Iniciación al ajedrez. Antonio López Manzano. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Antonio López Manzano
Издательство: Bookwire
Серия: Ajedrez
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9788499102009
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ha llegado a la última casilla de la columna por donde estaba avanzando.

      En los siguientes diagramas podemos ver como se realiza esta coronación.

      El peón colocado en la séptima fila puede avanzar y entonces tiene la opción de convertirse en cualquier otra pieza que no sea ni el rey ni un peón. Normalmente la pieza escogida será la dama. No importa que ya haya piezas iguales sobre el tablero; es posible tener más de una dama o más de dos caballos, torres, etc.

       • Si tocamos una pieza estamos obligados a moverla.

       • Si hemos soltado la pieza en una casilla, ya no podemos cambiar de movimiento.

       • Si queremos colocar bien las piezas que no están bien centradas en las casillas que ocupan, tenemos que decir antes de tocarlas la palabra “compongo”.

       • Todas las piezas capturan del mismo modo como se mueven, excepto el peón, que lo hace de manera distinta.

       • El rey nunca puede desplazarse a una casilla dominada por una pieza contraria.

       • Un peón que corona puede ser cambiado por la pieza que más convenga, excepto el rey y el propio peón (normalmente una dama, pero no siempre).

      CAPÍTULO 5

       Mientras doy jaque al rey

       no temo a ningún jugador

       (Lasker)

      El jaque al rey y el mate

      El jaque se produce cuando el rey se encuentra en una casilla dominada por una pieza del bando contrario, como consecuencia de la última jugada del adversario. Como ya habíamos visto, el rey no puede ser capturado en un descuido de uno de los jugadores. Por ello, cuando uno de los reyes se encuentra amenazado es obligatoria una de las siguientes jugadas:

      1) Mover el rey a otra casilla que no se encuentre amenazada.

      2) Interceptar (cubrir) el jaque con una de nuestras piezas.

      3) Capturar la pieza que nos está amenazando.

      En el diagrama número 23 se ve como la dama blanca está dando jaque al rey negro. En este caso, la única manera de evitar esta amenaza es moviendo el rey a una de las casillas marcadas con una cruz, las cuales no están controladas por ninguna pieza enemiga.

      Por contra, en el siguiente diagrama podemos observar como el bando negro puede optar por cualquiera de las tres opciones que antes comentábamos. Por un lado, puede capturar con el alfil a la pieza que está dando jaque al rey. También puede interceptarse la amenaza, cubriendo al rey con la torre, o, por último, tiene la opción de mover el rey a una de las casillas no dominadas por el enemigo.

      Sólo en el caso que no pueda eludirse la amenaza directa al rey, mediante alguna de las tres maneras posibles estudiadas, se dice que se ha producido el jaque mate y la partida ha sido ganada por el jugador que lo ha conseguido.

      En los tres diagramas siguientes se ven tres posiciones típicas de mate:

      Comprobemos como en ningún caso es posible salvar al rey de la amenaza del contrincante: no hay ninguna casilla donde ir que esté libre de amenazas, no se puede capturar la pieza que está dando jaque, ni tampoco hay la posibilidad de cubrir al rey de ninguna manera.

      Fijémonos en el caso del diagrama número 27: cuando es un caballo o un peón el que está dando jaque al rey, no se puede cubrir con una pieza propia esta amenaza, ya que resulta imposible dadas las características especiales del movimiento del peón y del caballo.

       • El rey se encuentra en jaque cuando la casilla que ocupa es atacada por una o dos piezas contrarias.

       • El jaque tiene que ser contrarrestado ineludiblemente en la siguiente jugada. Si no se puede evitar, se dice que es jaque mate.

       • Según el actual reglamento de juego no es obligatorio avisar el jaque al rey, aunque es muy corriente hacerlo en partidas amistosas.

      CAPÍTULO 6

       El cambio es el alma del ajedrez

       (Kieninge)

      El valor de las piezas y los cambios

      En el transcurso de la partida, más tarde o más temprano, se capturan piezas de ambos bandos contendientes. Por ello, es imprescindible conocer el valor de cada una de estas piezas.

      Existe un baremo simplificado que tenemos que tomar con ciertas reservas, porque en ajedrez, es necesario valorar cada situación en concreto para tomar una decisión acertada. No obstante, podemos afirmar que, en un tanto por ciento elevadísimo de los casos, esta valoración es muy exacta y nos será de gran utilidad:

El peón=1 punto
La dama=10 puntos
La torre=5 puntos
El alfil=3 puntos
El caballo=3 puntos

      Observemos como no tiene sentido tipificar el valor del rey, ya que esta pieza no puede ser capturada a cambio de otra y, por tanto, no se le puede otorgar un valor de cambio.

      Podemos comprobar que la valoración de las piezas está hecha en función de su movilidad y de su poder por dominar casillas. Cuantas más casillas puede controlar una pieza, mayor valor tiene.

      Con estas puntuaciones ya podemos establecer ciertas relaciones a la hora de capturar una pieza contraria a cambio de una propia, lo que en ajedrez se llama un cambio de piezas. Por ejemplo, muchas veces, será correcto el cambio de un caballo por un alfil, o bien de una dama por dos torres, o un alfil por tres peones, etc.

      Los cambios más habituales son los siguientes:

Caballo=Alfil = Tres peones
Dama=Dos torres = Tres piezasmenores
Torre=Alfil o caballo + dos peones
Torre + peón=Dos piezas menores(las piezas menores son elalfil y el caballo)

      Pero estos y otros cambios no son nunca aconsejables, a no ser que proporcionen algún tipo de ventaja en la posición.

      Cuando se produce un cambio en el que un bando obtiene una pieza de más valor, por otra de menos valor, o cuando nos descuidamos