Y lo que es novedoso hoy, mañana será obsoleto, lo que hoy es de última moda, mañana será desechado.
Por eso a las personas les cuesta demasiado permanecer en algo sin tener la tentación simplemente de probar algo “novedoso” o de buscar las nuevas alternativas que están disponibles.
Uno de los grandes desafíos de la vida cristiana es el permanecer en las cosas que se nos han enseñado. Puede ser que hayamos recibido al Señor, puede ser que de una manera genuina hayamos abierto nuestro corazón a Jesús e intentemos vivir de acuerdo a los valores de la vida cristiana, pero es necesario permanecer en aquello que hemos recibido de parte de Dios.
Siempre habrá quienes nos inviten a probar algo diferente. Siempre aparecerán aquellos que nos dirán que no hay una verdad absoluta y que es válido intentar alternativas. Pero en realidad esto solo son artimañas del enemigo para desviarnos de la voluntad que Dios desea colocar en nuestra vida.
Jesús dio el significado de la frase “permanecer en Cristo” cuando se comparó a una vid y a los creyentes como sus sarmientos: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí” (Juan 15:4).
Ese retrato nos ilustra la unión vital que existe entre los cristianos y Jesucristo.
La palabra “permaneced” básicamente quiere decir “quedarse”. Cada cristiano está inseparablemente enlazado a Cristo en todas las áreas de su vida.
Nosotros dependemos de Él por la gracia y el poder para obedecer. Nos fijamos obedientemente en Su palabra para instruirnos en cómo vivir. Le ofrecemos nuestra profunda adoración y alabanza, y nos sometemos a Su autoridad sobre nuestras vidas.
Los cristianos conocemos a Jesucristo como la fuente y sustento de nuestras vidas.
Ten cuidado con las “ofertas del mundo”. Es posible que por estar buscando algo diferente termines apartándote de lo eterno. No vale la pena arriesgar tanto por tan poco. Este es un día para permanecer en Él y en su Palabra.
Esta es la verdadera novedad de vida y eternidad segura.
Oración:
Señor Jesús, entiendo tu llamado a permanecer en ti. Eso quiero hacer en este día y en todos los días de mi vida. No quiero apartarme ni por un segundo de tu divina presencia, ni de tu cuidado permanente. Sé que si habito al abrigo del Altísimo, moraré bajo la sombra del Omnipotente y tú serás mi esperanza y mi castillo. No quiero alejarme de ti jamás. Amén.
Enero 28
Yo soy el camino
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6)
Recuerdo unos años atrás que estábamos paseando en un lugar en nuestro país y decidimos internarnos en la montaña en la parte más agreste y peligrosa, donde con seguridad había serpientes venenosas y otros animales. Pero sentíamos el espíritu aventurero, así que con varios jóvenes y un anciano de 80 años nos internamos en la zona más peligrosa y luego de caminar por mucho tiempo llegamos a un punto en el que no sabíamos para dónde ir.
Escuchábamos abajo el río, pero la vegetación era tan tupida y tan alta que perdimos el rumbo y además estaba el peligro de ser mordidos por alguna serpiente. No teníamos un camino, no teníamos una dirección por la cual seguir, no había un sendero, ni ninguna marca y pensamos que nadie había transitado antes por aquel lugar.
Cuando teníamos todas esas dudas, el anciano tomó el liderazgo del grupo y nos dijo: no se preocupen, yo los voy a llevar a lugar seguro y empezó a abrir brecha con su propio cuerpo en medio de la maleza. Se arrojaba sobre la vegetación que cortaba la piel, pero él nos habría camino y nosotros lo seguíamos cuando ya se había abierto un lugar por el cual pasar, hasta que llegamos al río y caminando luego a través de él, encontramos finalmente un camino por el cual regresamos.
El gran problema de nuestros días es que la gente está atrapada en medio de lugares en los que no sabe a dónde ir, no tienen los recursos, ignoran la forma, se alejan de Aquel que declaró que Él era el camino por el cual transitar, porque Él es quien ha abierto la brecha para que pasemos por ella.
¿Aún estás yendo por la vida como un errante que no conoce a dónde debe ir?
Si es así, este es un buen día para tomar el camino adecuado.
Jesús no dejó alternativas. No hay otras vías alternas, no hay otras opciones, no hay diferentes posibilidades.
Jesús dijo directamente: Yo soy el camino y no hay otro. El único camino, el verdadero por el cual vas a ser conducido a la bendición sobre tu vida. Es hora de enderezar la senda de tu vida.
Oración:
Señor Jesús, cuando he caminado tratando de definir mi propio camino he tropezado o me he perdido a la deriva. Pero hoy sé que hay un camino. Tú eres el camino perfecto que me lleva a lugar seguro. Tú eres Aquel que vino del cielo para abrir la brecha que me conduce a ese destino eterno. Por eso no quiero perderme más, he decidido seguir a Cristo y no vuelvo atrás. Amén.
Enero 29
Trastornando al mundo
“…estos que trastornan el mundo entero también han venido acá” (Hechos 17: 6b)
Trastornar literalmente significa, “poner el mundo de cabeza”.
Pero, ¿Realmente estaban los primeros cristianos trastornando el mundo? O en realidad lo estaban poniendo derecho.
La verdad es que más bien lo estaban poniendo derecho. Pues, ya estaba trastornado por el pecado.
La persona que se acostumbra a vivir una vida desordenada piensa que así es la vida, y cuando se le predica el evangelio siente que su mundo se le mueve porque es completamente diferente a su forma de vivir.
Lo que los enemigos del cristianismo creían que era una ofensa acusándoles de alborotadores, era en realidad un elogio, porque estaban tratando de poner sobre sus pies a un mundo de cabeza.
Por ese poder del evangelio y de la unción divina es que nosotros como creyentes podemos soñar en grande, tomando la autoridad y con la fuerza y el ímpetu del Espíritu Santo podemos salir a conquistar un mundo para Cristo Jesús. No hemos sido llamados a tareas menores. Hemos sido llamados a la tarea más grande que puede existir, la de trastornar al mundo con el mensaje que salva las vidas, restaura las familias, sana a los enfermos, levanta a los caídos, reconforta a los oprimidos y nos lleva a la salvación eterna preparada para los que aman al Señor.
Esta no es una tarea cualquiera. Surgió desde los mismos cielos y ha sido colocada en manos indignas como las nuestras, pero cuenta con el respaldo de Aquel que algún día regresará con gloria y reinará en el mundo para siempre.
Qué bueno que como creyentes tenemos la capacidad de trastornar este mundo. Pero no con falsedades, engaños o cosas oscuras. De ninguna manera.
Este mundo debe ser trastornado pero con el mensaje poderoso del evangelio de Jesucristo, que es poder de Dios para salvación.
Sí, que muchos sean trastornados y dejen atrás su vida de pecado, de mentira y de hipocresía, y que puedan venir a disfrutar de la bendición de saber que tenemos a un Dios que cambia las vidas para siempre y nos lleva a la salvación eterna.
Y tú, ¿ya estás haciendo tu parte?
Oración:
Señor, este es un día para hacer la parte que me corresponde como transmisor del mensaje que trastorna este mundo. Quiero ser un instrumento eficaz en tus manos para traer tu palabra a un mundo que se cae a pedazos por causa del pecado. Sé que si tú me has redimido, ahora soy parte de un pueblo escogido para anunciar las