Entre algunos de los motivos que han inducido a un entrenamiento de la condición física de forma parecida al juego incluyendo el entrenamiento de resistencia, podemos mencionar: ninguno de los métodos mencionados anteriormente puede entrenar de forma tan amplia y tan específica como el entrenamiento especial de resistencia efectuado mediante el «método de juego» y el «método integrado en el juego». Con la ayuda del método de juegoque aparte de los juegos normales de entrenamiento y de competición (juegos de competición) también incluye el resto de formas de juego específica de 1:1,1:2, etc. hasta 5:5 o 8:8 en diferentes tamaños de campos de juego así como formas de juego en el área de juegos reducidos (ver página 117)— se entrenará de forma completa y exclusiva las capacidades de resistencia del fútbol. Aparte de este máximo de especificidad, este método ofrece también la posibilidad de conseguir experiencia y dureza para las competiciones, para mejorar el comportamiento táctico así como el estudio táctico del contrario.
La ventaja mayor del entrenamiento de resistencia integrada en el juego se debe sobre todo al hecho de que en el juego debido a la constante confrontación con el contrario se consigue un funcionamiento de cada uno de los sistemas que ni en el entrenamiento normal ni en las competiciones de prueba u otros controles de resistencia pueden ser conseguidos (ver Michailov 1973, 372). Una participación frecuente en los juegos de competición comporta un esfuerzo completo de todas las reservas psicofísicas de forma muy amplia, y una mejora del estado de entrenamiento especialmente en aquellos atletas que se encuentran en un alto nivel. Esta forma ofrece la posibiüdad de realizar más esfuerzo que en la competición con los correspondientes mecanismos de adaptación. Finalmente, la competición representa la forma más específica de control de todos los factores psicofísicos que determinan el rendimiento y da una visión general sobre si la estructura del entrenamiento y si los métodos de entrenamiento utilizados se han seleccionado de forma correcta.
Como restricción debe mencionarse que la participación demasiado frecuente en competición puede conllevar que el jugador se acostumbre a la situación de competición y que no pueda ser estimulado de otra forma, lo que puede influenciar de forma negativa la funcionalidad de este método. Además, también debe tenerse en cuenta que un entrenamiento constante en formas de competición -aparte de un esfuerzo extremo del aparato pasivo de movimiento (huesos, cartílagos, tendones) y el incremento de lesiones producidas por el resto de jugadores debido al requerimiento constante de hacer un marcaje férreo y carreras libres, etc - representa un gran esfuerzo de concentración, lo que puede producir rápidamente un estado general de cansancio. De esta forma se llegará a una caída de las capacidades de rendimiento específicas del fútbol (ver Norpoth 1988,10/11). Para el fútbol de primera categoría (profesional) también debe citarse que algunos componentes parciales del entrenamiento de resistencia no pueden cubrirse exclusivamente con un entrenamiento de juego. De manera que ni el entrenamiento de resistencia básica puede desarrollarse de forma óptima sin el correspondiente esfuerzo de larga duración ni tampoco la resistencia de velocidad puede desarrollarse de forma óptima sin un entrenamiento sin pelota.
Según los métodos presentados deberán seleccionarse ahora los medios apropiados para optimizar la resistencia general y especial.
Contenidos del entrenamiento de resistencia
Advertencias generales preliminares
La forma, el volumen y los medios con los que debe llevarse a cabo un entrenamiento de resistencia dependen en gran medida del tiempo que se disponga para el entrenamiento, de las capacidades de rendimiento dadas, del objetivo y de la edad. Cuanto más bajo sea el nivel de un equipo y cuantas menos unidades de entrenamiento se dispongan semanalmente -en el área más amateur no se superan normalmente las dos o tres unidades de entrenamiento por semana-, menos tiempo podrá invertirse en un entrenamiento de resistencia exclusivo.
En el nivel amateur más bajo generalmente será suficiente las capacidades de resistencia que se desarrollan con el juego. La resistencia debería enseñarse así sólo en el marco técnico-táctico, es decir, siempre se entrenará con la pelota (ver Norpoth, 1988, pág. 10). Las carreras necesarias para un entrenamiento de resistencia básica aeróbica deberá efectuarse mediante el llamado «entrenamiento en casa» (ver Rogalski, 1968, pág. 331; Bisanz, 1983, pág. 33; Koch, 1984, pág. 20; Benedeck, 1987, pág. 210; Rutemóller, 1989, pág. 11; Schafer, 1989, pág. 19; Theunemeyer/Bisanz, 1989, pág. 6;Jerat, 1991, pág. 12.)
En el «entrenamiento en casa» deberá aumentarse progresivamente la carrera hasta llegar a 30 minutos. En primer lugar deberán efectuarse carreras cortas (3 de 10 minutos, 2 de 15 minutos, 20 más 10 o similares) y posteriormente efectuarlo todo de una vez. Se tendrá que advertir siempre que para la resistencia aeróbica será suficiente en primer lugar correr lentamente y durante mucho rato.
Al empezar y al terminar la sesión de entrenamiento con carrera (también aquí debería efectuarse con la pelota), en este nivel se produce un aumento de los estímulos efectivos del entrenamiento en el sentido de una mejora de la capacidad aeróbica.
Si se dispone de más tiempo de entrenamiento o es necesaria una capacidad de resistencia superior, debería darse una importancia creciente al entrenamiento de resistencia integrado dentro del entrenamiento. Pero debido a que incluso en los amateurs superiores el entrenamiento puro de resistencia no es especialmente apreciado por los jugadores, deberían combinarse formas de trabajo de carrera variadas con formas de juego, que tengan un carácter de entrenamiento de resistencia (ver pág. 107) (Ver Kriiger, 1986, pág. 4; Vieth, 1985, pág. 47).
En las áreas más altas de rendimiento una resistencia básica bien desarrollada representa, tal como ya se ha explicado, un requisito básico imprescindible para la capacidad de resistencia del futbolista. Aquí deberían ejecutarse especialmente en los períodos de preparación de dos a tres veces semanales o diarias carreras de 30 hasta máximo 45 minutos, adicionalmente o en conexión con el entrenamiento normal técnico-táctico (ver Jerat, 1991, pág. 12). En la ejecución de un entrenamiento de resistencia deberá tenerse en cuenta la capacidad de resistencia individual o la «tipología de carrera». Para poder individualizar y hacer más efectivo el entrenamiento deberán construirse siempre grupos de la misma capacidad que puedan ejercitarse de la manera adecuada. Tal y como se ha explicado, no pueden aplicarse los mismos métodos de entrenamiento ni la misma forma a los «tipos esprínter» que a los «tipos resistente» (ver pág. 31). Al tipo resistente le van más las carreras de resistencia largas y continuas mientras que al tipo esprínter le van más las carreras cortas y con varios intervalos. Esto deberá tenerse en cuenta en la selección de métodos y medios. Deberá por tanto tenerse en cuenta siempre que sea posible la capacidad de esfuerzo individual.
Como ejemplo de orientación pueden utilizarse los programas presentados por Norpoth, 1988, (pág. 11). Para los tipos resistente (centrocampistas, defensas) son más apropiados los programas que se presentan en la columna A de la tabla 6 mientras que para el tipo esprínter (frecuentemente jugador de ataque) es mejor el programa representado en las columnas B.
Medios de entrenamiento de la resistencia básica
Medios y tipos de ejercicios sin balón
A pesar de las reservas mencionadas al principio en contra de un entrenamiento exclusivamente de resistencia sin balón, en ningún caso deben eliminarse del programa las carreras de resistencia sin balón, ya que éstas gracias a su estructura juegan un papel muy importante por los efectos pedagógicos y psicológicos que tienen sobre