Población y envejecimiento. Verónica Montes de Oca Zavala. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Verónica Montes de Oca Zavala
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786073038591
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cambios epidemiológicos, en particular una creciente prevalencia de las enfermedades crónicas no transmisibles. Ésta es considerable entre los adultos mayores con respecto a otros grupos de edad. Actualmente, las principales causas de muerte en este grupo son las enfermedades del corazón, la diabetes mellitus y los tumores malignos, que en total suponen más de la mitad de los fallecimientos. Se requiere aún un mayor énfasis en la exploración de la mortalidad en distintas cohortes y grupos de desventaja social.

      En cuanto a la carga de morbilidad que afecta a esta población, ésta ha aumentado en las últimas décadas y se caracteriza, además de la creciente prevalencia de enfermedades crónico-degenerativas, por una frecuente poli patología y un incremento significativo en la discapacidad resultante. El creciente interés en la multimorbilidad refleja esta constatación. Además de la atención enfocada en la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico, hemos visto crecer el interés en afecciones como la depresión, la enfermedad de Alzheimer y las lesiones no intencionales que resultan de caídas y fracturas relacionadas con la osteoporosis.

      Si bien la esperanza de vida de la población es de 75.4 años, la esperanza de vida saludable se ha estimado en promedio en 65.8 años lo cual nos deja con una expectativa de vida con enfermedad y discapacidad de casi 10 años antes de morir. Tal situación tiene como consecuencia actual la expansión de la morbilidad, lo cual lleva aparejado un mayor riesgo de discapacidad y dependencia funcional.

      A partir del análisis del comportamiento de la esperanza de vida en salud, es posible aseverar que México se enfrenta a una situación demográfica en que las condiciones de vida que mermaban el desarrollo de la población desde mediados del siglo pasado, han sido superadas en gran medida, lo cual refleja los avances en materia de salud en el país. Sin embargo, existe una dificultad creciente para mejorar esos indicadores, al enfrentarnos a nuevos riesgos para la salud relacionados al aumento en la prevalencia y en los costos del tratamiento de enfermedades crónico-degenerativas que no podemos remediar (como la de Alzheimer) en una población creciente. Ello obliga a un énfasis en la comprensión del proceso de discapacidad y de los determinantes de la dependencia funcional (Prince, Wu, Guo, Gutiérrez-Robledo, et al 2014).

      Las características de la información y fuentes disponibles

      En los años 90, el estudio epidemiológico del envejecimiento se abordó de una manera más bien convencional, haciendo uso, en primer término de la información de mortalidad y en parte de la información de morbilidad hospitalaria pero con un enfoque limitado a un ámbito de conocimiento muy reducido y que no permitió una idea clara e integral de las necesidades de salud de las personas mayores.

      Las limitaciones del enfoque han sido de muy diversa índole, así por ejemplo, el reporte oficial de la ensa 2000 (Sepúlveda, 2000) no se refirió sino colateralmente a la población de mayor edad y con particular énfasis en lo relacionado a las afecciones crónico degenerativas: diabetes, hipertensión arterial e hipercolesterolemia. El sector de la población está presente en el análisis, pero su problemática es vista tan sólo desde la perspectiva de la morbi mortalidad y deja fuera el aspecto de la repercusión funcional de la enfermedad que constituye uno de los elementos clave para la estimación de los costos asistenciales. En la encuesta hubo información acerca del estado funcional pero ésta es limitada y no ha sido hasta la fecha analizada.

      Las insuficiencias provenían, de limitaciones en el diseño muestral de las encuestas, por ejemplo; en el caso de la Encuesta Nacional de Salud Mental, donde los datos se limitaron a las personas menores de 65 años de edad; tal fue el caso también de la Encuesta Nacional de Nutrición (ensanut).

      Al aproximarse al estudio de los estados de salud del anciano, hoy sabemos que hay que tener presente que éstos se entienden mejor en términos de la repercusión funcional de la enfermedad. Para entender la epidemiología del envejecimiento, y mejor apreciar las consecuencias que para la planificación tiene la transición epidemiológica y el peso de la enfermedad en esta etapa de la vida, no basta ya con enumerar las patologías de las que ha sido víctima la población anciana o aquellas por las cuales sufre una muerte precoz. Se necesita también tener la medida de la repercusión que un cúmulo de afecciones tienen sobre un sujeto en particular, y es necesario saber de qué manera esto influye en la utilización de servicios, y qué costos genera y en qué niveles. Es así que resulta necesario introducir nuevos conceptos para la observación epidemiológica de la población adulta mayor: la observación del estado funcional y del fenómeno de la dependencia y la consideración de las causas de morbilidad actualmente “ocultas” por ser peculiares de éste grupo de edad, y que hasta recién han merecido sólo una modesta e insuficiente consideración.

      En los últimos 20 años se ha venido generando en nuestro país un cúmulo de información relativo al tema del envejecimiento. Por razones diversas, estas fuentes de información han permanecido al margen de la corriente principal del análisis estadístico de la epidemiología nacional, en parte quizás por una mala difusión, o bien por insuficiencias metodológicas, en parte también porque algunas no tienen representatividad nacional, pero probablemente sobre todo porque no han sido suficientemente publicitadas para ser explotadas, esto último en buena medida por carencia de recursos suficientes para ese propósito. Ha influido, también, la carencia de epidemiólogos especializados en envejecimiento y la ausencia de un organismo o repositorio para la concentración y análisis de este tipo de información: Un observatorio nacional de la epidemiología del envejecimiento. En fin, por una variedad de razones, esta información no ha sido, aún al día de hoy, plenamente aprovechada para la planificación de los servicios de salud.

      En México, como en ningún otro país de América Latina y probablemente en ningún otro país de ingreso medio y bajo, contamos con una riqueza inaudita de información; eso sí, insuficientemente explotada.

      Contamos con numerosas fuentes de información asequibles, y susceptibles de un más profundo análisis. Estas fuentes de información que contienen datos acerca de la funcionalidad y la dependencia, sobre la morbilidad específica de los adultos mayores y acerca de la utilización de servicios de salud, brindan acceso a una serie de datos que son esenciales para una adecuada planeación. Su consideración abre una nueva ventana de oportunidad.

      A continuación se hace una breve enumeración de algunas de las bases de datos más significativas, sus principales productos y las fuentes donde pueden ser consultadas:

      Encuesta Nacional Socio Demográfica sobre el Envejecimiento (ense 94). En 1994 el Consejo Nacional de Población llevó a cabo una primera encuesta nacional sobre el envejecimiento socio demográfico en México. La encuesta comprende una muestra de 5 000 individuos con representatividad nacional. Por primera vez incluye datos, que han sido publicados (Hernández y Menkes, 1998) y que permiten una estimación de la capacidad funcional de la población de adultos mayores (Gutiérrez, 1998). La base de datos ha sido explotada también en cuanto a la información social y demográfica que contiene.

      Cross-cultural Research on Nutrition of the Elderly Study Group (cronos). Como parte de un estudio colaborativo multinacional, el departamento de geriatría del Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” en 1995, efectuó una encuesta transversal sobre el estado nutricio de personas mayores en comparación con un grupo de individuos de edad media, en tres comunidades: urbana, suburbana y rural. La información se centra en el estado nutricio y sus relaciones con la salud en general, con el estado funcional y con la situación socioeconómica. Los resultados han sido publicados en relación con incidencia de diabetes, obesidad y factores de riesgo coronarios en tres poblaciones diversas (Lerman et al., 1998 y Aguilar-Salinas et al., 2001). El protocolo (Solomons et al., 1997) puede consultarse en el sitio: www.unu.edu/unupress/food/V183e/ch11.htm