LOS EX LIBRIS
Son marcas de propiedad impresas que, casi desde los inicios de la imprenta hasta nuestros días, acompañan a los libros. Hasta el siglo XX los ex libris fueron realizados con las técnicas tradicionales de grabado; a partir de entonces se incorporan técnicas nuevas como el fotograbado, el offset, etc. En ellos queda reflejado el propietario del libro y, mediante el uso de la simbología, en algunos casos inspirada en elementos de la mitología, también quedan plasmados los principales aspectos de su personalidad, así como su profesión o sus aficiones. Asimismo, hay ex libris profesionales, corporativos, impersonales o neutros. Dada su belleza y variedad, existen coleccionistas y asociaciones de ex libristas en numerosos países.
Ex libris de la Acadèmia Barcelonesa, de tema mitológico, realizado por el grabador catalán Valls en la segunda mitad del siglo XVIII.
Libro de bibliófilo Súnion, con textos de Ramón Serra, ilustrado por Jordi Catafal, 1991.
El grabado de reproducción
A partir de los comienzos del siglo XX, surge un interés por parte de algunos pintores por usar las ventajas de obra múltiple que ofrece la estampa. Les atrae el hecho de ver multiplicada su obra mediante una matriz, y que su firma pueda estar en distintos lugares del mundo con un mismo tema. Las manos de expertos artesanos ponen sus habilidades técnicas al servicio de unos grabados que, en algunos casos, producen unas estampas de bella factura. Setrata del grabado de reproducción moderno, que difiere claramente del de interpretación; en aquel, el grabador glosaba en una matriz un dibujo ejecutado por el artista, especialmente concebido para trasladarse al lenguaje propio del grabado; en éste, el artesano se limita a transcribir pinturas o acuarelas ya creadas con el fin de que puedan ser reproducidas lo más fielmente posible mediante aquellos procedimientos o técnicas que más se adecuen para lograr una buena traducción a grabado.
Con la llegada de la fotografía, el grabado de reproducción gana en fidelidad y frialdad, pero pierde la extraordinaria riqueza de matices y sutilezas propias de la factura manual del grabado. Quizás esto sea especialmente notorio en las estampas litográficas realizadas con fríos sistemas fotomecánicos de reproducción, ya que se trabaja en finas planchas de aluminio o cinc en lugar de en la noble piedra litográfica. De este modo se produce una notable pérdida de la sensación de densidad que aporta la piedra al acoger en ella la tinta.
Jordi Catafal. Súnion, 1991. Grabado de aplicación, aguafuerte al azúcar que ilustra los textos de Ramón Serra en una edición de bibliófilo.
EL GRABADO LIBRE Y EL GRABADO DE APLICACIÓN
Entendemos por grabado libre aquel que se concibe como una unidad independiente y autónoma sin un propósito o finalidad práctica. Es justamente lo opuesto al grabado de aplicación, imaginado para ilustrar un libro, un cartel, un ex libris, una felicitación de Navidad, etc.
Andy Warhol. Marilyn, 1967. Serigrafía.
La obra gráfica y su clasificación
La obra gráfica
Se entiende por obra gráfica el conjunto de estampas generadas mediante una matriz, elaborada con alguna de las técnicas gráficas, y estampadas por medio de uno de los múltiples sistemas de impresión. Este proceso permite trasladar una imagen al papel un determinado número de veces, y otorga una de sus principales características: la de obra múltiple.
En la actualidad, con la finalidad de poder incluir los nuevos sistemas y procedimientos, se habla solamente de gráfica o de gráfica contemporánea. Hace tiempo que el fotograbado, la electrografía y las imágenes digitales conviven de forma armónica y asidua con las técnicas centenarias, utilizándose solas o, a veces, de forma conjunta. Este hecho ha aportado una interesante revisión y actualización al concepto de obra gráfica.
Clasificación por técnicas y procedimientos
Resulta un tanto complejo hacer una clasificación de todas las técnicas y procedimientos empleados en la elaboración de las estampas, en particular si consideramos el conjunto de todas ellas, tanto las clásicas, como las más modernas. Por ello su clasificación se realiza atendiendo a criterios distintos:
• según el material de la plancha,
• según el modo de elaboración de la plancha,
• según el modo en que se realiza la estampación.
Esta última consideramos que es la más clara, y está basada en el lugar que ocupa la tinta en el momento de proceder a la estampación. Hay cuatro grupos claramente diferenciados:
• grabado en relieve: xilografía,
• grabado en hueco: calcografía,
• técnica en plano: litografía,
• técnica de tamiz: serigrafía.
Sistemas básicos de impresión.
HISTORIA DEL GRABADO
El grabado, en cierto modo, se encuentra entre las manifestaciones artísticas más antiguas de la humanidad. En efecto, si por grabado entendemos el resultado de presionar un objeto duro sobre otro más blando, con la finalidad de obtener una marca o muesca, y por arte entendemos todo aquello realizado por el hombre con un añadido estético a la función práctica. Sin embargo, es una manifestación artística peculiar, por un lado muy vinculada al mundo de la industria y de la técnica y, por tanto, al mundo de la producción en serie; y por otro, al mundo de la creatividad y del arte.
Precedentes
Antigüedad
Desde el Paleolítico se grabaron huesos con sílex para decorarlos. En el Neolítico, la cerámica se decoró desde muy pronto con valvas de moluscos impresas (cerámica cardial), con huellas de dedos (ungulada), etc. Pero hay que esperar a las civilizaciones desarrolladas en el Próximo Oriente para que apareciese el primer precedente del moderno grabado. Se trata de los llamados “cilindros-sellos”, piedras cilíndricas de pequeñas dimensiones (unos 10 cm de alto) sobre las que se graba, en negativo, una imagen pensada para ser reproducida sobre arcilla, haciendo presión al mismo tiempo que un movimiento circular. Se consigue así reproducir en positivo la imagen previamente incisa. Se trata, pues, de una imagen concebida para ser reproducida en positivo y, sobre todo, para ser reproducida reiteradamente.
Se dispone ya de casi todos los elementos definitorios del grabado moderno, con la excepción de la tinta y del soporte papel. Se utiliza el barro como soporte y se continuará