Ética y ciudadanía. Fabio Orlando Neira Sánchez. Читать онлайн. Newlib. NEWLIB.NET

Автор: Fabio Orlando Neira Sánchez
Издательство: Bookwire
Серия:
Жанр произведения: Документальная литература
Год издания: 0
isbn: 9789588844268
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las niñas a futuro? ¿Cuál es la condición social y legal de la niña y la mujer dentro de estas comunidades? ¿Cuáles son las formas de ascenso o reconocimiento social de la mujer en su interior?

      2 A lo largo de nuestro escrito desarrollamos tres condiciones para el desarrollo adecuado de nuestra práctica ética y moral: un espacio de simulación, el establecimiento legítimo de normas y la conformación de técnicas que aseguren una práctica exitosa. Queremos reflexionar sobre cada una de ellas a partir de la investigación arriba propuesta; para ello proponemos las siguientes preguntas:

       ¿Cuáles son las expectativas que se tienen sobre el desarrollo de la mujer dentro de cada comunidad y qué características tienen los espacios que se han configurado para tal fin?

       ¿Qué normas se han definido para modelar la conducta y el comportamiento de la mujer dentro de cada comunidad? ¿Cuáles de estas normas se consideran moralmente fundamentales y cuáles tienen un carácter meramente formal o incluso accesorio? ¿A qué obedece esta división?

       ¿Qué técnicas debe desarrollar una mujer en el interior de cada comunidad para realizar con éxito su práctica moral y qué manifestaciones o indicadores están socialmente reconocidos?

      3. Debido a que la globalización introduce a marcha forzada a las comunidades alejadas de la tradición occidental en las lógicas del beneficio inmediato y la instantaneidad de los medios de comunicación, queremos reflexionar sobre la manera en que elementos como la aceleración, la inmovilidad y lo urgente se apropian en estas comunidades. Para ello proponemos el siguiente ejercicio:

      Realicemos un cuadro comparativo que contenga los estadios de desarrollo de la mujer en cada una de las comunidades investigadas, con sus respectivos indicadores de realización y tiempos contemplados para cada uno de ellos. A partir de ello preguntémonos:

       ¿Estadios como la infancia, la adolescencia, la juventud y la madurez, junto con sus respetivos indicadores de realización (adquisición de la cultura escrita, titulación profesional, capitalización y matrimonio) son comunes a todas las sociedades? ¿Qué trasformaciones de orden moral se suceden a partir de la representación de la mujer globalizada en estas sociedades?

       ¿Cómo captan este tipo de comunidades las urgencias propias de la era global y cuáles de ellas son apropiadas, particularmente por las mujeres? ¿Cómo influyen dichas urgencias en la reformulación del proyecto trascendental de cada comunidad?

       ¿El contacto con el ritmo vertiginoso de la sociedad global y sus urgencias plantean un mejoramiento de la calidad de vida de los miembros de las comunidades investigadas o suponen para ellos un camino de realización? Finalmente, ¿en qué aspectos de la vida de estas comunidades resulta viable, pertinente y útil la apropiación de los elementos éticos y morales propios de la sociedad global?

      Para saber más

      Bas, E. (1999). Prospectiva. Herramientas para la gestión estratégica del cambio. Barcelona: Ariel Practicum.

      Garduño, R. (2004). Prospectiva para todos. Construcción de escenarios. México: UNAM-DGAPA-FCPS.

      Hevia, A. (2005). Metodología de escenarios: ¿utopía o concreción prospectiva en las ciencias sociales? Recuperado de http://www.iaeal.usb. ve/90/90-3.pdf

      Miklos, T. (2000). La prospectiva como alternativa para la construcción social de futuro. En Memorias del IV Encuentro de Estudios Prospectivos Región Andina: Sociedad, Educación y Desarrollo (Medellín, Colombia). Recuperado de http://www.esumer.edu.co/prospectan.html

      van der Heijden, K. (1998). Escenarios. El arte de prevenir el futuro. México: Panorama.

      Etica, religión y legalidad: concordancias y diferencias

      Félix Martín Riaño Cocknub{*}

      CONSIDERACIONES PRELIMINARES

      Se puede afirmar que la ética es un sistema de saberes que tiene como objeto la investigación y el análisis de la conducta humana libre. Esto quiere decir que hay un claro componente teórico, pero que involucra aspectos prácticos, precisamente por ocuparse de la conducta humana. La dinámica del análisis ético es por una parte descriptiva, es decir, señala el cómo se comportan las personas en su cotidianidad, en sus diversas circunstancias, y cómo deberían comportarse, siendo este último el aspecto prescriptivo o normativo que expresa lo deontológico, el deber ser.

      La ética, ante todo, es un constructo teórico o conjunto de teorías que se sustentan en una serie de instrumentos intelectuales como valores, categorías y principios para el análisis de la moralidad. Esto explica de algún modo cómo se han registrado en el transcurso de la historia diferentes modelos de interpretación, con enfoques tan opuestos como el de Kant y el utilitarismo, el de Aristóteles o el hedonista de Aristipo. De esta forma, se entiende que la ética en sentido estricto y por ser reflexión acerca de la conducta moral, es teórica y, a la vez, una disciplina académica que aporta referentes para la conducta social.

      Podemos, desde esta perspectiva, comparar la ética con la psicología, disciplina que se relaciona en su objeto formal de estudio como lo es la conducta humana. La psicología también ofrece enfoques opuestos; por mencionar alguno, el psicoanálisis y la psicología cognitivo conductual son tan distantes en sus interpretaciones acerca de la conducta, que hasta poseen diferente método de estudio. Cuando se conocen todos los esfuerzos acerca de la comprensión de la conducta moral, se entiende su dificultad y la exigencia de rigor investigativo.

      La disciplina ética tiene de por sí un fundamento: el conocimiento de la naturaleza humana; entonces, la antropología tiene que aportar elementos necesarios como teoría integral de la existencia humana. Si la reflexión a la cual invita este capítulo trata sobre las concordancias y diferencias entre ética, religión y legalidad, entonces nos remitiremos a lo que plantea la antropología. Veamos.

      ALGUNAS CONSIDERACIONES ANTROPOLÓGICAS

      La ética, como disciplina humanística, se fundamenta en los estudios acerca del hombre. Aristóteles aportó a la antropología, señalando los elementos constitutivos de la naturaleza humana. Sin alguna claridad conceptual acerca de ello, hubiese sido imposible la formulación de una metafísica, de una lógica y de un discurso en lo relativo a la política.

      Para Aristóteles era bien clara la naturaleza social del hombre, un ser lanzado por sus necesidades a una dinámica de relaciones intersubjetivas que, en su complejidad, forman la filigrana del tejido social. De esta forma, la sociedad funcional era orgánica, semejante a un cuerpo que era tan solo posible por la contribución de sus partes que, como órganos vivos, determinaban la solución a necesidades y problemas. El hombre, por lo tanto, sencillamente no puede ser tal en aislamiento social. Este es el carácter gregario de la condición humana, irrenunciable a su natura.

      Estos estudios aristotélicos permiten establecer lo importante y comprometida que está la conducta humana para lo social, ya que si el hombre es social, es por su conducta de relación, pero no una conducta de relación al margen de la dimensión de moralidad. Toda conducta humana es una expresión de intencionalidades, fines y racionalidad; también implica impacto o consecuencias en el otro, es decir, en la sociedad. La conducta de uno de los individuos que conforman grupo, por su acción o por su omisión, puede ocasionar un impacto positivo o no en una comunidad determinada.

      Por esto, la teoría de la virtud es lo más consecuente con lo ético, porque lo ético se soporta sobre la dinámica de la virtud y esta conduce a la felicidad que, en últimas, contribuye a la armonía de la vida social. Es decir, el hombre alcanza su perfección en una relación con el otro y lo otro. Y si siempre se actúa bien, hay habitud, hay costumbre, se regulan las conductas sociales y todo marchará bien.

      La ética en Aristóteles es política; no se pueden deslindar, no hay fronteras entre la una y la otra; sin lo ético en el sentido del logro del bien común, lo político se hace disfuncional.

      Estas