Tepito, cabrón y frágil a la vez. Adriana María Isabel Núñez García. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Adriana María Isabel Núñez García
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9786073033572
Скачать книгу
la sociedad sobrevive, no puede pagar su libertad, se encuentra en una lucha para salir a flote ya que el individualismo, el egoísmo, la competencia y sobre todo la violencia son resultado de la subordinación de la sociedad frente al mercado. “Cuando los lazos de unión se disuelven a causa de la lucha por la supervivencia, la ausencia de solidaridad se compensa con subordinación y conformismo (ibíd., p. 55).

      Desde finales de 1980 a la fecha, se ha incrementado la pobreza, el desempleo, la inseguridad, la violencia, la drogadicción, la delincuencia, la precarización laboral y educativa, la ruptura de lazos familiares, entre otros factores adversos, afectando directamente a un sector específico: los jóvenes.

      El estudio y análisis de dichos factores son relevantes para abordar una investigación, puesto que si la ideología del liberalismo y el proyecto de modernidad representa algún problema en nuestra nación, sí lo es en específico para la comunidad tepiteña, principalmente para sus jóvenes. Este análisis resulta en una valiosa aportación en materia de investigación y creación de políticas públicas a favor de la juventud. En el libro 9 razones para (des) confiar de las luchas por los derechos humanos, Quintana afirma que “no son las balas: es una perversa política de Estado, en lo político, en lo económico, en lo social, en lo cultural, lo que mata a nuestros jóvenes” (citado en Esteves y Vázquez, 2017, p. 213).

      México se encuentra entre los países de Latinoamérica que no cuentan con suficiente apoyo en materia de salud, educación y empleo, según el Informe Latinoamericano sobre Pobreza y Desigualdad 2017. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) afirma que el mandato de Peña Nieto está marcado por las violaciones más graves a los derechos humanos, cometidas principalmente por instituciones públicas encargadas de tareas de seguridad. De acuerdo con el titular de la CNDH, las recomendaciones que se han hecho a la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) y a la Procuraduría General de la República (PGR) han aumentado un 117% en 2018.

      Sobre los victimarios y víctimas, el Centro de Análisis de Políticas Públicas señaló que aquellos sicarios que purgan una sentencia en alguno de los diversos penales del país son, en su mayoría, hombres con instrucción escolarizada a nivel básico y con edades que oscilan entre los 18 y 29 años. En cuanto a las víctimas de un delito, se observó un aumento importante en las tasas de mujeres de todas las edades, siendo el grupo más afectado el de los 25 y 29 años con instrucción escolar básica.

      José Manuel Valenzuela en su libro Sed del mal. Feminicidio, jóvenes y exclusión social (2012), propone pensar el asesinato sistemático de jóvenes en México como una realidad que llamaremos juvenicidio, y lo describe así:

      El juvenicidio alude a algo más significativo, pues refiere a procesos de precarización, vulnerabilidad, estigmatización, criminalización y muerte. El juvenicidio refiere a la presencia de procesos de estigmatización y criminalización de las y los jóvenes construida por quienes detentan el poder, con la activa participación de las industrias culturales que estereotipan y estigmatizan conductas y estilos juveniles creando predisposición que descalifican a los sujetos juveniles presentándolos como revoltosos, vagos, violentos, pandilleros, peligrosos, anarquistas, criminales (citado en Esteves y Vázquez, 2017, p. 214).

      La ideología liberal y el proyecto de modernización controla a los jóvenes. En México, y hablando exclusivamente del barrio de Tepito, las muertes de sus jóvenes no son hechos aislados, sino una forma de administración de la vida desde la muerte, esto es, un dispositivo propio del neoliberalismo. El juvenicidio lleva un proceso de des- ciudadanización, lo cual implica que los jóvenes dejan de ser sujetos de derecho, su propio cuerpo se vuelve un lugar vacío de derecho, pero a la vez es sancionado por la ley.

      El sistema imperante precariza la vida de los jóvenes mediante la ampliación de la vulnerabilidad económica y social, el aumento de su indefensión ciudadana y la disminución de opciones disponibles para que puedan desarrollar proyectos viables de vida (Esteves y Vázquez, 2017, p. 210).

      En Tepito, la violencia normalizada que viven los jóvenes, ya des-ciudadanizados, los lleva a un callejón de dos salidas: la muerte o la cárcel. Los jóvenes que se encuentran en este proceso podemos verlos en las calles hablando de la falta de oportunidades de empleo, de las carencias y lo que tienen qué hacer para sobrevivir en el día a día sin opciones de educación, vivienda digna y una vida libre de violencia. “Traemos a nuestro ángel de la guarda en chinga los 365 días al año”, aseguran. Se aferran a quien les puede hacer “paro” como San Juditas, la Santa Muerte, la santería, o ya de forma directa alguna banda criminal, la cual espera militantes en su lista.

      El INEGI (2000) y el Centro de Población y Vivienda (2000) señalan que la población del barrio de Tepito era de 50 000 habitantes, de los cuales el 25% eran niños y jóvenes.

      Dentro del barrio existe una serie de actos de corrupción para que fluyan las mercancías de cualquier índole. En la delegación Cuauhtémoc y en específico el barrio de Tepito, se observa un alto índice delictivo y de drogadicción, lo que favorece la estigmatización de los jóvenes del barrio, llamándolos: chakas, delincuentes, tranzas, ratas, tepichulos, ninis y más. Este estigma los vuelve objeto de discriminación por parte de la sociedad, y para las autoridades se vuelven blancos perfectos para reprimirlos y detenerlos, justificando con ello el mantenimiento del orden público.

      Este estudio muestra los elementos y argumentos para afirmar que, dentro del barrio de Tepito, factores como la pobreza, la drogadicción, la delincuencia organizada, la violencia, el narcomenudeo, la precarización laboral y la estigmatización afectan principalmente a los jóvenes y son efectos del Estado moderno neoliberal. En la actualidad, esta tercia ha generado juvenicidio y sobrevivencia.

      La impunidad de los poderes del mercado es la norma vigente como pacto social, el cual genera una violencia sistemática contra comunidades mexicanas; asimismo, separa familias y no de forma aleatoria, sino como una estrategia finamente pensada para adelgazar los lazos familiares y comunitarios.

      Las problemáticas desarrolladas en el sistema neoliberal y el proyecto de modernización, impacta de forma negativa en los jóvenes; por ello, merecen que sus voces se escuchen para llegar a una comprensión más profunda de su situación que permita una intervención adecuada, más allá de la judialización en el abordaje de la violencia entre jóvenes.

      Justificación

      Siendo aún alumna de la licenciatura, realicé un trabajo de investigación para la maestra Nelia Elena Tello Peón, el cual versaba sobre el objeto de estudio de Trabajo Social y su definición. En dicha investigación observé que había una discusión sobre el objeto de estudio de Trabajo Social, pues no quedaba claro cuál es el objeto de intervención de dicha disciplina y, por ende, esto tenía un impacto en la definición de la misma incluso a nivel internacional, pues el objeto de estudio y el hacer del trabajador social es distinto en cada país. Considero que esta situación se debe a los contextos económicos, políticos y sociales propios de cada nación.

      Después de tomar en cuenta a autores como Nelia Tello (2007), María del Carmen Mendoza Rangel (1986), Natalio Kisnerman (2005), Eli Evangelista (1998), Norberto Alayón (1989), Ezequiel Ander-Egg (2013), Silvia Galeana de la O (2010) y Alfredo Juan Manuel Carballeda (2002), entre otros autores, me llevaron a definir el Trabajo Social como la “Disciplina de las ciencias sociales donde su objeto de estudio es la intervención social para solucionar problemáticas sociales que afectan