. Una diferencia que puede destacarse, con respecto a otros grupos, es que en estas familias se enfatiza el sentido de comunidad, de manera que el sistema más amplio, que genera un sentido de identidad y pertenencia, va más allá del núcleo familiar.

      CICLO DOMÉSTICO

      De acuerdo con Arias (2013), el concepto de “ciclo de desarrollo doméstico” se generó para comprender a la familia como un proceso dinámico. Desde esta conceptualización, se plantea que los sistemas familiares (o grupos domésticos) transitan por distintas fases de desarrollo como unidades económicas y productivas. Las fases se definen de acuerdo con la edad de los hijos, quienes son los que establecen el balance entre el número de productores y el de consumidores.

      Para efectos de esta investigación, se toman como base las etapas propuestas por González de la Rocha (1994), particularmente tres de ellas, las cuales se relacionan de manera directa con la situación de las familias del estudio:

      a. Etapa de expansión: familias cuyos hijos mayores tienen entre 6 y 12 años.

      b. Etapa de consolidación: familias donde los hijos tienen entre 13 y 18 años de edad.

      c. Etapa de dispersión, que atraviesan familias cuyos hijos menores tienen 19 años o más.

      Se puede evidenciar que en casi todos los grupos, con excepción del GP2 FRL, la mayoría de las familias están ubicadas en la etapa de expansión, en donde el hijo mayor tiene hasta 12 años de edad. Esto coincide con la etapa predominante del ciclo vital que es la de hijos en edad escolar. Además, en términos de la reproducción, se considera que esta es todavía una etapa de procreación. Por ello, en la mayoría de las familias estudiadas, no se cuenta con la participación económica de los hijos para el sustento del sistema.

      En el GP1 FRA, se tiene un predominio de la etapa de expansión (62%), lo que implica mayores demandas al interior de la familia, asociadas a la organización y los cuidados. Suelen ser familias más pequeñas y con prevalencia del modelo biparental nuclear. Esta etapa del ciclo doméstico se caracteriza por una alta demanda en las tareas de procreación, de cuidado y atención de hijos pequeños y de atención también del hogar, de preparación de los alimentos, de aseo y cuidados de hijos pequeños e hijos en edad escolar (CEPAL, 2005).

      Como se señaló previamente, la mayoría de las familias de este grupo (GP1 FRA) son biparentales nucleares, lo que quiere decir que los perceptores de ingresos principales son los padres, en muchas ocasiones solo uno de ellos, tradicionalmente el hombre. Por lo que, de manera regular, la mamá estará a cargo de los hijos.

       TABLA 2.7 CICLO DOMÉSTICO

Tabla comparativa

      * En esta categoría, en los grupos 4 y 5 faltó información de una familia.

      Algo característico en estas familias, por el estrato socioeconómico al que pertenecen (FRA), es que contraten servicios domésticos, con ello, las madres tienen más tiempo para dedicar al cuidado de los hijos, el acompañamiento para las tareas, etcétera. Otra característica importante de estos hogares es que están concentrados hacia dentro, por las tareas a las que tienen que hacer frente. En algunos casos sí cuentan con más de un perceptor de ingresos, que puede ser la madre o alguno de los abuelos, según el tipo de configuración familiar que prevalezca. Cuando es la madre quien trabaja, suele hacerlo en medias jornadas, o en actividades que no impliquen un trabajo formal.

      En este mismo grupo (GP1 FRA), hay nueve familias que están en fase de consolidación (31%). Son familias que tienen hijos más grandes, adolescentes o terminando la adolescencia; la madre puede estar todavía en etapa de procreación (más o menos en los 40 años de edad). En este nivel socioeconómico se considera que los hijos siguen estudiando. Empiezan a concluir la preparatoria y se preparan para la entrada a la universidad. También estas familias empiezan a tener un incremento en sus redes de relaciones porque los hijos empiezan a tener vínculos más fuertes con sus pares y a tener más atención en sus propias actividades.

      Por otra parte, en el GP2 FRL, la mayor parte de las familias (50%) se encuentra en fase de consolidación y se incrementa el número de perceptores posibles de ingreso. Esta respuesta se da principalmente en la economía informal. Esta característica marca la organización familiar, la cual no tiene puesta su atención de manera primordial en el terreno de la educación de los hijos sino que se vive la presión por generar mayores ingresos e incorporar en actividades productivas a los hijos. En segundo lugar, están las familias en etapa de expansión (29%) y cinco familias en etapa de dispersión (21%). Lo que esto refleja es que es menor el porcentaje de familias que están cargadas a las tareas de procreación y cuidado de hijos pequeños.

      La mayoría de las familias del GP2 FRL están más bien en consolidación; en este estrato socioeconómico medio bajo, es común que una forma de organizarse para resolver la vida cotidiana y la sobrevivencia sea contar con dos o más perceptores de ingresos en el hogar.

      También es importante destacar que se tiene un total de cinco familias en etapa de dispersión y que en muchos de los casos en este grupo socioeconómico y cultural (FRL) puede suceder que los hijos salgan para formar sus propias familias ya que los enlaces se dan en edades tempranas y algunas veces no se llegan a formalizar. También puede ser que en esta etapa de dispersión, los hijos mayores dejen completamente su formación educativa y se dediquen a actividades laborales informales.

      Otra cuestión importante en este grupo sociocultural (GP2 FRL) es la presencia de varias familias que viven en configuraciones ampliadas (33.3%) y esto también ayuda a que en las distintas etapas del ciclo doméstico se pueda contar con otros miembros adultos que coadyuven en el cuidado y en el acompañamiento de las tareas escolares. Desde luego, si bien se puede generar menos tensión en lo económico mediante una configuración ampliada en donde hay más perceptores, esto le añade complejidad a la vida familiar, por cuanto representa la interacción cercana de diferentes generaciones en un mismo hogar (Selby et al., 1994).

      En los grupos 3 y 4 (GP3 FHD y GP4 FHA) el predominio está en la fase de expansión y puede implicar mayores demandas tanto para las familias con un hijo con discapacidad como para las que tienen a sus hijos en condición