Encuadernación. Josep Cambras. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Josep Cambras
Издательство: Bookwire
Серия: Artes & Oficios
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788434243361
Скачать книгу
Los hilos y las cuerdas

      • El hilo. Para coser el libro se suele utilizar hilo de nailon fino, ya que es más resistente, pero para encuadernaciones especiales es más conveniente usar el hilo tradicional, hecho de lino o cáñamo, encerado, para dar mayor fortaleza y facilitar de este modo el cosido.

      Los cuadernillos se coserán sobre un cordel o una cinta, dependiendo del tipo de abertura que se necesite.

      • Los cordeles. Se preferirán de lino o cáñamo a los de yute, ya que son de mejor calidad. Hay cordeles de distintos grosores, y se elegirán en función del grosor de los cuadernillos, pero el más utilizado es el de guarnicionero de seis cabos.

      • Las cintas. Para dar elasticidad y facilidad de abertura a determinadas encuadernaciones se usarán las cintas en sustitución de los cordeles. Éstas se confeccionan en hilo o algodón blanqueado o crudo y en distintos anchos, siendo así los más usuales de 10 o 16 mm de ancho.

      • Los registros. En libros especiales en los que pueda ser de utilidad disponer de un marcador de lectura, se pueden usar registros. Se trata de cintas finas de seda o raso, en color o decoradas, pegadas al lomo por la cabeza.

       El papel

      En un mismo libro conviven distintos tipos de papel, desde el que forma el cuerpo propio del libro, hasta los que se utilizan en el montaje y la decoración. Cada papel tiene unas características propias que el encuadernador ha de tener en cuenta para que no actúe en contra suya.

      Para que el libro tenga un buen cierre, no se comben o abarquillen las cubiertas, no se arruguen las guardas, etc., todos los materiales tienen que estar al hilo: de la cabeza al pie. En el caso del papel, a excepción del fabricado a mano en el que las fibras se distribuyen en todos los sentidos, en el resto de papeles las fibras se distribuyen básicamente en un solo sentido. Esto hace que al absorber algo de humedad al encolarse, el papel se ensanche paralelamente al sentido de la fibra.

      • El sentido de la fibra. Para averiguar el sentido de la fibra, se doblará ligeramente el papel. Si éste se dobla con facilidad haciendo una forma redondeada, es que está al sentido de la fibra; en caso contrario el doblez provocará arrugas. También se puede mirar a trasluz para observar el sentido de las fibras.

      Agruparemos los distintos tipos de papel en función de su necesidad en los distintos procesos:

      Para confeccionar los cuadernillos de guardas necesitaremos papel liso que puede ser de distinta calidad y grosor. Puede usarse un papel verjurado, confeccionado a mano o a máquina, que si se observa a contraluz se distingue por las marcas de los puntizones y los corondeles, estos últimos más gruesos y que marcan el sentido del hilo del papel. Con estas características encontramos el papel Ingres y papeles similares, con colores suaves y de una gran calidad, que los podemos utilizar tanto para guardas como para cubiertas o estuches. Actualmente en el mercado encontraremos un amplio surtido de papeles para cada necesidad. Tendremos que seleccionar el grosor, la calidad, etc., del papel, en función de las características de la encuadernación.

      • El papel de periódico. En la antigüedad, como el papel escaseaba más, en el proceso de montaje del libro se utilizaban restos de libros o manuscritos anteriores; gracias a esta práctica se han recuperado textos desconocidos. Hoy en día, para el montaje de las tapas será útil disponer de papel de periódico que se usará para pegar los cordeles a los cartones. Aparte que siempre será conveniente disponer de varios periódicos para no manchar las mesas al encolar.

image

      Papel verjurado de distintos colores, muy útiles para guardas, cajas y estuches.

      Para fortalecer los lomos y realizar las lomeras con fuelle se utilizará un papel fuerte y resistente, el papel de embalaje o kraft, muy usado para esta tarea. Tiene el inconveniente de que es muy ácido y puede llegar a estropear el documento.

      Para la decoración del libro, tanto cubiertas como guardas, y para la confección de estuches, podemos utilizar papeles decorados. Se comercializan en infinidad de variedades, y también puede decorarlo el mismo encuadernador. Hay papeles estampados a mano con distintas técnicas y estilos decorativos, jaspeados sobre una base de gelatina, o pintados con engrudo; papeles estampados xilográficamente, como son las tradicionales guardas venecianas, otros impresos con distintas técnicas, como los que imitan el mármol, etc. Se ha de tener en cuenta que cualquier papel que se utilice, para poder ejercer su función protectora, debe ser fuerte, y con los colores estables, para evitar que pueda emborronarse la decoración con la humedad de la cola.

      • Papeles especiales. Esporádicamente y para trabajos puntuales, se tendrá que conocer otros tipos de papeles especiales, así como papeles que nos puedan ayudar a reparar pequeños desperfectos. Para estas pequeñas restauraciones utilizaremos papel de seda o papel Japón.

image

      Papel para guardas hecho a mano por Montse Buxó.

image

      Muestrario de telas y papeles de distintos colores y texturas.

       Las telas

      Las telas usadas en encuadernación se pueden dividir en dos tipos: la que se necesita para la construcción del libro (como la tarlatana o la percalina), y la que se utiliza para cubrir el libro (tela con base de papel).

      • La tarlatana. Es un tejido de algodón de trama ancha y con apresto. Se emplea básicamente para reforzar el lomo de los libros.

      • La percalina. Tela de algodón o lino con apresto, pero a diferencia de la tarlatana tiene la trama mucho más espesa y por tanto tiene también más consistencia. Se usará como refuerzo en libros y estuches, protección de cuadernillos y confección de bisagras.

      Con el término genérico de tela se conoce el material para cubrir libros y estuches. Se compone de una parte exterior de tejido de algodón que puede ser de distintos colores y una parte interior preparada para evitar el traspaso de la cola. La tela, igual que el papel y el cartón, tiene una trama y un sentido del hilo que se ha de tener en cuenta a la hora de cortar y encolar el material.

      Además de la tela con base de papel, se fabrican gran cantidad de materiales con distintas texturas, acabados y colores, que imitan a la tela o la piel. Suelen ser resistentes y de fácil manejo, se pueden encolar con facilidad, y son aptos para el dorado. Se conocen por su nombre comercial, de los que hay diversas marcas. Todos estos materiales se utilizan para encuadernaciones sencillas.

image

      Telas para encuadernar. En la parte posterior tienen un soporte de papel para facilitar el encolado.

       Las pieles

      Son el material por excelencia para cubrir los libros, ya sea sólo el lomo o todas las cubiertas. Tradicionalmente se han utilizado distintos tipos de pieles, dependiendo del tipo de encuadernación o de la época. En la actualidad las pieles usadas corrientemente son las de cabra y en algunos casos badana o pergamino.

      Se utilizarán pieles curtidas expresamente para encuadernación, con ingredientes vegetales, para así tener la consistencia adecuada. Las pieles se comercializan en distintas categorías, en función de los defectos que tengan (cicatrices, marcas, etc.) y se suelen vender por pies cuadrados, dato que se marca en su reverso. La piel tiene dos caras: la flor, que es la parte exterior y más compacta; y la interior,