Antiperonista es tu culpa. Matías Pérez Manghi. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Matías Pérez Manghi
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Социология
Год издания: 0
isbn: 9789874666420
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Y yo estoy convencido de que no va a existir jamás.

      Tengamos en cuenta que no me opongo al liberalismo pero sí a la anarquía que pretende instaurar dicha ideología. Personalmente estoy cerca del liberalismo y al mismo tiempo lejos del marxismo. Detesto el social-comunismo marxista en todas sus versiones. Fracasó en cada una de las formas en las que mutó en su ejecución práctica, convirtiéndose en la ideología más genocida de la historia de la humanidad.

      b) Riqueza. Libertad. Igualdad. Derecho de Propiedad.

      Pido que presten mucha atención a lo que escribo en este capítulo. Es apasionante y describe muchas causas de los comportamientos humanos actuales. Voy a hablar de la pobreza, la riqueza, la igualdad, la propiedad y la libertad, emblemas todos libertarios por antonomasia.

      Pobreza y Riqueza

      Desde hace aproximadamente 250 años se habla de combatir las causas de la pobreza. Primera afirmación fallida. La pobreza no tiene causas, no hay causas para la pobreza. La pobreza es el estado natural del hombre, nosotros nacemos desnudos y la humanidad en su inmensa mayoría siempre ha sido pobre. Ya no como en los inicios de la humanidad, pero siempre ha sido pobre.

      Entonces la pregunta no debería ser: ¿cuáles son las causas de la pobreza? La pregunta se debería reformular en: ¿cuáles son las causas de la riqueza?

      El estado natural en el hombre es la pobreza. En estos tiempos, gran parte de la población mundial ya no está en el estado natural, muchas personas no son pobres y la pregunta no sería por qué somos pobres sino por qué no todos los hombres somos ricos. En la actualidad todos tenemos más medios y recursos para llegar a la riqueza que los que nuestros antepasados nunca tuvieron ni soñaron tener.

      La pobreza no tiene causas, la riqueza sí

      Una riqueza invaluable, por ejemplo, es la esperanza media de vida que ganamos en la actualidad. Hace 10.000 años, cuando terminó la época glacial y empezó la agricultura, la esperanza media de vida de los hombres y las mujeres era de 18 años. Dando un salto en la historia, hace solo 500 años -cuando Cristóbal Colón llegó a América- la esperanza media de vida en Europa era de 27 años y por cierto los hombres vivían más tiempo que las mujeres. Había muchos más viudos que viudas, porque las mujeres morían principalmente en el parto.

      La esperanza media de vida hoy en los países desarrollados se ubica alrededor de los 83 años para los hombres y 91 para las mujeres. En Japón esa esperanza media vida es algo más alta para las mujeres, ya que alcanza los 95 años.

      ¿Porque la gente vive más? Básicamente porque come mejor. Antes comían una vez al día o a la semana, ahora comemos tres veces al día. Antes comían lo que encontraban, y a veces no encontraban nada y morían de hambre. Ahora es muy fácil, basta con ir a un centro comercial o a un supermercado y se consigue todo lo que uno necesita para alimentarse.

      Pero también hay otras riquezas adquiridas por el hombre, como la higiene. La higiene personal más desarrollada en el mundo es la iberoamericana. En Iberoamérica todos, o casi todos, nos bañamos todos los días. Los europeos no, los norteamericanos tampoco, los japoneses tampoco, los chinos tampoco y los árabes mucho menos. La gente más limpia del mundo somos nosotros.

      La higiene contribuye también a que la vida sea más larga y por ese motivo es considerada también como una riqueza adquirida.

      Lo que más ha ayudado a la longevidad del hombre y de la mujer que gozamos en la actualidad, ha sido la Revolución Industrial. Y dentro de la revolución industrial, la industria química y la industria farmacéutica han tenido avances incalculables allá por el siglo XVIII y las más favorecidas por los mismos han resultado las mujeres.

      Otra pregunta que hay que plantear es: ¿por qué se crea riqueza? La pobreza está en nuestro estado natural, lo que hay que explicar no es cómo es que ya no somos pobres, ¡sino por qué somos ricos! Y en la respuesta vamos a encontrar superación, grandeza y trascendencia.

      Para demostrarlo, voy a hacer una comparación con el rey Luis XIV de Francia, el que construyó el Palacio de Versalles (en francés, Château de Versailles).

      El palacio, a mi parecer, más majestuoso de la humanidad cuenta con 700 estancias, 2.513 ventanas, 352 chimeneas (1.252 durante el Antiguo Régimen), 67 escaleras y 483 espejos repartidos en la Gran Galería, Salón de la Guerra y Salón de la Paz. La superficie total es de 67.121 m², de los cuales 50.000 están abiertos al público.

      El parque abarca 800 hectáreas, 300 de bosque y dos de jardines a la francesa. El Pequeño Parque tiene 80 hectáreas y el Trianón, 50. Tiene 20 km² de vallas y 42 km² de paseos con 372 estatuas.

      A pesar de tanto lujo concentrado en un solo lugar, puedo asegurar que el hombre económicamente medio de hoy en día es más rico que Luis XIV. Él nunca tuvo agua corriente ni electricidad, y por supuesto nunca tuvo la variedad actual de alimentos, incluyendo las comidas rápidas o fastfoods. Este hecho es el que nos debe asombrar, porque no solamente no somos pobres sino que somos, comparados con todos los hombres que nos precedieron, muy ricos. Somos más ricos que nuestros bisabuelos. Nuestros tatarabuelos ni siquiera conocieron los automóviles para trasladarse de un lugar a otro, tampoco el teléfono, mucho menos el celular; y por supuesto nada de Internet. Hace 150 años en el mundo occidental no asistían a la universidad ni el 2 por mil de los jóvenes de los países desarrollados. Hoy tienen educación secundaria y superior entre el 80% y el 90% de su población adulta.

      Todos los años se hacen estadísticas y los medios nos escandalizan a todos con artículos amarillos sobre la pobreza en el mundo. Publicaron que en el mundo hay 800 millones de personas muy pobres, es decir en un estado de pobreza extrema porque subsisten con menos de dos dólares al día. Pero la población mundial es de 7.700 millones. Eso significa que los pobres hoy representan entre el 13% y el 14% por ciento de la población. En tiempos de Cristóbal Colón los pobres eran el 98% por ciento de la población y hace 10.000 años eran el 100% por ciento de la población.

      Entonces lo que hay que preguntarse es: ¿por qué el 85% de la humanidad ya no es pobre? Es necesario preguntárselo para que de esa forma, ese porcentaje restante que sigue siendo pobre, deje de serlo.

      Libertad e Igualdad

      Me pregunto entonces sobre los políticos que ganan votos hablando bonito y mintiendo sobre todo lo que no van a hacer, especialmente cuando dicen que van a llevar la pobreza a nivel cero. ¿No tienen el don del silencio? Siempre dicen que hay que combatir la pobreza y que hay sacar a los pobres de la misma. Los políticos vienen hablando de cumplir esa promesa desde hace muchos siglos y todavía quedan muchos pobres. Porque tienen las respuestas equivocadas, no hacen nada por los pobres y la pobreza crece. Solamente un puñado de políticos que entienden por qué somos ricos y por qué no somos pobres han logrado cumplir sus promesas.

      Ya he explicado que a pesar de los fracasos políticos en cuanto a la pobreza, el hombre se ha enriquecido de distintas maneras y la ha dejado atrás. Por el solo hecho de ver cómo ha mejorado nuestra calidad de vida con respecto a la de nuestros progenitores, podemos asegurar que nos hemos enriquecido. En la humanidad esta progresión es continua, excepto por algunos retrocesos en la riqueza de los hombres como Cuba en 1959, Venezuela en los años 2000 y Nicaragua con Daniel Ortega, a causa de gente que llega al poder y empobrece a los ricos.

      Hace más de doscientos cuarenta años, en 1776, un escocés genial llamado Adam Smith publicó un libro