La teoría de las ventanas rotas
Gonzalo Galdos (1958)
Graduado como ingeniero metalúrgico en la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa. Es doctor en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid, y doctor en Administración y Dirección Internacional de Empresas por la Universidad Politécnica de Cataluña. Asimismo, realizó estudios en el Organizational Learning Center del Massachusetts Institute of Technology, en Kellogg Graduate School of Management y Harvard Business School. Ha sido presidente ejecutivo del Grupo Armco, de SiderPerú, del Consejo Nacional del Ambiente (CONAM), de la Comisión de Protección al Consumidor (INDECOPI) y director del Consorcio de Investigación Económico y Social (CIES), director de la Escuela de Postgrado y Rector de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, así como asesor de corporaciones y empresas privadas y públicas, como el Ministerio de Educación y el Ministerio de Economía y Finanzas. Es fundador del Organizational Learning Center (OLC Perú), empresa de consultoría para la alta dirección. Fundador de las redes de Colegios San Felipe Neri (Innova Schools) y Futura Schools.
Presentación
Con su conocida y envidiable claridad, los norteamericanos suelen distinguir entre thinkers y doers, según predominen en las personas las destrezas del pensamiento o de la acción. Gonzalo Galdos es uno de los pocos ejemplos en que esa distinción resulta inútil, pues se desenvuelve en ambas con igual soltura y eficacia.
En la vida académica y en la actividad empresarial, el autor ha sentado trayectoria de directivo y maestro, indistintamente. En su desempeño, no resulta fácil diferenciar las decisiones de las lecciones, y quien trate de hacerlo terminará convencido de la inutilidad de ese propósito.
Me tocó compartir con Gonzalo Galdos el quehacer de la gestión académica, y pude apreciar sus dotes congénitas de un realizador fundamentado: sus ideas y propuestas iban siempre presididas por la guía de un conocimiento probado o de una vivencia útil. Pero, a la vez, era un pensador experimentado: sus acciones estaban invariablemente inspiradas en la teoría más pertinente o en la intuición más inteligente.
Cuando escuchaba al autor la explicación de una situación, tuve varias veces la sensación de estar presenciando una exposición profesoral. Y, cuando me tocó participar en alguna de sus tareas docentes, creí encontrarme frente a un relator de experiencias empresariales.
Imagino que percepciones similares debemos haber compartido los lectores de sus artículos, cuando El Comercio nos regalaba la oportunidad de seguirlo también en esa faceta de docencia periodística. Los mismos que ahora —y junto con aquellos que tienen a través de este libro la primera ocasión de conocerlo— vemos complacidos la posibilidad de acceder a esas publicaciones, ordenadas y sistematizadas.
Gonzalo Galdos nos habla en las siguientes páginas de las decisiones, que son el pan de cada día en la vida de millones de personas, vida que precisamente gira en torno a tales decisiones y de cuyo acierto o desacierto depende en gran parte su éxito —o su fracaso— profesional y personal. Nada menos. El autor se ha propuesto ayudarnos a conocer cómo y por qué decidimos, para, de esta forma, ayudarnos a mejorar en esta tarea que constituye el centro cardinal de nuestra experiencia en las múltiples organizaciones entre las que nos desenvolvemos y pasamos nuestras vidas.
Las lecturas que tenemos por delante servirán, por lo tanto, de brújula y, a la vez, de hoja de ruta, de orientación y de relato. No resultará fácil distinguir cuánto hay en ellas de teoría explicada o de práctica relatada. No lo intentemos. No olvidemos que nos encontramos ante la obra de un thinker-doer.
Luis Bustamante
Belaunde Rector emérito de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC)
Prólogo
Imaginemos a uno de nuestros antepasados, hace cien mil años. Se desplaza en un paisaje que combina vegetación y espacios abiertos. Súbitamente, escucha un ruido. Debe tomar una decisión. Lo debe hacer.
Nuestro tatarabuelo imaginario podría reflexionar algo así como: «¿Será un tigre o no? Si lo es, podría ser vegetariano o quizá ya comió». Sus genes no se encuentran entre nosotros, como sí lo están aquellos que habitaron organismos que tomaban decisiones rápidamente, sobre la base de información incompleta. Los términos de la decisión no son epistemológicos, no tienen que ver con la verdad, sino con la supervivencia.
El cartesianismo imperante en la civilización occidental dejó de lado lo anterior, lo que tuvo muchas y muy importantes consecuencias positivas, pero algunas muy negativas: olvidar los límites de nuestra mente en razón de aquello para lo que evolucionó, especialmente cuando se trata de encontrar patrones y aceptar que a veces no los hay, cuando se debe estimar probabilidades y riesgos, cuando hay que pensar en horizontes temporales largos. Vale decir, cuando debemos tomar decisiones complejas en entornos en los que, contrariamente al Paleolítico, no está en juego nuestra vida y el menú de opciones es casi ilimitado.
La investigación en la irracionalidad de la mente, condición para entenderla mejor y superar sus consecuencias, comenzó en la década de 1970 con los trabajos pioneros de Kahneman y Tversky. Hoy, con Ariely y muchos más, la economía comportamental nos enseña a ser más humildes, pero aún más eficaces.
Gonzalo Galdos contribuye con este libro a la teoría y práctica de la toma de decisiones. Lo hace combinando, como debe ser, marcos conceptuales de referencia y una