Como bien demuestra este ejemplo, el activismo de las ONG y el activismo comunitario se nutren mutuamente, con las ONG tratando de fomentar acción comunitaria y la acción comunitaria atrayendo la atención de las ONG. Para el año 2000 se contaban más de 6,000 organizaciones nacionales y regionales de movimientos ambientales en los Estados Unidos, además de 20,000 organizaciones locales.42 Las ONG y la acción comunitaria, por su parte, pueden llevar a regulaciones más estrictas (ver la sección “Mayores restricciones regulatorias”). El caso Woburn motivó a Massachusetts a aprobar su propia legislación de “Superfund”, para forzar a los propietarios de tierras a sanear los vertederos de desechos tóxicos y establecer un registro estatal de incidencias de cáncer con el fin de asistir en la detección de concentraciones agrupadas de cánceres causados por la contaminación.43
Si no puedes avergonzarlos, demándalos
Minnesota Power provee de electricidad a 145.000 clientes en el noreste de Minnesota, incluyendo algunos de los clientes industriales más grandes del país, mayormente fábricas de papel.44 En 2004, la empresa dependía casi de forma exclusiva del carbón para proveer energía eléctrica y, en 2005, empezó a invertir millones de dólares en la reducción de emisiones y mejorar la eficiencia de las plantas que utilizan carbón. Sin embargo, en 2008, la EPA de los Estados Unidos citó a Minnesota Power por violaciones a la Ley de Aire Limpio. La empresa respondió que las instancias en que excedió los límites establecidos eran parte de los proyectos de mantenimiento y, por lo tanto, no estaban sujetos a dichos requisitos. La EPA y la empresa continuaron su intercambio de argumentos legales por seis años.
La frustración del Sierra Club aumentaba como resultado de las lentas negociaciones entre el gobierno y Minnesota Power.45 La ONG se lanzó de lleno a analizar data pública obtenida por el gobierno, consistente de 3.5 millones de puntos de emisión a lo largo de cinco años y encontró 12.774 anomalías en las lecturas46 de opacidad.47En marzo de 2014, el Sierra Club amenazó a Minnesota Power con acciones legales,48 alegando que la empresa había violado la Ley de Aire Limpio al exceder los límites de emisiones de material particulado. Según Michelle Rosier, gerente de organización de la campaña del Sierra Club, “Estas serias violaciones invitan a cuestionar si Minnesota Power está dispuesta o capacitada para operar sus plantas dentro de las regulaciones nacionales de seguridad para la salud pública”.49
Minnesota Power no disputó la data, sino que, en vez de ello, señaló que sus plantas operaban dentro de los límites permitidos el 99.7 por ciento de las veces.50 Más allá, la opacidad no siempre es indicativo de la emisión de ningún contaminante, ya que la opacidad “puede estar basada en el clima —si se libera vapor caliente en aire frío se va a obtener un mayor índice de opacidad—”, dijo Pat Mullen, vicepresidente de Mercadeo y Comunicaciones corporativas de la empresa.51 Hasta el Gobierno concordó: “Este tipo de monitoreo es muy complejo y sólo porque las anomalías se reportan no necesariamente indican que hay violaciones”, expresó Katie Koelfgen, gerente de Agencia de Control de Contaminación de Minnesota (MPCA por sus siglas en inglés), sección de Cumplimiento para aire y tierra.52
A pesar de la fragilidad del caso Sierra Club, cuatro meses más tarde, Minnesota Power llegó a un acuerdo monetario afuera de Corte con la EPA, accediendo a pagar $1.4 millones en multas civiles y a gastar más de $500 millones en controles de emisión.53 Al Rudeck, vicepresidente de Estrategia y Planeación de Minnesota Power, explicó el acuerdo alcanzado: “Desde una perspectiva de reputación, nunca es fácil ver tu nombre en los periódicos, de esta forma. Estamos muy orgullosos de nuestra responsabilidad ambiental. Es un trago amargo en términos de tener que llegar a un acuerdo afuera de Corte, pero sentimos que era lo mejor para nuestros accionistas”.54A pesar de que los ambientalistas aclamaron los $500 millones en mejorías obligatorias, el acuerdo incluyó con los $350 millones que Minnesota Power ya invertía desde 2005. “Muchas de las medidas de control de emisiones fueron implementadas durante las discusiones entabladas a lo largo de seis años con la Citación por Infracción [de la EPA]”, declaró la empresa en un comunicado de prensa.55 El Sierra Club utilizó una táctica similar contra dos empresas de servicios básicos en Wisconsin en 2012 y 2013, ganando acuerdos por la suma de $1.1 billón en mejorías ambientales y $3.4 millones en multas sobre las utilidades.56
Las ONG han emprendido un sinnúmero de acciones legales en contra de empresas desde DuPont hasta Shell, a las que le han costado millones de dólares.57 58 Los grupos afectados y las ONG pueden utilizar las demandas legales para recobrar daños compensatorios y sanciones. Más allá, algunas ONG utilizan estas demandas y sus acuerdos para sufragar más acciones legales.59 “Históricamente, ha habido un incremento en las demandas ciudadanas cuando existe un atraso en el cumplimiento”, dijo Matthew Morrison, abogado ambiental de Washington, DC, y exasesor de la EPA.60
Campañas sostenidas
Las campañas de las ONG contra las empresas pueden durar años. La campaña en contra de los bajos salarios dados por los proveedores de Nike en Asia61 involucró a varias ONG y medios de comunicación y duró más de una década.62 La campaña Victoria's Dirty Secret (El Sucio Secreto de Victoria) de ForestEthics en contra de las políticas de adquisición de papel de Victoria's Secret para sus catálogos de productos63 duró dos años y a ella se sumaron las organizaciones CampusActivism.org, Voice for Animals, Portland Independent Media Center, Treehugger y muchas otras.64 La campaña terminó solo cuando la empresa accedió a utilizar más papel reciclado en sus catálogos.
La moraleja de estas historias es que las empresas en la mira no pueden esperar a que las campañas se "queden sin combustible". Cuando las organizaciones activistas deciden emprender una campaña contra una corporación, generalmente recaudan fondos y se preparan para una larga batalla. Según Robert Beer, exdirector del programa SmartWood de Rainforest Alliance, “[las ONG] tienen diferentes técnicas, pero tienen masa crítica. Tienen fondos, fondos para una causa en particular, y son bastante sofisticados en términos de entender cómo utilizar las herramientas a su disposición. Creo que a menudo las empresas no aprecian cuán sofisticadas son. Y luego se lanzan a una tormenta de fuego”.65
Más aún, las campañas usualmente se intensifican con el tiempo, a medida que otros grupos se suman a la cruzada. Y tampoco los activistas se detienen cuando logran su objetivo declarado. En su búsqueda de una verdadera sostenibilidad, sus “metas” siguen moviéndose y los obstáculos para las empresas van en ascenso. “Luego de que gran número de las principales empresas de electrónica del mundo se enfrentaran al desafío de eliminar gradualmente sus peores sustancias peligrosas, ahora los retamos a mejorar sus fuentes de minerales y administrar mejor la energía utilizada a lo largo de la cadena de abastecimiento”, dijo el activista de Greenpeace, Tom Dowall.66
Cuando se involucran las partes interesadas
Los activistas externos no son los únicos interesados que motivan a las empresas a considerar iniciativas de gestión ambiental. A diferencia de las ONG, las partes económicas interesadas de una empresa están directamente alineadas con los intereses financieros de la empresa: consumidores, distribuidores, minoristas, empleados y accionistas se benefician del éxito de la empresa y corren riesgos si la empresa fracasa o es afectada. Esta alineación natural puede hacer que los argumentos de sostenibilidad de los grupos de interés económicos de la empresa sean más persuasivos a los ojos de los gerentes corporativos que los argumentos a lo externo de la empresa. Algunos de estos expertos pueden creer que la amenaza de ataques de las ONG, cambios regulatorios (ver la sección “Restricciones regulatorias crecientes”), o las reacciones del consumidor como resultado de daños ambientales