Filemón era pagano y trajo con él una atmósfera egipcio-helénica con una tonalidad gnóstica… Así él me trajo paulatinamente la objetividad psíquica, ‘la realidad del alma’. A través de las conversaciones con Filemón, se clarificó para mí la distinción entre mí mismo y el objeto de mi pensamiento… Psicológicamente Filemón representaba el entendimiento superior. (73)
El 20 de abril Jung renunció a la presidencia de la Asociación Psico-analítica Internacional. El 30 de abril dejó su cátedra en la Facultad de Medicina de la Universidad de Zürich. Recuerda que sentía estar en una posición expuesta en la universidad y que debía hallar una nueva orientación, ya que de lo contrario sería injusto dar clase. (74) En junio y julio tuvo el sueño tres veces recurrente de estar en un país extranjero y no tener forma rápida de regresar a casa por barco, seguido del advenimiento de un frío glacial. (75)
El 10 de julio la Sociedad Psicoanalítica de Zürich votó por 15 a 1 separarse de la Asociación Psicoanalítica Internacional. En el protocolo, la razón ofrecida para tal secesión era que Freud había establecido una ortodoxia que impedía la investigación libre e independiente. (76) El grupo fue renombrado como Asociación de Psicología Analítica. Jung estuvo activamente involucrado en esta asociación, que se reunía quincenalmente. También tenía un concurrido consultorio terapéutico. Entre 1913 y 1914, tuvo entre una y nueve consultas diarias, cinco días a la semana, con un promedio de entre cinco y siete. (77)
Los protocolos de la Asociación para la Psicología Analítica nada indican del proceso que estaba atravesando Jung. Él no hizo referencia alguna a sus fantasías y continuó discutiendo temas teóricos de psicología. Lo mismo se observa en lo que nos queda de su correspondencia durante este período. (78) Cada año continuó atendiendo sus deberes con el servicio militar. (79) De modo que durante el día llevaba a cabo sus actividades profesionales y cumplía con sus responsabilidades familiares, y dedicaba las noches a sus autoexploraciones. (80) Existen indicios de que esta compartimentación de actividades continuó durante unos pocos años más. Jung recuerda que durante esta etapa su familia y su profesión “siempre permanecieron como una dichosa realidad y una garantía de que yo era normal y realmente existía”. (81)
El problema de las diferentes formas de interpretar tales fantasías fue el tema de una conferencia que presentó el 24 de julio ante la Sociedad Psico-Médica de Londres, ‘Sobre la comprensión psicológica’. Jung contrastó aquí el método analítico-reductivo de Freud, basado en la causalidad, con el método constructivo de la escuela de Zürich. El defecto del primero de ellos consistía en que, al rastrear las cosas hacia sus elementos antecedentes, sólo se está viendo la mitad del cuadro, y se fracasa en comprender el significado vivo de los fenómenos. Querer entender el Fausto de Goethe de tal forma sería el equivalente de intentar comprender una catedral gótica a partir de sus aspectos mineralógicos. (82) El significado vivo “sólo vive porque lo experimentamos en y a través de nosotros mismos”. (83) En la medida en que la vida es esencialmente nueva, no puede ser sólo entendida retrospectivamente. Por lo tanto, el punto de partida constructivo se pregunta “¿cómo puede ser construido un puente desde esta psique, que llegó a ser así, hacia su propio futuro?”. (84) Este artículo esgrime, implícitamente, la razón de Jung para no embarcarse en un análisis causal y retrospectivo de sus fantasías, y sirve como una advertencia para otros que puedan verse tentados a hacerlo. Postulado como una crítica y una reformulación del Psicoanálisis, el nuevo modo de interpretación de Jung se enlaza con el método simbólico de la hermenéutica espiritual de Swedenborg.
El 28 de julio Jung dio una charla sobre ‘La importancia de lo inconsciente en la Psicopatología’ en una reunión de la Asociación Médica Británica en Aberdeen. (85) Sostuvo que en los casos de neurosis y psicosis, lo inconsciente intenta compensar la actitud unilateral de la consciencia. El individuo desbalanceado se defiende contra ello y los opuestos se tornan más polarizados. Los impulsos correctivos que se presentan a sí mismos en el lenguaje de lo inconsciente deberían constituir el principio de un proceso curativo, pero la forma en que irrumpen los hace inaceptables para la consciencia.
Un mes antes, el 28 de junio, el Archiduque Francisco Fernando, el heredero del Imperio Austrohúngaro, era asesinado por Gavrilo Princip, un estudiante serbio de diecinueve años. El 1º de agosto estalla la guerra. En 1925 Jung recuerda: “Sentía que tenía una psicosis sobrecompensada, y no me liberé de este sentimiento hasta el primero de agosto de 1914”. (86) Años más tarde le decía a Mircea Eliade:
Como psiquiatra estaba intranquilo y me pregunté si no estaría en camino a ‘incubar una esquizofrenia’, como decíamos en aquel entonces... Estaba preparando una conferencia sobre la esquizofrenia para un congreso en Aberdeen, y una y otra vez me decía: “¡Voy a hablar sobre mí mismo! Muy probablemente me vaya a volver loco después de la conferencia”. El congreso debía tener lugar en julio de 1914 –exactamente para la misma época en que yo me veía en mis tres sueños viajando por el Mar del Sur. El 31 de julio, inmediatamente después de mi conferencia, supe por el diario que había estallado la guerra. Finalmente comprendí. Y cuando al día siguiente desembarqué en Holanda nadie estaba más feliz que yo. Ahora estaba seguro de no estar amenazado por una esquizofrenia. Comprendí que mis sueños y mis visiones acudían a mí desde el subsuelo de lo inconsciente colectivo. Lo que me restaba por hacer ahora era profundizar y confirmar este descubrimiento. Y exactamente eso es lo que he estado tratando de hacer durante cuarenta años. (87)
En ese momento, Jung consideraba que su visión había representado no lo que le sucedería a él, sino a Europa. En otras palabras, que era la precognición de un evento colectivo, lo que más tarde llamaría un ‘gran’ sueño. (88) Luego de haber advertido eso, intentó ver si, y hasta dónde, también era cierto respecto de otras fantasías que había experimentado, y entender el significado de la correspondencia entre fantasías privadas y acontecimientos públicos. Este esfuerzo constituye una gran parte del tema de Liber Novus. En Escrutinios, escribe que el estallido de la guerra le había permitido entender mucho de lo que había experimentado previamente, y le había dado el coraje para escribir la primera parte de Liber Novus. (89) De este modo, toma el comienzo de la guerra como indicio de que su miedo a volverse loco estaba fuera de lugar. No es exagerado decir que si la guerra no se hubiese declarado, Liber Novus muy probablemente no hubiese sido compilado. Entre 1955 y 1956, mientras trataba acerca de la imaginación activa, Jung comentó que “que el enredo tenga precisamente la apariencia de una psicosis se debe a que el paciente integra el mismo material de fantasías del que es víctima el enfermo mental por no poder integrarlo, siendo devorado por él”. (90)
Es importante notar que hay alrededor de doce fantasías distintas que Jung podría haber considerado como precognitivas:
1-2. OCTUBRE de 1913
Repetida visión de inundación y muerte de miles y una voz que dice que esto se volverá real.
3. OTOÑO DE 1913
Visión de un mar de sangre cubriendo las tierras del norte.
4-5. 12 Y 15 DE DICIEMBRE DE 1913
Imagen de un héroe muerto y el asesinato de Sigfrido en un sueño.
6. 25 DE DICIEMBRE DE 1913
Imagen del pie de un gigante pisando una ciudad, e imágenes de homicidio y sangrienta crueldad.
7. 2 DE ENERO DE 1914
Imagen de un mar de sangre y una procesión de multitudes muertas.
8. 22 DE ENERO DE 1914
Su alma sube desde las profundidades y le pregunta si aceptará la guerra y la destrucción. Ella le muestra imágenes de destrucción, armas militares, restos humanos, barcos hundidos, Estados destrozados, etc.
9. 21 DE MAYO DE 1914
Una voz dice que los sacrificados caerán a izquierda y derecha.
10-12. JUNIO-JULIO 1914