Nos gustaría que pudieran ver lo que son estas tierras ahora y
lo que haremos con ellas
trabajándolas con empeño y cariño58.
5. El caso de la Reforma Agraria en la comuna de Los Lagos: la experiencia vivida por sus protagonistas59.
Durante el gobierno de la Unidad Popular, el proceso de Reforma Agraria logró materializarse en la comuna de Los Lagos (Región de Los Lagos): cientos de campesinos tuvieron la oportunidad de cumplir aquel tan anhelado sueño, trabajar autónomamente un pedazo de tierra. Así, frente a la necesidad de redistribuir la propiedad de la tierra y entregarla a los campesinos para su producción, se expropió una gran cantidad de fundos de extensas proporciones. En el transcurso de los años de la Unidad Popular se formaron en la comuna de Los Lagos alrededor de treinta y siete asentamientos campesinos, quienes se organizaron en conjunto con la CORA y el apoyo permanente de INDAP y el Banco del Estado, produciéndose durante este tiempo un avance significativo en cuanto a la producción y organización de los campesinos tanto en los asentamientos como en sindicatos agrícolas. Las palabras de don Jorge Fuentes Espinoza, quien fue un arduo dirigente sindical y de asentamiento campesino durante aquellos años, muestran el sentir que tuvo la reforma agraria como proceso de cambio en la comuna, señalando que:
en el periodo de la Unidad Popular de Allende tuvimos una oportunidad muy grande todos los campesinos (…) se aprovechó mucho la oportunidad que la gente pudiera tener un pedazo de tierra (…) por medio de los asentamientos que se crearon, hubo un gran despertar dentro de la gente, una gran facilidad para poder hacer producir la tierra, se dio la oportunidad de poder tener, algo que no se había dado antes60.
Dentro de las particularidades que tuvo la reforma agraria en la comuna de Los Lagos respecto de la situación nacional, podemos destacar que el proceso de expropiaciones realizado bajo la normativa del programa de reforma agraria de la Unidad Popular no fue muy resistido por parte de los propietarios de la tierra; según los testimonios recogidos, en muchos casos este proceso se realizó por la propia voluntad de los dueños de fundos, acogiéndose a la ley y entregando la tierra bajo mutuo acuerdo con los trabajadores. De este modo se pudieron evitar las expropiaciones forzadas y los conflictos que de esta situación pudieron surgir, tal como ocurrió en otras zonas de nuestro país.
Tanto la reforma agraria como la sindicalización campesina fueron dos procesos que se vieron fuertemente profundizados en la comuna de Los Lagos, significando positivamente las vidas de los campesinos y de sus familias, representando una posibilidad efectiva de acceso a la tierra, con la consiguiente mejora en las condiciones de vida y de trabajo.
El proceso de Reforma Agraria vivido por los campesinos y dirigentes en la comuna de Los Lagos durante el periodo de la Unidad Popular fue muy relevante, ya que marcó un antes y un después en las vidas de estos protagonistas; de igual modo, fue un cambio significativo que vivió la sociedad rural de la comuna de Los Lagos en su conjunto, pues permitió la transformación de una comuna caracterizada por la presencia de grandes propiedades, a una con presencia de muchos pequeños productores agrícolas que lograron, con gran esfuerzo familiar, mantener su parcela asignada, fruto de la Reforma Agraria, tal como la podemos ver hoy día.
La historia vivida por los campesinos en la comuna estuvo caracterizada por una fuerte dependencia patronal, generaciones tras generaciones trabajando la tierra del patrón, con condiciones de vida y de trabajo bastante deficientes. Sin embargo, el proceso social, económico y político que comenzaba a surgir hacia fines de la década del sesenta, principalmente la Reforma Agraria, trajo para los campesinos de estas latitudes, la esperanza y la firme convicción de que todo aquello que ya estaba ocurriendo en otras zonas del país (zona centro principalmente) llegaría por fin a tocar estas tierras sureñas. Y estos son los recuerdos que tiene don Manuel Quilaqueo, excampesino asentado y dirigente de asentamiento, al decirnos con profunda emoción que:
aquí ya se iba escuchando de que con el tiempo la tierra iba ser del campesino… queríamos que se hiciera la reforma agraria… después llegó Allende y profundizó este planteamiento… y los campesinos lo apoyamos, porque veíamos que había mucho sufrimiento en nosotros, estábamos marginados… como postergados… los dueños de fundos hacían lo que querían con nosotros, nos explotaban a su manera, nos miraban como ellos querían…61.
Cuando la reforma agraria tocó estos campos sureños, surgió paulatinamente el despertar de los campesinos y de los trabajadores del campo, la toma de conciencia, la necesidad de cambio, la lucha por lo anhelado, por el trabajo colectivo y la producción de la tierra. Don Evaristo Barra Ibáñez, excampesino asentado y exdirigente sindical, nos grafica este sentir al contarnos que «la reforma agraria para nosotros los campesinos, fue un cambio muy grande… después trabajábamos a nuestra voluntad de lo que podíamos hacer… mientras que cuando era fundo era lo que nos decían que hagamos y lo hacíamos… después teníamos que ingeniarnos para hacer lo que teníamos que hacer… tomamos conciencia… cuando estábamos apatronados era recibir órdenes no más, igual que un perro, después uno se organizó como una familia no más»62. Por su parte y como un fiel impulsor de la reforma agraria en el sur, don Santiago Acuña, exfuncionario de la CORA, nos cuenta que «con esto de terminar con el latifundio a su vez se termina con el inquilinaje en Chile y esa situación le devolvió dignidad al campesino propiamente tal, como ser humano, o sea se sintió más libre, se sintió con derechos… la sociedad lo pasaba a reconocer como sujeto importante en el proceso que se estaba llevando a cabo…»63.
Don Santiago nos habla de libertad y dignidad, dos palabras claves para entender el proceso de cambio que estaba viviendo la sociedad rural chilena en su conjunto y la comuna de Los Lagos en particular. Libertad del campesino, en el sentido de verse desvinculado de la antigua condición de trabajador apatronado, libertad de poder ser parte y verse favorecido de un proceso de carácter nacional y que los estaba poniendo a ellos como protagonistas, a la vez que se les instaba y motivaba a la organización sindical. Por otro lado, ahí está presente la dignidad, al tener la oportunidad de cambiar su condición de marginalidad, pobreza y miseria por una condición más justa y con mayor reconocimiento por parte del Estado y de la sociedad. El trabajador del campo chileno fue sacado del estado de postergación en que se encontraba y conducido a través del trabajo y la organización a una vida más justa.
El trabajo colectivo en el sistema de asentamiento campesino fue muy valorado por los campesinos asentados, desde el momento en que se formaron los asentamientos y se elegían democráticamente los dirigentes de los mismos; existió la conciencia de que debían trabajar, producir la tierra, pues estaban aportando a la economía nacional y solventando las necesidades de ellos mismos. Se formaban Comités de Producción, los que se encargaban de coordinar lo relativo a una determinada área productiva, tal como lechería, agricultura, explotación maderera, etc. Los asentamientos contaron con la ayuda y el apoyo técnico requerido a través de los técnicos agrícolas, funcionarios de la CORA, que los orientaban en materias de producción.
La vida en comunidad que se vivía en este espacio de producción y organización fue muy favorable para los campesinos asentados, así lo recuerda don Manuel Quilaqueo, quien nos cuenta que «aquí nosotros trabajábamos muy bien, no había problema, no habían vicios, era responsable la gente»64. La organización democrática de este espacio es apreciada por don Jorge Fuentes Espinoza, excampesino asentado y exdirigente sindical, quien nos dice que: «todas las decisiones se tomaban de forma democrática, en tranquilidad, todo en común acuerdo, todos apoyaban, porque nunca hacíamos acuerdos para destrucción, sino para cosas buenas, para ir avanzando cada día más»65.
La comuna de Los Lagos destacó por la eficiente producción