5 de FEBRERO
GLORIOSA LIBERACIÓN
“En el instante en que dejé de debatir, pude empezar a ver y sentir. En ese momento, el Segundo Paso, sutil y gradualmente, empezó a infiltrarse en mi vida. No puedo fijar ni la ocasión ni el día preciso en que llegué a creer en un Poder superior a mí mismo, pero sin duda ahora tengo esa creencia. Para llegar a tenerla, sólo tenía que dejar de luchar y ponerme a practicar el resto del programa de A.A. con el mayor entusiasmo posible”.
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 25
Después de haberme entregado durante años a la “desenfrenada obstinación”, el Segundo Paso fue para mí una gloriosa liberación de estar a solas. Ahora no encuentro en mi camino nada demasiado penoso, o que no se pueda superar. Siempre hay alguien aquí para compartir conmigo las cargas de la vida. El Segundo Paso llegó a ser una forma de reforzar mi relación con Dios, y ahora me doy cuenta de que mi locura y mi ego estaban curiosamente vinculados. Para quitarme de aquélla, tengo que entregar éste a uno mucho más ancho de hombros que yo.
6 de FEBRERO
UN PUNTO DE CONVERGENCIA
Por lo tanto, el Segundo Paso es el punto de convergencia para todos nosotros. Tanto si somos ateos, agnósticos, o antiguos creyentes, podemos estar unidos en este Paso.
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 31
Yo siento que A.A. es un programa inspirado por Dios y que Dios está en todas las reuniones de A.A. Yo veo, creo y he llegado a saber que A.A. funciona, porque yo me he mantenido sobrio hoy. Asistiendo a una reunión de A.A. yo entrego mi vida a A.A. y a Dios. Si Dios está en mi corazón y en el de todos los demás, entonces yo soy parte de un todo y no soy único. Si Dios está en mi corazón y me habla a través de otra gente, entonces yo debo ser un canal de Dios para otra gente. Yo debo tratar de cumplir con Su voluntad viviendo conforme a principios espirituales y mi recompensa será el sano juicio y la sobriedad emocional.
7 de FEBRERO
UN SENDERO HACIA LA FE
La verdadera humildad y amplitud de mente pueden llevarnos a la fe, y cada reunión de A.A. es un seguro testimonio de que Dios nos devolverá el sano juicio, si nos relacionamos de la forma debida con Él.
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 31
Como resultado de mi última borrachera acabé en el hospital totalmente destrozado. Fue entonces cuando pude ver mi pasado flotar ante mis ojos. Me di cuenta de que, a causa de la bebida, había vivido toda pesadilla que me pudiera haber imaginado. Mi propia obstinación y obsesión de beber me habían llevado a un abismo negro de alucinaciones, lagunas mentales y desesperación. Finalmente derrotado, pedí a Dios que me ayudara. Su presencia me convenció para que creyera. Se me quitó la obsesión de la bebida y, desde entonces, he sido librado de mi paranoia. Ya no tengo miedo. Ya sé que mi vida es sana y cuerda.
8 de FEBRERO
CÓMO CONVENCER AL “SR. HYDE”
Aun cuando nos esforzamos por aferrarnos, puede que la paz y la alegría sigan eludiéndonos. Y este es el punto al que hemos llegado tantos veteranos de A.A. Y es un punto literalmente infernal. ¿Cómo se puede armonizar nuestro inconsciente —de donde surgen todavía tantos de nuestros temores, obsesiones y falsas aspiraciones— con lo que realmente creemos, sabemos y queremos? Nuestra principal tarea es cómo convencer a nuestro mudo, rabioso y oculto “Sr. Hyde”.
EL LENGUAJE DEL CORAZÓN, p. 236-237
La asistencia asidua a las reuniones, el servir y ayudar a otros es la receta que muchos han probado y que les ha resultado eficaz. Cuando me desvío de estos principios, brotan de nuevo mis costumbres del pasado y reaparece mi viejo ser con todos sus temores y defectos. La meta final de todos los miembros de A.A. es la sobriedad permanente, lograda un día a la vez.
9 de FEBRERO
CAPTAR EL “ASPECTO ESPIRITUAL”
Con mucha frecuencia, sentados en las reuniones de A.A., oímos decir al que habla, “Pero yo no he captado todavía el aspecto espiritual”. Antes de decirlo, había descrito un milagro de transformación que le había sucedido a él — no solamente su liberación del alcohol, sino también un cambio completo de su total actitud respecto a la vida y a la manera de vivirla. A casi todos los presentes, les resulta evidente que él ha recibido un gran regalo… “¡aunque parece no saberlo aún!” Bien sabemos que este individuo nos dirá dentro de seis meses o un año que ha encontrado la fe en Dios.
EL LENGUAJE DEL CORAZÓN, p. 275
Una experiencia espiritual puede ser el darse cuenta de que una vida que en el pasado parecía vacía y desprovista de significado, es ahora alegre y completa. Hoy en mi vida, la oración y meditación diarias, aparejadas con vivir los Doce Pasos, me han traído paz interior y un sentimiento de pertenecer que me faltaba cuando estaba bebiendo.
10 de FEBRERO
YO NO DIRIJO EL ESPECTÁCULO
Cuando nos volvimos alcohólicos, aplastados por una crisis que nosotros mismos nos habíamos impuesto y que no podíamos posponer o evadir, tuvimos que encarar sin ningún temor el dilema de que Dios lo es todo o de otra manera Él no es nada. Dios es, o no es. ¿Qué íbamos a escoger?
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 53
Hoy mi elección es Dios. Él es todo. Por esto estoy verdaderamente agradecido. Cuando pienso que estoy dirigiendo el espectáculo estoy separando a Dios de mi vida. Yo oro para poder recordar esto cuando me dejo atrapar en mi egoísmo. Lo más importante es que hoy yo esté deseoso de desarrollarme espiritualmente y que Dios sea todo. Cuando estaba tratando de dejar de beber por mi propia cuenta, nunca pude; con Dios y con A.A. está dando resultados. Esto parece ser un simple pensamiento para un alcohólico complicado.
11 de FEBRERO
LOS LÍMITES DE LA CONFIANZA
EN UNO MISMO
Nos preguntamos por qué los teníamos (temores). ¿No era porque la confianza en nosotros mismos nos había fallado?
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 68
Todos mis defectos de carácter me separan de la voluntad de Dios. Cuando ignoro mi relación con Él, me encuentro solo enfrentado al mundo y a mi alcoholismo y no me queda otro recurso que la confianza en mí mismo. Yo nunca he encontrado seguridad y felicidad por medio de la obstinación y el único resultado obtenido es una vida de temor y descontento. Dios me enseña la senda por la que puedo volver a Él y a Su dádiva de serenidad y bienestar. Sin embargo, yo debo estar dispuesto primero a reconocer mis temores y a entender su origen y el poder que tienen sobre mí. Frecuentemente le pido a Dios que me ayude a entender cómo me separo de Él.
12 de FEBRERO
LA RAÍZ DE NUESTRAS DIFICULTADES
¡Egoísmo — concentración en sí mismo! Creemos que ésta es la raíz de nuestras dificultades.
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 62
Qué asombrosa es la revelación que el mundo, y todos sus habitantes, pueden arreglárselas bien conmigo o sin mí. Qué alivio el saber que la gente, las cosas y los lugares estarán