Punkito no supo trascender el ciclo de dolor y abuso en el que había sido educado. Y esa violencia que tan profundamente había internalizado fue, en definitiva, la que acabó con él.
1. El instituto Santamarca está en el barrio de Colombia, no muy lejos de lo que sería la sala Rock-Ola.
2. La cerillera vendía tabaco y cerillas en los bares y cafés. Más adelante fue sustituida por las máquinas expendedoras.
3. R. «La Carra» por alusión a Rafaela Carrá, la cantante italiana.
4. Se dice que el padre del «Pequeño Nicolás» era amigo del grupo. De hecho, fue compañero de clase del O. Su ascendencia macarra parece corroborada por una noticia que salta a la prensa el 20 de noviembre de 2019: «Detenido el Pequeño Nicolás por intentar apuñalar a un camarero».
5. Esto me lo han comentado al menos otros dos informantes. Según una de ellas, portadora también de los anticuerpos del sida, a día de hoy puede incluso limpiarse el esperma de un seropositivo, hacer una inseminación artificial y tener hijos libres del virus.
6. Las Viviendas del Patronato de Casas Militares construidas tras la guerra.
7. Los «hotelillos» son también conocidos como Colonia Maudes o Colonia de Ayudantes de la Ingeniería y Arquitectura. Fueron construidos en 1931 y, por defectos en la construcción, a la altura de 1965 la mitad de la colonia estaba abandonada. Dichos chalets comenzaron a ser derribados en 1975, en un proceso que concluyó en 1985.
8. «Comer techo» es lo que ocurre cuando uno ha consumido drogas estimulantes, es decir, llega a casa, y no puede dormir. Lo máximo que uno que puede hacer en esas circunstancias es mirar el techo.
9. El término «bakalao» se empleaba en los ochenta para hacer referencia a cosas de mucha calidad. Según el libro de Luis Costa ¡Bacalao!: Historia oral de la música de baile en Valencia, 1980-1995, de ahí surge el sustantivo «bakalao» para hacer referencia a la música electrónica en Valencia. Se decía que esa música era buena como el bacalao: «este tema es bacalao».
10. Un abogado me cuenta algo similar de otro delincuente de altos vuelos: «Conocí a un capo de la droga. Es un tío que da pánico. Me dio doce gramos de cocaína y me dijo: “No me pagues nada, pero nunca me pidas, ¡nunca me pidas!”. Esa fue la mejor coca que he probado jamás».
11. Otro informante dice detectar a chivatos de otro modo. Cuando se sabe que a alguien le han pillado, digamos, con un kilo de mdma y sale de la cárcel poco después, entonces es un soplón.
12. El Planchas era tan espabilado que logró del gobierno inglés un «housing benefit» en 1995. Ya en su decadencia física causada por los estragos del caballo logró vivir a costa del Estado inglés. Tras su muerte, uno de los presentes en el tanatorio quiso llevarse las cenizas para ponerlas en una maceta de su casa. Otro también se llevó parte de las mismas consigo. A un tercero le tocó esparcirlas por el barrio. Pero antes, con dos amigos, se cogió una borrachera en un bar con las cenizas de su amigo sobre la mesa.
13. Los «secretarios», «machacas» o «esclavos» son drogadictos que trabajan para traficantes de droga a cambio de su dosis.
14. Quién lo diría a día de hoy. Macarras fachas, con pantalones de campana y camisetas por el ombligo que escuchan Glam Rock, el género andrógino por excelencia.
15. Respecto a la influencia del cine en la vida real, el rapero Trad Montana me ofrece un buen ejemplo: «Yo recuerdo uno de Tetuán, que llevaba rollo macarra, pero muy buena peña, que acabó sacándose un máster en astrofísica y ahora está currando fuera, de puta madre. Y este me dijo que el día que vio la película de Rocky se bajó a la calle, pero “súper loco… Me bajo a la calle y en el metro había un pibe que se me quedó mirando [y] lo tumbé de una hostia”». «Mucha gente se metía en la peli, en el rol. Tampoco hacía falta tener muchos problemas en casa ni nada de eso. Yo sé que algunos tendrían problemas, que han tenido una vida jodida, pero otros no».
16. Además de Dojo estaba la revista Cinturón negro.
17. Las artes marciales no son necesariamente una importación oriental. Tenemos un ejemplo de ello en el savate, el nombre de un arte marcial que viene a significar «zapato viejo». Se trata de una amalgama de técnicas de lucha que surgió en Francia a principios del siglo xix. En la zona sur de Francia, los marineros desarrollaron un tipo de lucha en la que se empleaban patadas y tortas con la mano abierta. Se dice que las patadas se daban para poder sujetar algo con la mano y que las tortas con la mano abierta eran un modo de evitar penas importantes puesto que, por entonces, golpear con el puño cerrado era considerado una agresión con un arma mortífera. El primer gimnasio que impartió esta forma de lucha callejera abrió en el año 1825.
18. Las raíces del muay thai pueden rastrearse al menos hasta el siglo xviii en las luchas entre Birmania y Siam. El célebre luchador siamés Nai Khanomtom fue capturado por los birmanos en 1767, y estos le dieron la oportunidad de pelear por su libertad. Logró vencer a diez luchadores consecutivos y fue liberado. Al volver a Siam, su forma de pelear fue bautizada como el «boxeo de Siam», luego renombrado muay thai. Pronto se convirtió en un deporte nacional presente en distintos rituales y festividades.
19. azca era una zona empresarial y residencial recién construida, y muy moderna para la época. Por esa razón la gente con dinero vivía en el barrio. Pero, además, estaba a muy poca distancia de Tetuán y Cuatro Caminos, donde vivían muchos macarras madrileños.
20. No confundir con otros Punkitos, hay muchos de ellos en las calles de Madrid.
21. El Parque Móvil del Estado es un edificio ubicado en la calle Cea Bermúdez, al lado del metro de Canal, que administraba los servicios de automovilismo de la Administración General del Estado, organismos públicos y demás entidades de Derecho Público. Es decir, que contenía los vehículos oficiales de políticos, de militares, coches de policía, etc. Los chavales del barrio eran muy conocidos en los setenta y ochenta por su dureza.
22. Berry, Robert M. y Jack, Charles E., «The effect of temperature upon shock-elicited aggression in rats», Valparaiso University, (1971), Psychonomic Science, vol. 23 (5).
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