Mi reflexión final se centra en la indicación de Jo Ann de que “así como el universo está interconectado, nuestro cuerpo también; somos formas de vida en constante evolución”. Este libro me ha instruido y ayudado en mi propio proceso evolutivo personal y profesional, y creo que cualquiera que lo lea, una vez que inicie este viaje en compañía de la autora, podrá añadir una capa más de conocimiento y comprensión a su propio camino hacia el mejor entendimiento de lo que supone una salud y función óptimas.
Por una buena salud,
Dr. Gary Mascilak, médico quiropráctico, fisioterapeuta y entrenador personal
Introducción
Con El psoas, el músculo vital se pretende explicar el único músculo del organismo humano que conecta la parte superior e inferior del cuerpo. La mayoría de las personas desconocen su importancia.
Al enseñar e investigar el psoas como una fuerza mayor del cuerpo, inicié un viaje desde el punto de visa cinesiológico, en el ámbito del flujo, las energías y la propiocepción corporales. Esta experiencia me ha hecho sentir muy humilde.
Físicamente: como especialista del movimiento, encontré la mecánica del psoas documentada hace tan sólo un año, en un proceso de revisión constante en cuanto a las acciones y funciones del psoas. Reputados expertos en psoas están actualizando constantemente la información para ayudar a poner algo de orden. La afirmación más simple es: el psoas es complicado. Nunca más volveré a llamar al psoas un agonista principal para la flexión de la cadera, excepto como parte del grupo muscular psoasilíaco, en el que, en la mayoría de los casos, el ilíaco es el flexor más potente. En la columna lumbar, hay otros músculos que siguen siendo los flexores más potentes, principalmente el recto del abdomen. Las funciones del psoas mayor, como estabilizador de la columna lumbar y la cadera, y como conector a la extremidad inferior, parecen más importantes mecánicamente y garantizan su relevancia, pero sus funciones estabilizadoras todavía se cuestionan en función del movimiento.
Emocionalmente: en el ámbito de la conexión psico-emocional, la información sobre la relación del psoas con el sistema nervioso es sorprendente, pero, aun así, muy real. He intentado hacer que este material resulte accesible para una audiencia más amplia, de tal forma que se pueda comprender.
Espiritualmente: todo lo relacionado con las energías espirituales se ha examinado principalmente en los antiguos textos, y en la ciencia del yoga y la meditación Kundalini, que siguen siendo exhaustivos y relevantes en nuestros días. El psoas es una figura importante en este ámbito debido a su ubicación profunda, su colocación central y su relación con el resto de las estructuras. Aunque el cuerpo “sutil” se considera separado de la estructura anatómica, los dos están relacionados, porque ¿cómo puede fluir la energía sin la respiración y el trabajo muscular? Todo está en la percepción. De igual forma que el universo está interrelacionado, también lo está el cuerpo; somos formas de vida en constante evolución.
Cómo utilizamos el psoas y cómo cuidamos de él es crucial. Todos somos diferentes, pero los efectos de su mala utilización se hacen abrumadoramente evidentes en muchas personas. El psoas se ha convertido en un reo inocente en varias situaciones, algunas explicadas en este libro. Encontrar un especialista que pueda diagnosticar y tratar el psoas resulta difícil. El tratamiento y el compromiso de sanación pueden ser frustrantes, aunque efectivos, si el psoas recupera su total funcionalidad.
He descubierto que, en muchos casos, liberar el psoas es más directamente un complemento al sistema corporal general, con el reforzamiento o el estiramiento secundarios. Esto se debe a que el psoas no sólo se está usando incorrectamente, sino que también se está abusando de él. Una vez liberado, puede funcionar con eficacia en el cumplimiento de las importantes funciones que se describen en este libro. Me encantan las palabras utilizadas por Liz Koch, una gran experta en el psoas: “sustancioso, receptivo y flexible”. Si se siguen, estas palabras pueden llevarnos a un psoas saludable que afecta a muchos aspectos importantes del cuerpo.
Jo Ann Staugaard-Jones
Parte 1:
Preludio anatómico
En este apartado intentaremos descifrar un músculo importante, aunque ya sabemos que ningún músculo funciona solo. La zona del núcleo está compuesta por un grupo de músculos que rodean la columna para mantenerla equilibrada. El psoas mayor es uno de estos músculos, y ayudado por el recto del abdomen, los oblicuos, el transverso del abdomen, el dorsal ancho, el erector de la columna, el cuadrado lumbar y los músculos posteriores profundos permite estabilizar la parte inferior de la columna. En la articulación iliofemoral, forma parte del grupo muscular psoasilíaco, que trabaja con el recto femoral, el sartorio, el pectíneo y el tensor de la fascia lata para flexionar la cadera. Con todos estos músculos ayudando, el psoas mayor puede liberarse para cumplir su función más importante: la conexión integral.
En estos tiempos de movilidad básica, es importante recordar que todos los músculos centrales deben estar en armonía y que ninguno debe destacar. Muchos instructores de fitness confían en la expresión “meter ombligo” para que se active principalmente el transverso del abdomen profundo. Hay que tener en cuenta que sólo se trata de una imagen y no debe utilizarse en exceso para ahuecar los abdominales o poner plana la espalda. La mejor alineación en movimiento es la columna neutra, en la que las curvas vertebrales naturales se compensan y permiten que los músculos hagan su trabajo con flexibilidad.
Teniendo esto presente, la parte anatómica del libro puede empezar.
1 Anatomía y biomecánica del área psoas
El grupo muscular psoasilíaco: ubicación y acciones
Entre la articulación de la cadera anterior y la parte inferior de la columna se encuentra el músculo psoas mayor. A veces conocido como el “poderoso psoas”, es el músculo esquelético más importante del cuerpo humano, ya que se trata del único músculo que conecta la extremidad superior a la extremidad inferior (la columna a las piernas). Esto lo convierte en un músculo postural muy significativo, y en el agonista y estabilizador de dos articulaciones diferentes: la articulación iliofemoral y la columna lumbar. El músculo también se encuentra cerca del centro de gravedad del cuerpo, por lo que su función es regular el equilibrio, e influir en la inervación, así como en las energías sutiles.
Figura 1.1: Psoas mayor.
El psoas comprende un músculo mayor y otro menor, principalmente sinérgicos en la columna lumbar. La diferencia está en sus fijaciones distales: el mayor es el que conecta el fémur a la columna (extremidades inferiores a superiores); el menor conecta la pelvis a la columna. Algunos dicen que el menor acabará desapareciendo, ya que sólo era importante cuando los humanos andábamos a cuatro patas, por lo que ya no es necesario. Es un agonista muy débil. De hecho, algunas personas sólo lo tienen en un lado o no lo tienen en absoluto. Cuando se utiliza únicamente la palabra psoas, por regla general se refiere al psoas mayor o a una