También se han presentado varias crisis de salubridad ocasionadas por pandemias y virus gripales a lo largo de la historia, que han tenido fuertes impactos en la economía y generado cambios culturales y políticos. Entre las pandemias más reconocidas, se encuentra la peste negra (Benedictow, 2011), comprendida entre 1346 y 1353, que es vista como una de las más devastadoras, que viró la historia al tener un impacto económico y social. Cabe resaltar que por esa época no se conocía nada sobre bacterias, agentes patógenos o virus. Asimismo, a lo largo del siglo XX se pasó por varias pandemias de virus, como la conocida, madre de todas las pandemias, gripe española, que se extendió entre 1918 y 1920, la cual se calcula que causó la muerte de entre 20 y 50 millones de personas en todo el mundo (Duarte, 2020). Como resultado de esta pandemia, se consiguió el avance científico y médico.
A esto se le agrega que a finales de 2019 se presentaron los primeros casos de coronavirus (covid-19) en China, de modo que fue el foco de la pandemia que se propagó por todo el mundo y llevó a tomar medidas políticas en cada país asociadas con cuarentenas prolongadas, el cierre de todos los eventos que implicasen contacto, por lo que fue casi obligatorio la reinvención de la forma tradicional de los negocios. Esto ocasionó una aceleración en la innovación en cada realidad empresarial debido a un traslado casi inmediato de lo off-line a lo online en todos los sectores.
Fases de las olas turbias
Una situación de crisis es un momento que cambia el funcionamiento cotidiano de la empresa, que tiene impactos financieros, políticos y sociales. Autores como Coombs & Laufer (2018) ratifican que es poco lo que se ha escrito sobre el manejo de las crisis a nivel global, y las investigaciones que se han hecho se centran en las fases y la reputación.
No todas las crisis son iguales ni tienen el mismo impacto en las empresas. La crisis se caracteriza por tener repercusiones reputacionales, ser difíciles de predecir y desarrollarse en muy poco tiempo. Se han identificado tres fases generales de la crisis, planteadas por autores como Eder & Alvintzi (2010) y Coombs & Laufer (2018): antes de la crisis, respuesta a la crisis y posterior a la crisis.
La fase previa a la crisis corresponde a la prevención y preparación para afrontarla de la mejor manera y aprovechar el insumo de datos del entorno que pueden ayudar a prever una situación crítica. En la fase de respuesta a la crisis, se diseña un plan de respuesta, en el cual se recopila toda la información del entorno, se detectan posibles amenazas tempranas y se busca mitigar los efectos. Finalmente, la fase posterior a la crisis recolecta los aprendizajes, se revisa el plan de respuesta y se empieza con una implementación de procesos para regresar gradualmente a un estado de nueva normalidad.
El velero
Nadie está preparado para una crisis, su característica central es el factor sorpresa, por eso, siempre hay que abonar un terreno de confianza dentro de la empresa, basado en ideales claros, que permitan sortear acertadamente cualquier imprevisto. En el manejo de una crisis, se debe continuar siendo un modelo que inspire y que mueva a los demás, con un norte claro. En este proceso, se deben cuidar los más vulnerables, los que quedan desprotegidos en medio de la crisis y se atemorizan frente a la posibilidad de que dentro de esa vulnerabilidad sean los tripulantes sacrificados.
De esta manera, en la covid-19 en la que se evidencia una realidad que deja a todas las personas vulnerables, en la misma situación y sin ninguna distinción, nace la idea de este libro Dirección empresarial: ¿cómo navegar en tiempos de crisis? Con él se busca dar luz a la dirección de las empresas desde una visión humanista que rescata como mayor aprendizaje la evidencia de lo que deja la crisis: el centro de la empresa es la persona, a la cual se está llamado a cuidar desde la realidad de cada organización.
La crisis es como cuando entra en combustión un motor: para que funcione se necesita que ardan dentro de la cámara de combustión los elementos químicos y se genere la ignición del combustible dentro de cada cilindro. De esta manera, para navegar en la crisis y sacar lo mejor de ella, la empresa debe articular todos los esfuerzos de las personas que conforman cada equipo hacia el norte empresarial fijado (misión, visión, propósito), en conjunto con el plan de acción, y entender que cada componente del navío de la empresa es fundamental para conseguir pasar acertadamente cada desafío de la crisis.
Mediante la metáfora de un velero, en el aniversario treinta y cinco de INALDE Business School, ofrecemos en esta iniciativa editorial cada parte de la empresa desde su rol fundamental para sobrellevar y dirigir acertadamente la crisis. El libro está conformado por cuatro partes: bases de la navegación, las velas del velero, los tripulantes, el viento y la marea. En cada capítulo, diferentes profesores e investigadores de INALDE ofrecen diversas perspectivas y elementos clave para superar una crisis.
En la primera parte del libro, “Bases de la navegación”, la brújula enmarca el norte, el propósito de la empresa, la carta de navegación es la estrategia, que, en línea con el propósito organizacional, lidera el camino en la crisis. Se necesita una estrategia empresarial clara y con la habilidad de ser gestionada en medio de la dificultad, que entienda los retos de la dualidad digital y off-line. Esta parte está conformada por cuatro capítulos. En el primero titulado “Liderazgo positivo y propósito empresarial: cinco factores clave”, Alejandro Moreno Salamanca y Cindy Paola Pinzón Ríos plantean la importancia de las empresas con propósito y del liderazgo positivo para sortear la crisis. Presentan cinco aspectos clave para la carta de navegación de la empresa, al igual que las características del capitán del velero como un líder positivo. En el segundo capítulo “El estratega frente a entornos volátiles”, Jorge Iván Gómez Osorio y Alfredo José Rodríguez Pacheco reflexionan sobre la pregunta ¿cuál es la estrategia empresarial que se debe aplicar en tiempos de crisis? y sobre las actitudes y habilidades que pueden ayudar a sortear exitosamente estos momentos. En el tercer capítulo “Dirigir desde la familia y la empresa en tiempos de cambio: una oportunidad para la construcción de un legado”, María Piedad López Vergara aborda cómo la toma de decisiones desde el ámbito empresarial y el ámbito familiar impacta la continuidad de las organizaciones, de modo que es clave un pensamiento estratégico orientado a una sostenibilidad que trascienda generaciones.
En el cuarto capítulo “Empresas mínimas viables y en adaptación a la crisis: relación mundo digital y off-line”, Hugo Armando Díaz Luna se enfoca en las lógicas prioritarias del mundo digital y del off-line que deben buscar tener las empresas para lograr surfear la crisis, de modo que es clave su posicionamiento estratégico y la manera de integración tecnológica en cada organización.