El marido integral. Lou Priolo. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Lou Priolo
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Сделай Сам
Год издания: 0
isbn: 9781629461809
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saber cuando es el momento apropiado para hacer preguntas “sabias” y “adecuadas.”

      “Pero quizá te preguntes, ¿por qué tengo que hacer esto el resto de mi vida? ¿De cualquier forma, qué tanto es posible aprender sobre mi esposa? Una vez que aprenda lo que necesito, ¿no puedo dejar de estudiarla para aprender otro tipo de cosas (como golf, caza y pesca)?”

      Sí y no. Probablemente llegará un punto en el que no tengas que invertir tanto tiempo, esfuerzo y meditación para estudiarla. Digo esto porque con el paso del tiempo el proceso se volverá fácil y te familiarizarás más con tu materia. Sin embargo, a causa de un pequeño detalle comúnmente conocido como “la prerrogativa de la mujer” nunca podrás deshacerte por completo de tus libros.

      la Prerrogativa de la Mujer

      Hombres y mujeres cambian constantemente de parecer en todo tipo de cosas- desde la ropa que se ponen diariamente hasta su posición teológica. Cuando mi esposa Kim y yo estábamos en un viaje en nuestro primer año de casados, me paré a llenar el tanque de gasolina en una tienda local. El a me pidió que le comprara algo de beber. Entonces recordé que me había dicho varias veces antes que su bebida favorita era la Pepsi de Dieta®. Mientras abría la puerta del refrigerador, alcancé a ver una Tab® y recordé que me había dicho que ella odiaba esa bebida. “Tengo que encontrar una Pepsi de Dieta®”, pensé. “ella odia la Tab®”. Después de haberla encontrado pagué la gasolina y la bebida. Confiadamente me acerqué hacia ella con su “bebida favorita” en mi mano, esperando verla complacida por haberme recordado.

      “Pepsi de Dieta®,” dijo, con un tono de decepción en su voz. “Yo quería una Tab®”

      “¡Pero tú me dijiste que odiabas absolutamente la Tab®!”, le dije con profunda incredulidad.

      “Lo sé, pero hoy quiero una Tab®” y pienso que me está comenzando a gustar más la Tab® que la Pepsi de Dieta®.”

      Como ves, puesto que tu esposa tiene la prerrogativa (si no la tendencia) de cambiar de parecer, tú debes hasta cierto punto continuar estudiándola. Es como la actualización de un software. Estoy haciendo el manuscrito de este libro en mi computadora portátil usando el procesador de textos más común. Hasta la fecha ha habido dos actualizaciones para este programa. En unos años los programadores actualizarán el programa de nuevo. Si para ese tiempo, alguien secretamente instalara la última versión en mi computadora, provocaría todo tipo de dificultades y confusión hasta que pudiese leer el manual de la nueva actualización.

      Entendiendo a las Mujeres en general

      Lo primero que debes comprender es que, hablando de manera general, existen diferencias significativas entre hombres y las mujeres. Biológicamente, por ejemplo, cada célula en tu cuerpo difiere ligeramente de las células en tu contraparte femenina. Tus células contienen un conjunto de cromosomas ‘xy’, mientras que las células de tu esposa poseen un par de cromosomas ‘xx’. Es la combinación de estos cromosomas lo que genéticamente determina las otras diferencias fisiológicas “femeninas” y “masculinas” entre ambos sexos. Aquí hay más ejemplos de las diferencias biológicas entre los hombres y las mujeres.

      Las mujeres tienen una capa subcutánea (debajo de la piel) de grasa que nosotros no tenemos. Mientras la mujer pasa por la pubertad, esta capa se hace espesa, la cual hace que su cuerpo tenga curvas, como también hace que su piel sea más suave al tocar que la de un hombre. Sin duda alguna Dios diseñó esta facción femenina de tu esposa para trabajar ajustada a tu vista que es como tu respuesta al sexo está orientada (diferente a tu esposa cuya respuesta al sexo está orientada hacia el tacto).

      La parte posterior del cuerpo calloso, una parte alargada fibrosa del cerebro que conecta sus dos hemisferios (y que se piensa que sirve como nexo de comunicación entre ellos), es notablemente más pequeña en los hombres que en las mujeres.

      Las mujeres tienen un pulmón más pequeño que el nuestro. El estómago, riñones, hígado y apéndice de ellas, sin embargo, es proporcionalmente más grande que el de los hombres. Ellas tienen un ritmo cardíaco más rápido, un porcentaje más pequeño de agua en sus cuerpos, menos glóbulos rojos en su sangre, y menos presión arterial que nosotros. De la cabeza a la punta del pie, los músculos y la estructura ósea de las mujeres difieren notablemente de los nuestros en una variedad de formas.

      Las mujeres por lo general son más pequeñas que los hombres… los hombres usualmente son 40 por ciento músculo 15 por ciento grasa; las mujeres tienden a tener 23 por ciento de músculo y 25 por ciento de grasa. Los brazos de los hombres son más largos y sus hombros más amplios… La parte de arriba de la cintura es dos o tres veces más fuerte que la de las mujeres kilo por kilo, lo cual da al hombre una enorme ventaja en cualquier actividad o deporte que requiera fuerza, energía muscular (y… coordinación visual-espacial).8

      Estas diferencias fisiológicas inherentes entre hombres y mujeres demuestran cómo el Creador y el Sustentador del Universo diseño al hombre y a la mujer para que se complementaran el uno al otro (en lugar de competir).

      Pero la diferencia de géneros entre tu esposa y tú va más allá de la estructura anatómica.

      Otra, quizá aún más importante, área de entendimiento con la cual debes familiarizarte, es la de las distintas funciones y responsabilidades bíblicas que Dios ha dado a la mujer. Al paso que estudias estas funciones específicas de la mujer cristiana, habrás ganado una mejor percepción y entendimiento de la naturaleza femenina de tu mujer. Entender el grado hasta el cual Dios le ha dado distintas responsabilidades a tu esposa que a ti te ayudará a apreciar los matices de la diferencia entra la masculinidad y la feminidad.

Rol de la Mujer/ Responsabilidad Referencia Bíblica
Ser una ayuda idónea Gen. 2:18 Y el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.
Ser sumisa a su esposo Ef. 5:22 Las mujeres [estén sometidas] a sus propios maridos como al Señor.
Glorificar a su esposo 1 Cor. 11:7-9 Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre. Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer del hombre; pues en verdad el hombre no fue creado a causa de la mujer, sino la mujer a causa del hombre.
Reverenciar a su esposo Ef. 5:33 En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.
Adornarse a sí misma con espíritu de humildad y serenidad 1 Pedro 3:3,4 Y que vuestro adorno no sea [únicamente] externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.
Ser pura y respetuosa en su conducta 1 Pedro 3:2 al observar vuestra conducta casta y respetuosa.
Ser sabia y bondadosa en palabra (y de corazón) Prov. 31:26 Abre su boca con sabiduría, y hay enseñanza de bondad en su lengua. (Lucas 6:45 “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.”)
Una mujer anciana debe ser: Reverente en su conducta No esclava del vino No calumniadora Enseñar lo que es bueno Enseñar a las jóvenes Tit. 2:3-4 Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, que enseñen lo bueno, que enseñen a las jóvenes a que . . .
Una mujer joven debe ser: Amorosa con su esposo Amorosa con sus hijos Prudente Pura Hacendosa en el hogar Amable Sujeta a su esposo

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