Pero el deporte adaptado va más allá de la práctica en un grupo específico dedicado exclusivamente a la competición. El deporte adaptado puede ser, y es también, un recurso para la inclusión social, tal y como se ha demostrado con el programa Hospi Esport o El Deporte al Alcance de Todos, cuyo principal objetivo es el de favorecer la práctica deportiva en un entorno ordinario, en cualquier instalación deportiva, sin necesidad de separar a los deportistas por sus características personales.
De ahí la importancia de la presente obra, tanto por la experiencia docente de los diversos autores (en entornos inclusivos o específicos) como por su aportación científica en la materia. El amplio espectro de actividades que contiene, sumadas a las explicaciones didácticas, permite ofrecer al lector una base que puede ayudar al conocimiento del deporte adaptado y de múltiples recursos facilitadores de la inclusión del alumnado con discapacidad en las sesiones de iniciación deportiva. Una herramienta útil para educadores, educadoras, técnicos y técnicas deportivos y otras personas vinculadas con la educación física y el deporte.
Como uno de los actuales representantes del deporte adaptado a escala nacional e internacional, quiero hacer pública mi felicitación a todos los que han hecho posible esta obra, animándolos a que la divulguen y la conviertan en una herramienta al servicio de la sociedad. Su valor no puede quedar limitado a ser un libro más en la estantería de una biblioteca. Es una obra viva, intensa y especialmente solidaria. Muchas gracias a todos y a todas.
JOAN PALAU I FRANCÀS
Presidente general de la Federación Internacional Stoke-Mandeville
Presidente de la Federación Española de Deportes para Minusválidos Físicos
Vicepresidente del Comité Paralímpico Español
INTRODUCCIÓN
La presente obra tiene como objetivo ofrecer recursos que permitan la iniciación deportiva de las personas con discapacidad en un entorno inclusivo, recursos que obviamente también pueden utilizarse sin ninguna dificultad en un grupo específico formado exclusivamente por personas con discapacidad. Dichos recursos no pretenden ser un recetario, sino un conjunto de propuestas que pueden ser modificadas y adaptadas según las apreciaciones de los docentes en función de su realidad inmediata, ya sea escolar como en cualquier otro espacio educativo (instalaciones públicas, centros de ocio, residencias, etc).
Inicialmente debe tenerse en cuenta que la mayor parte de la oferta deportiva dirigida al colectivo de ciudadanos y ciudadanas con discapacidad está enfocada hacia el ámbito de la competición, pese a que, como en el resto de la población, muchas personas buscan en la práctica deportiva un entorno lúdico que les permita una mayor calidad de vida, sin la necesidad de estar inmersos en el contexto de la competición federativa. Intentar ofrecer recursos deportivos para el ocio debe ser una prioridad, teniendo que adaptar la oferta deportiva a todos y todas, independientemente de sus características.
De hecho, se trata de facilitar el acceso al derecho a la práctica deportiva, consiguiendo que el deporte de ocio sea una oferta normalizada como cualquier otra. Y con ello no me estoy refiriendo exclusivamente a una oferta específica para determinados colectivos, sino que reclamo también la necesidad de posibilitar la participación en grupos convencionales en cualquiera de las actividades, de acuerdo con las motivaciones, intereses y necesidades de cada persona.
Se ha reunido pues a un conjunto de docentes que plasman didácticamente en cada capítulo la descripción de cada modalidad deportiva adaptada, sus orientaciones didácticas en función de la discapacidad y un conjunto de actividades de enseñanza-aprendizaje en las que se plantean las adaptaciones y las consecuentes orientaciones didácticas a tener en cuenta.
Así, los contenidos se han agrupado en función de las discapacidades físicas, visuales e intelectuales, teniendo presentes tanto las modalidades deportivas convencionales adaptadas como las específicas de cada discapacidad, con el objeto de ofrecer un amplio catálogo de actividades que serán útiles tanto en un entorno ordinario como específico.
Quisiera destacar que se han reunido en un solo volumen las diversas modalidades deportivas adaptadas más habituales, sin dejar de lado las actividades en la naturaleza. También agradecer a los autores y autoras el esfuerzo por presentar las adaptaciones en un contexto ordinario-convencional, sin perder de vista (y creo que aquí también reside uno de los valores de la obra) que las actividades específicas pueden también ser practicadas por personas sin discapacidad como propuesta inclusiva, o bien (dependiendo de la discapacidad) simulándola en actividades sensibilizadoras.
En resumen, deseamos poner al alcance de todos y todas una herramienta eminentemente práctica que tiene la vocación de ser un apoyo útil para todos los educadores, educadoras, técnicos y técnicas, voluntarios y voluntarias que, desde el deporte, intervienen o se plantean intervenir en el marco de la educación física adaptada a las personas con discapacidad.
Mercedes Ríos Hernández
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UNA ESCUELA PARA TODOS: LA ESCUELA INCLUSIVA
En este capítulo se presenta el análisis conceptual del término «inclusión» y a continuación se plantea cuál debe ser la respuesta escolar global ante el reto que supone. Posteriormente, una vez ofrecida la visión de lo que tiene que caracterizar la escuela inclusiva, se analizan las estrategias facilitadoras de dicha inclusión en el área de educación física.
ANTECEDENTES
«A modo de síntesis, podríamos decir que el término inclusión aparece, en un principio, como una alternativa al de integración, como un intento de paliar las situaciones de desintegración y exclusión en las que estaban muchos alumnos en los centros bajo la bandera de la integración. En segundo lugar, como un intento de reconstruir el enfoque deficitario individualista y médico dominante (...). Y, en tercer lugar, como una reivindicación de que todos los alumnos con y sin necesidades educativas especiales reciban una educación de calidad en las aulas regulares.» (Arnaiz, 2003, p. 159)
El inicio del movimiento de la escuela inclusiva puede situarse entre mediados de los años ochenta y principios de los noventa del siglo XX. Como precursor, destacamos el movimiento que surge en Estados Unidos, conocido como Regular Education Initiative (REI), que tiene como objetivo la inclusión del alumnado con discapacidad en las aulas ordinarias, proponiendo un único sistema educativo que no diferencie entre la enseñanza ordinaria y la especial.
Desde finales de los años ochenta, cabe destacar los trabajos de UNICEF y UNESCO, que convocaron eventos clave respecto a la vulneración del derecho a la educación, para la consolidación del movimiento de la escuela inclusiva: la Convención de los Derechos del Niño (Nueva York, 1989); la Conferencia Mundial de Educación para Todos (Jomtien, Tailandia, 1990); la Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales: Acceso y Calidad (Salamanca, 1994) y el Foro Consultivo Internacional para la Educación para Todos (Dakar, Senegal, 2000). En estas conferencias se aboga por una educación de calidad para todo el alumnado en la escuela ordinaria, presente o no dificultades de aprendizaje, y se tiene en cuenta la diversidad cultural, social, étnica o de cualquier otro tipo. De todos estos foros, destacamos especialmente el celebrado en Salamanca (1994), que sienta las bases de la educación inclusiva, con unos planteamientos que no tienen su epicentro en el alumnado con discapacidad sino que:
• Todos los niños tienen el derecho fundamental a la educación y deben tener la oportunidad de alcanzar y mantener un nivel aceptable de conocimientos.
• Todos los niños tienen características, intereses, habilidades y necesidades de aprendizaje únicos.