6 El tsunami gerencial debe ser también ético. Luego de las quiebras en EE. UU. de Enron y World Com, el Congreso de dicho país comenzó a interpelar a los responsables de estas compañías; pero hubo opiniones como las del Prof. Amittai Etzioni que sostuvo que además debían llamar a declarar a los Decanos de los masters en gerencia, con datos que evidenciaban que el perfil ético de los estudiantes de dichos masters era peor cuando se graduaban que cuando ingresaban. Ver Kliksberg B., 2011, Escándalos éticos, Editorial Temas, Buenos Aires, pág. 253.
7 Si bien el tamaño de la dotación de una organización es uno de los indicadores utilizados para clasificar empresas en todos los países (en Argentina por ejemplo actualmente se utiliza el volumen de ventas anual como indicador) esta clasificación arbitraria utilizada tuvo solo el objetivo de establecer posibles diferencias en todo lo relevado y analizado cuyos resultados aquí presentamos.
1. Definamos Management
“Si la administración se considera como una ciencia (social), entonces su objetivo central debe ser el de buscar leyes y normas que satisfagan o debieran satisfacer la actividad administrativa, desde el contador hasta el gerente de producción y encargado de relaciones públicas. En cambio, si la administración es una tecnología, dejará esa investigación básica a las ciencias sociales puras, para ocuparse entonces de diseñar modelos de organización óptima sobre la base de conocimientos adquiridos en el curso de la investigación y la experiencia administrativa… Las llamadas ciencias de la administración son científicas por el modo que estudia su objeto, pero no constituyen una ciencia por cuanto están lejos de proponerse alcanzar conocimientos desinteresados…”
MARIO BUNGE 8
En el año 2000, una encuesta realizada en EE. UU. a profesores y autoridades académicas de universidades de dicho país reveló las siguientes consideraciones y opiniones sobre en qué consiste el management9.
El management hace la diferencia. Diferentes personas (managers) con ambientes externos similares y herramientas y recursos comparables obtendrán resultados diferentes.
No hay nuevas ideas en management. Cada generación utiliza nuevas terminologías. Pero encontramos en los libros de Peter Drucker de los años cincuenta el concepto de “trabajadores del conocimiento”, y los mismos pensamientos de Drucker tienen su origen en el libro de Frederick Taylor de principios del siglo XX.
El comportamiento básico de un manager hoy podría ser virtualmente no distinguible con aquél de 100 o 500 años atrás. Su lenguaje es diferente; sus condiciones externas son diferentes; sus sistemas de tecnología informática y de comunicaciones cambiaron; pero todos saben que el management pasa por el contacto humano.
Los cambios monumentales son tema dominante de la mayor parte de la literatura en management desde siempre. Desde la época de los griegos y romanos el pasado era invariablemente descripto como estable y predecible y el futuro incierto. Este fenómeno es divertido y no necesariamente malo. Si las nuevas palabras para viejas ideas ayudan a cada grupo a involucrarse emocionalmente en las cosas que tienen entre manos, ¿qué puede tener de malo?
No debe olvidarse el sentido común. El management tiene más que ver con el comportamiento que con las palabras; al enfrentar los problemas no debe temerse tomar en cuenta la experiencia y escuchar al propio sentido común.
Más atrás en el tiempo, más de dos décadas antes de lo expuesto, otra encuesta realizada a académicos estadounidenses establecía un ranking de los principales referentes y contribuyentes al pensamiento administrativo ratificando el carácter pionero de Taylor y situándolo además en el primer lugar del listado10.
Todos estos referentes y otros han visto al management desde diferentes perspectivas. Mintzberg por ejemplo lo ve como algo inherente a la vida misma y como un fenómeno universal. Toda persona en su vida cotidiana y toda organización pública o privada, desde las más pequeñas a las más grandes administran, “hacen management”.
Pero en lo relacionado al management como disciplina de estudio podemos situar sus inicios en la exposición realizada por Taylor en el Congreso de EE. UU. en 1912. Drucker sostiene en tanto que en 1922 se realizó en Praga el que se considera el primer Congreso de Administración organizado por el entonces Secretario de Comercio de EE. UU. (y luego Presidente de dicho país) Herbert Hoover.
Otros autores, Pearce y Robinson11 ubican el origen de la disciplina más atrás en el tiempo, en el trabajo presentado por Henry R. Towne12 en 1886 en la American Society of Mechanical Engineers. Allí Towne afirmaba que el management era un campo de estudio tan importante como la ingeniería, observando que la gestión era una actividad desorganizada e intuitiva, y que los gerentes no asociaban ni podían codificar la experiencia en principios y teorías.
HENRY R. TOWNE
Faltaba poco para que surgiera la administración científica tayloriana fundamentada en el libro “Administración científica” publicado en 1911 y visto posteriormente como hito fundacional. Taylor sostenía que la administración es un arte de saber qué hacer, cuándo y cómo hacerlo; una actividad intencional que en el caso de las organizaciones implica la creación de un ambiente interno que favorezca el máximo esfuerzo para que las personas sean capaces de realizar sus tareas de manera eficiente y eficaz.
“La mano visible del management ha reemplazado al mecanismo de la mano invisible del mercado en la coordinación de flujos y asignación de recursos en la mayoría de las industrias modernas”
ALFRED D. CHANDLER
Para Koontz, Weihrich y Cannice (2008) la Administración es el arte de hacer las cosas “a través y con la gente en grupos organizados formalmente. Otras posturas han definido al management como proceso, actividad, disciplina, ciencia (la más discutida, con opiniones como la de Bunge que encabeza esta introducción), e incluso como profesión, aunque al estar presente en toda actividad humana conspira con esta última definición”. La siguiente figura exhibe algunos de los autores referentes más citados en la bibliografía de Administración.
Figura N° 3: Autores referentes en Administración
Pugh D. S. y Hickson D.J. (1996)13 agregan muchos otros referentes a la lista de contribuyentes al conocimiento administrativo. La enriquecen y clasifican de acuerdo al área principal que ha sido objeto central de estudio en cada caso: las frases que agregan a cada autor estudiado sintetizan y son buenas representantes de cómo estos autores ven al management. Son los siguientes:
Sobre “Estructura organizacional”
Max Weber: “La razón decisiva por la cual el avance de la organización burocrática ha sido siempre puramente su superioridad técnica por sobre cualquier otra forma de organización”.