Escultura Barroca española. Nuevas lecturas desde los Siglos de Oro a la sociedad del conocimiento. Antonio Rafael Fernández Paradas. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Antonio Rafael Fernández Paradas
Издательство: Bookwire
Серия: Escultura Barroca Española. Nuevas Lecturas Desde Los Siglos De Oro A La Sociedad Del Conocimiento
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9788416848003
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plástica, evolucionando de unas imágenes iniciales más arcaicas, en donde el molde parece que unifica más la producción, para ir evolucionando a formas más libres, siendo iguales pero no idénticas[33]. Por tanto, se pueden agrupar bajo escuelas o talleres, en donde eran dirigidos por un maestro, presentando la producción de cada taller una gran uniformidad. La comercialización o donación de este tipo de Cristos ligeros novohispanos se extendió por toda Andalucía con mayores representaciones en las provincias de Sevilla, Cádiz y Córdoba, a través de la Vía de la Plata, y en la antigua Castilla, con especial repercusión en la ciudad de Valladolid; sin olvidar las obras canarias, con el Cristo de Telde como mayor exponente.

      En general, las facciones de los rostros representan sin lugar a dudas los rasgos hispanos, con nariz recta y prominente, marcado entrecejo y pómulos abultados. Tanto los cabellos, como el bigote y las espesas barbas, se distribuyen de forma simétrica, dividiéndose en dos mitades, generalmente marcadas por una línea central divisoria, y acompañados de anchos mechones acanalados, terminando en el característico enroscado como seña de identidad de este tipo de obras. Destacan las bífidas barbas del Taller de los Grandes Cristos, en donde los mechones se inician en la punta de la barbilla, retorciéndose sobre sí mismos para culminar en punta. El resto de los mechones de la barba caen de las mejillas ordenadamente, enroscándose en la parte inferior de forma muy diferente a los volúmenes presentados en los Cristos del Taller de Cortés. Las cabezas, invariablemente ladeadas hacia la derecha y caídas, casi rozando con la barba el pecho. Los mechones del lado derecho se recogen hacia atrás mostrando la oreja derecha, especialmente visibles en las obras del Taller de Cortés y el Taller de los Grandes Cristos, mientras que en los demás, a menudo se presenta algún mechón cayendo, más o menos retorcido, sobre el hombro derecho hacia el pecho.

      Los paños de pureza se presentan siempre pequeños y ajustados al modelado de la anatomía, dejando ver las caderas y gran parte de la musculatura de los muslos. Los ligeros pliegues horizontales, como los del Taller del Cristo de Carrión de los Condes, tienden a recogerse en la lazada situada en la parte izquierda. A menudo, en dichas lazadas se emplea la técnica de las telas o papeles encolados, encontrando en algunas obras códices tributarios reutilizados, como los hallados en el Cristo del Capítulo o el Cristo de Telde. La línea recta de la parte superior de los sudarios del Taller del Cristo de Telde contrasta con los plegados de los sudarios, y característico trazado oblicuo que nace en la cadera izquierda y muere en la parte superior del muslo derecho del Taller de Cortés. Estos se distribuyen en líneas más o menos horizontales, continuando la forma en V del bajo vientre, como así ocurre en el Cristo de Zacatecas o el Cristo de los Canarios. Otras imágenes del mismo obrador presentan una variación muy significativa con respecto a este aspecto, como son el Cristo de las Aguas de Guadalcanal (Sevilla), de la Vera Cruz de Lekeitio o de la Misericordia de Sevilla, en donde el paño de pureza no presenta la característica curvatura del bajo vientre ni el trazado en diagonal, sino que se presentan formando una curva que sigue la forma de la cadera, y los suaves pliegues se desarrollan horizontalmente, concentrándose ligeramente sobre el muslo derecho por la forzada postura de las piernas.

      En el Taller de los Grandes Cristos se aprecian dos modelos de sudarios. En el primero, el perizoma es pequeño y ajustado a la anatomía. El diseño es sencillo, siguiendo el movimiento de la imagen y trazando una línea oblicua desde la cadera izquierda más alta hacia la derecha, ligeramente más baja. La moña o lazada surge del lado izquierdo, cayendo pegada de forma natural. La parte superior del tejido se pliega con un doblez ancho siguiendo la línea oblicua superior, resolviéndose el resto de pliegues en largas y suaves ondulaciones condicionadas por su realización moldeada. Muestran este tipo de modelado los Cristos de la Buena Muerte de Agüimes y el Crucificado de Sanlúcar la Mayor (Sevilla). El segundo modelo, de corto y suave plegado, está ligeramente alzado en la cadera izquierda con una pequeña abertura lateral que deja a la vista parte del muslo. Se observa en los Cristos de la Sangre (Granada), el Crucificado de Portaceli (Valladolid) y el Cristo de los Afligidos (Cádiz), siendo la abertura lateral en este último más amplia.

      La imaginería ligera como disciplina artística aglutina todas aquellas representaciones escultóricas devocionales realizadas en materiales de distinta naturaleza, tales como: papelón, telas encoladas, pasta o caña de maíz y madera, entre otras posibles aún por descubrir. Las técnicas constructivas empleadas en la fabricación de dichas obras varían entre imágenes de molde, modeladas, telas encoladas o talla. La característica principal que agrupa a este conjunto de obras de naturaleza y técnicas heterogéneas es la ligereza o escaso peso que las identifica, la rápida ejecución y la facilidad de manipulación y manejo.