Capítulo 1
Marco económico del comercio y la intermediación comercial
1. Introducción
El comercio es una actividad que se remonta a tiempos muy tempranos, cuando el ser humano sintió la necesidad de intercambiar productos con otras comunidades que producían o poseían diferentes productos a los locales.
Surgió entonces la especialización en determinadas cosechas y el intercambio de productos entre los humanos. El comercio monetario que sustituyó al trueque o intercambio de mercancías impulsó el comercio y la formalización de esta actividad.
La importancia del comercio para el ser humano es muy profunda, ya que no tiene que ver solamente con lo económico, sino también con lo social y lo cultural. A través del comercio, las sociedades han entrado en contacto directo y a través de este conocimiento de lo externo, se han ido enriqueciendo las sociedades.
El término comercio proviene del concepto latino commercium y se refiere a la transacción realizada para obtener o vender un producto.
Según la RAE, el comercio es la actividad de “negociación que se hace comprando y vendiendo o permutando géneros o mercancías”. También se puede definir como “la actividad económica que ofrece los excedentes de productos y servicios a los consumidores”.
Además, el comercio puede implicar el traspaso de las mercancías a otro individuo para hacer uso directo de las mismas, revenderlas o transformarlas.
En cuanto a España, el comercio es un sector con una importante trascendencia económica, ya que supone el 12,1 % del PIB total de la economía española.1
2. El sector del comercio y la intermediación comercial
El comercio al por menor consiste en la compra y venta de bienes sin que se produzca una transformación de su estado original. El comercio al por menor o minorista engloba aquellos negocios cuyo público es el público final y que utilizarán los productos para su consumo o uso personal. Por otro lado, el comercio al por mayor o mayorista comprende aquellos establecimientos cuyas ventas se pueden destinar a comerciantes al por menor, a usuarios industriales, a otros mayoristas o a agentes o corredores de compra/venta de mercancías.
A continuación, se estudian estos tipos de comercio con más detalle.
2.1. Características del comercio al por menor
El comercio al por menor también se conoce como comercio detallista, minorista o al detalle, que consiste en la compraventa de mercancías cuyo comprador es el consumidor final y usuario del producto. Su importancia reside no solo en que representa el eslabón final en la cadena de distribución, sino que mantiene una conexión directa con el mercado y esto puede influir directamente en las ventas.
Ejemplo
La compra de alimentos en el supermercado es comercio minorista, ya que el consumidor adquiere un producto para el consumo propio.
La actividad comercial representa un buen indicador de movimiento y vitalidad en una ciudad. El desarrollo de la actividad comercial en una zona urbanística suele ser el detonante para el tránsito y actividad de la zona.
A continuación, se presentan una serie de características propias del comercio minorista.
1 Cercanía con el cliente. El comercio minorista implica un trato muy personalizado y de calidad, ya que se trata de establecimientos de reducido tamaño. Generalmente, son los mismos dueños quienes atienden al cliente y ofrecen de este modo el trato cercano y conocimientos sobre los productos. Esta cercanía es muy valorada por determinados clientes, ya que con el desarrollo de las grandes superficies y cadenas de venta, la cercanía vendedor/cliente se está perdiendo. Por ello, es importante conservar y potenciar esta característica del comercio minorista.
2 Publicidad de “boca a boca”. La promoción del negocio minorista se suele realizar a través de clientes satisfechos que comunican a sus conocidos acerca del establecimiento, recomendando sus productos y servicios. En este marco, los minoristas deben desarrollar estrategias de marketing relacional para retener y fidelizar a sus clientes, dotando a su oferta de servicios periféricos y controlando todos y cada uno de los contactos de nuestros clientes con su empresa.
3 Flexibilidad. Debido al reducido tamaño del negocio, son más rápidos en adaptarse a los cambios del mercado, de la demanda o del entorno en general lo que supone una ventaja frente a grandes cadenas comerciales que necesitan más tiempo y más recursos para conseguir un cambio.
4 Nichos de mercado desatendidos. Existen multitud de oportunidades de negocio que las grandes cadenas no han cubierto y que, por ello, pequeños comerciantes podrían cubrir, ya que conocen mejor y de cerca al cliente. Además, al constituir un pequeño negocio, la inversión no tendría por qué ser muy elevada.
5 Mayor especialización y focalización en el producto. Las empresas focalizadas en un sector específico pueden desarrollar un excelente servicio, ya que el tamaño de su mercado es más manejable.
A continuación, se establecen una serie de pautas aconsejables a seguir para conseguir un comercio minorista de éxito:
1 Diferenciarse. A través de nuevos o distintos elementos como son el diseño, la venta online; o más tradicionales, como la entrega a domicilio.
2 Paliar o eliminar las deficiencias que puedan presentarse en comparación con las grandes superficies. Para ello, es necesaria una investigación sobre el cliente y la competencia para, dentro de las posibilidades del pequeño comercio, ofrecer un servicio de calidad y precio.
3 Segmentación del mercado. Llevar a cabo una segmentación del mercado consiste en la división del mercado en grupos homogéneos para determinar con exactitud su comportamiento de compra de la demanda y así comprender y saber qué espera el público de los pequeños comercios. Cada empresario puede optar a dirigirse a uno o varios grupos dependiendo de sus recursos y capacidad.
4 Lugar donde se establezca el negocio, ya que en el comercio minorista cobra especial importancia. El lugar debe ser seleccionado estratégicamente, localizado en un lugar de tránsito, cercano a otros comercios para que garantice el ambiente comercial, una buena comunicación, limpieza, seguridad y accesibilidad. Es necesario cuidar al detalle la presentación, ya que en los pequeños establecimientos los detalles destacan más que en otros establecimientos.
5 Comunicación. Es necesario tener una comunicación cercana con el cliente final y lograr el máximo impacto posible con el mínimo esfuerzo económico. Ejemplo: un ejemplo de comunicación de un comerciante minorista sería a través de una revista local, carteles de fiestas de barrio, actividades de la asociación de vecinos, etc.
6 Fidelización. Es esencial para cualquier tipo de comercio y se puede llevar a cabo a través de distintas estrategias: fidelización económica (volumen, frecuencia e importe de la compra), fidelización sobre la marca/producto, fidelización por los servicios ofrecidos. Es necesario encontrar los elementos que hacen que los clientes sean fieles y potenciar estos elementos.
7 Especialización. El negocio ha de estar especializado para poder concentrar los recursos humanos y económicos en un solo sector y ofrecer el mejor servicio posible. Para ello, hay que estudiar bien el mercado y la demanda para finalmente decidir el sector.
8 Atención al cliente. Tratar de conocer al cliente y satisfacer sus necesidades en la medida de lo posible. Mientras más estudiemos y escuchemos al cliente, más información obtendremos de él y mejor podremos satisfacer