DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 128
Cuando por fin llegué a A.A. no podía creer que no había tesorero que pudiera “exigir el pago de cuotas”. No me podía imaginar una Comunidad que no exigiera contribuciones económicas a cambio de servicios. Fue la primera —y hasta la fecha la única— experiencia que tuve de recibir “algo por nada”. Ya que no me sentía abusado o engañado por los A.A., me era posible abordar el programa sin prejuicios y con mente abierta. No querían nada de mí. ¿Qué tenía que perder? Doy gracias a Dios por la sabiduría de los cofundadores que conocían tan bien el desdén que tiene el alcohólico a ser manipulado.
29 de FEBRERO
UN MILAGRO DE A.A.
Salvo algunos breves momentos de tentación, el pensamiento de beber nunca ha vuelto a su mente; y en esos momentos de tentación, ha sentido una gran revulsión. Es aparente que no podría beber, ni aun queriendo hacerlo. Dios le ha devuelto la cordura.
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 57
La palabra “Dios” me infundió temor la primera vez que la vi asociada con los Doce Pasos de A.A. Había probado todos los métodos posibles para dejar de beber, y todavía me resultaba imposible sostener el deseo de hacerlo por algún período de tiempo. ¿Cómo podría creer en un “Dios” que me permitiese hundirme en la profunda desesperación que me ahogaba — ya fuera que bebiera o no?
La solución estaba en admitir al fin que podría ser posible para mí conocer la misericordia de un Poder superior a mí mismo, que me podría conceder la sobriedad si yo estuviese dispuesto a “llegar a creer”. Admitir, por fin, que yo era uno entre otros muchos, y seguir el ejemplo de mi padrino y de otros miembros de A.A., practicando una fe que yo no tenía, le ha dado a mi vida sentido, un objetivo y una dirección.
1 de MARZO
FUNCIONA
Funciona — realmente funciona.
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 88
Cuando logré mi sobriedad, al principio tenía fe únicamente en el programa de Alcohólicos Anónimos. La desesperación y el temor me mantenían sobrio (ayudado quizás por un padrino cariñoso y duro). La fe en un Poder Superior me llegó mucho más tarde. Al comienzo esta fe venía lentamente, después de que yo empezaba a escuchar a los otros compartir en las reuniones acerca de sus experiencias — experiencias a las que nunca me había enfrentado sobrio, pero con las cuales ellos se estaban enfrentando reforzados por un Poder Superior. De este compartimiento surgía la esperanza de que yo también podría “conseguir” un Poder Superior y que lo haría. Con el tiempo llegué a saber que un Poder Superior —una fe que funciona sean cuales sean las circunstancias— es posible. Hoy esta fe, más la honestidad, la liberalidad de mente y la buena disposición para trabajar en los Pasos, me da la serenidad que busco. Funciona — realmente funciona.
2 de MARZO
LA ESPERANZA
No te desanimes.
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 60
Hay pocas experiencias que tengan para mí menos valor que la sobriedad lograda con rapidez. Con demasiada frecuencia, las esperanzas poco realistas han acarreado el desaliento, sin mencionar la lástima de mí mismo y el cansancio por haber querido cambiar el mundo antes del sábado que viene. El desaliento es una señal que me advierte de la posibilidad de haber pisado el terreno de Dios. La clave de realizar mis posibilidades está en reconocer mis limitaciones y en creer que el tiempo no es una amenaza sino un regalo.
La esperanza es la llave que abre la puerta por la que salimos del desconsuelo. El programa me promete que, si no me echo el primer trago hoy, siempre tendré esperanza. Habiendo llegado a creer que guardo lo que comparto, cada vez que le doy ánimo a otro se me da ánimo. Unido con otros, por la gracia de Dios y la Comunidad de A.A., voy caminando por el camino del destino feliz. Que yo siempre tenga presente que el poder que está dentro de mí es muy superior a cualquier temor que se me presente. Que yo siempre tenga paciencia, porque estoy en el buen camino.
3 de MARZO
SUPERAR LA OBSTINACIÓN
Así es que nuestras dificultades, creemos, son básicamente producto de nosotros mismos; surgen de nosotros, y el alcohólico es un ejemplo extremo de la obstinación desbocada, aunque él piense que no es así. Por encima de todo, nosotros los alcohólicos tenemos que librarnos de ese egoísmo. ¡Tenemos que hacerlo o nos mata!
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 62
Durante muchos años mi vida giraba alrededor de mí mismo. Estaba consumido por el ego en todas sus formas —el egoísmo, el egocentrismo, la lástima de mí mismo— todos los cuales brotaban de mi soberbia. Hoy, mediante la Comunidad de Alcohólicos Anónimos, se me ha regalado la oportunidad de practicar los Pasos y las Tradiciones en mi vida diaria, se me ha regalado mi grupo y mi padrino, y la capacidad —si elijo hacerlo— para dejar mi orgullo a un lado en todas las circunstancias que mi vida me puede presentar.
Hasta que no pudiera mirarme a mí mismo y ver que en muchas circunstancias yo era el problema y responder de la forma apropiada interna y externamente; hasta que no pudiera deshacerme de mis esperanzas y darme cuenta de que mi serenidad estaba en proporción directa con ellas, no podría experimentar la serenidad y la sana sobriedad.
4 de MARZO
DESYERBAR EL JARDÍN
La esencia de todo progreso es la buena disposición para hacer los cambios que conducen a lo mejor y luego la resolución de aceptar cualesquier responsabilidades que estos cambios nos entrañen.
COMO LO VE BILL, p. 115
Cuando llegué al Paso Tres, había sido liberado de mi dependencia del alcohol, pero la amarga experiencia me ha enseñado que una sobriedad continua requiere un continuo esfuerzo.
De vez en cuando hago una pausa para echar una buena mirada a mi progreso. Mi jardín se va desyerbando más y más cada vez que lo inspecciono, pero también cada vez encuentro nuevas yerbas brotando donde yo pensaba que ya había hecho mi última limpieza con mi rastrillo. A medida que regreso para arrancar las nuevas yerbas (es más fácil cuando están recién crecidas), me paro a admirar lo exuberante del crecimiento de los vegetales y las flores, y mi trabajo tiene su recompensa. Mi sobriedad crece y da sus frutos.
5 de MARZO
UNA TAREA DE POR VIDA
“Pero, en estas circunstancias, ¿cómo quieres que me lo ‘tome con calma’? Eso es lo que yo quisiera saber”.
DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 24
Nunca se me conoció por mi paciencia. Cuántas veces me he preguntado, “¿Por qué debo esperar, cuando lo puedo obtener ahora mismo?” En verdad, cuando me presentaron los Doce Pasos por primera vez, me sentía como un “niño en una tienda de caramelos”. No podía esperar llegar al Paso Doce; creí que sería cosa de solamente unos pocos meses de trabajo. Hoy me doy cuenta de que vivir los Doce Pasos de A.A. es una tarea para toda la vida.
6 de MARZO
LA IDEA DE LA FE
No dejes que ningún prejuicio que puedas tener en contra de los términos espirituales te impida preguntarte a ti mismo lo que significan para ti.
ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 47
La idea de la fe es algo difícil de tragar, cuando dentro y alrededor de mí el miedo, la duda y la ira abundan. A veces, la mera idea de hacer algo diferente, algo que no estoy acostumbrado a hacer, puede acabar convirtiéndose en un acto de fe si lo hago regularmente y sin debatir sobre si es la cosa