Smith lo miró y se sonrió.
–Creo que será una época de grandes cambios. Por lo que debemos estar atentos. Los mayas parecían conocer algo de antemano sobre este asunto. –dijo Smith
–¿Ya notaron esto? –dijo interrumpiendo uno de los ayudantes de Smith señalando la tapa del sarcófago.
–¿A que te refieres? –indagó Smith.
–Me refiero a esas imágenes que aquí se muestran. Parecen formar la figura de un hombre montado en una extraña nave. Como si se tratara de un hombre del espacio. –argumentó el ayudante.
Los ojos de todos se fijaron en la tapa del sarcófago.
–Sin duda alguna tenemos aquí un enigma por resolver. Pero antes de sacar conclusiones o afirmar que su argumento es cierto, es decir, antes de afirmar que hace siglos los mayas parecieron mostrar evidencias de un conocimiento que parece ser obtenido del más allá, tenemos que remontarnos al patrón de significados de esos símbolos. –afirmó Smith.
–Entonces, ¿qué significado tienen estos símbolos que se encuentran en la tapa del sarcófago? –preguntó Burke.
–Bueno, recordemos que estamos frente a una civilización agrícola cuyo cultivo más preciado lo era el maíz. Es de esperarse que gran parte de su simbología esté estrechamente relacionada a estos conceptos dentro de los jeroglíficos mayas. Entre los muchos dioses que poseían los mayas se encontraba uno llamado Nal, el cual era el dios del maíz. El propio gobernante era constituido un dios sobre el pueblo, por lo que los dioses fusionaban su autoridad en los gobernantes. O por lo menos ellos mismo se consideraban ligados al gobierno de los dioses. Sus decretos eran los decretos de los dioses del cielo. Tenemos pues en los jeroglíficos la imagen grabada de K’inich Janaab’ Pakal I asumiendo su desempeño como el dios del maíz. Esto tenía un significado profundo para esos indígenas pues se trataba de su sustento, alimento y por ende de la vida y la supervivencia de ese pueblo. –explicó Smith.
–Todos los aspectos de la vida de la civilización maya eran considerado sagrados ¿correcto? –comentó Burke.
–Eso es correcto, para los mayas existía un significado sagrado de sus cultivos y sus dioses que iba paralelo a sus creencias de la vida y la muerte. Sus ciclos de cosecha estaban estrechamente vinculados al ciclo de vivir y de morir. La base de la religión maya era el culto a los ancestros. Muchos de sus ritos se llevaban a cabo en cuevas subterráneas donde realizaban derramamientos de sangre. La simple cosecha de sus cultivos de maíz era alegorizada con la muerte del dios del Maíz en manos de los dioses de Xibalbá, quienes se constituían en sus enemigos. Así cuando los mayas realizaban la siembra de semillas en la tierra lo hacían teniendo en mente el significado religioso del entierro de la cabeza del dios. Aquí en el proceso del desarrollo de los cultivos se funden las creencias en otros dioses como el de la lluvia, el viento, y todo aquello que brindara las condiciones favorables para obtener buenos frutos. El simple nacimiento de una planta de maíz era tenido como el renacer de los dioses librando batallas unos con otros. A esta clase de creencias es que evocan estos jeroglíficos. En sus símbolos, objetos y prendas vemos reflejos de su culto al maíz, a los dioses y al sustento. –explicó Smith.
–Es sorprendente como los indígenas poseían tan complejo sistema de creencias. –comentó Burke.
–Los mismos símbolos y representaciones que vemos en la tapa de este sarcófago y en las paredes de las pirámides son las mismas que se repetirán en otras ciudades mayas en lugares lejanos. Todo hace alusión al mismo sistema de creencias. Los gobernantes eran representados como árboles naciendo de la tierra, es decir, se convertían en los dioses que les darían el sustento. En especial la planta del maíz cumple un papel central en esa representación religiosa. –dijo Smith.
–¿O sea que lo que vemos representado en la tapa del sarcófago es al gobernante trepado en una planta enorme de maíz? –dedujo Burke.
–Muy buena observación, se trata del rey convertido en Dios rumbo al viaje de vida a muerte con el propósito de renacer. Es una metáfora religiosa. Como pueden ver, estos dibujos extraños, no son otra cosa sino una representación del rey quien yace en la placa de ofrendas. Se puede ver aquí el rostro del sol muerto y vemos entonces nacer el llamado árbol del mundo, ese árbol cósmico, en alusión a los frutos de la tierra. No se trata necesariamente de la planta enorme del maíz, puede referirse a cualquier árbol el cual para ellos pudo tener un significado místico, como por ejemplo el árbol de la Ceiba el cual era el eje del cosmos maya. Como pueden ver, la Ceiba emerge del cuerpo de Pakal, el gran ahaw de Palenque, en la representación. Pakal fue el gobernante maya considerado más glorioso dominando sobre Tabasco y Chiapas. De igual forma, esa imagen en el sarcófago posee un enigma que pudiera representar alguna clase de tecnología muy avanzada que los podía hacer remontar hacia las alturas. –dijo Smith.
–O sea que según sus aseveraciones, los mayas pensaban que el origen del hombre se debe a la planta del maíz. –comentó Burke.
–El mito de la creación del hombre dentro de la creencia maya es muy curioso. Su historia se encuentra grabada en el “Popol Vuh” o “Libro del consejo” de los mayas quichés de Guatemala. Ellos describieron como los dioses le dieron forma al hombre. Primero afirman que hubo un tiempo y lugar en el pasado cuando los dioses Gugumatz y Huracán (Tepeu) decidieron darle forma a la tierra. Ellos hicieron una asamblea y tomaron la decisión de crear el mundo. Este es el origen de los ciclos mayas, pues en el mito de la creación se pueden ver nuevos comienzos una y otra vez. Como les dije antes, los mayas dividían el tiempo en cinco ciclos. Cada uno de esos ciclos representaba un nuevo comienzo del mundo luego de una gran destrucción. Los dioses separaron la tierra del agua, separaron el cielo y la tierra. El primer ciclo dentro del mito maya fue el de la creación de la tierra y los animales. La creación del primer ciclo no era capaz de hablar ni adorar a sus creadores. Los dioses descontentos ordenaron que la carne de los animales les fuera de comida unos a otros para así acabar aquella creación y darle paso a una nueva. El segundo ciclo fue el de la creación de hombres de barro. Estos hombres de barro no eran capaces de mantenerse, eran débiles y muy fácilmente se deshacían en el agua. Los dioses acordaron destruir esa creación luego de pedirle consejo a brujos, adivinos y espíritus de animales ancestrales. Los hombres de barro, no tenían conciencia, eran débiles y no podían sobrevivir ante los cambios climáticos, por lo que los dioses los destruyeron. El tercer ciclo fue cuando los dioses decidieron crear a los hombres de madera. Al ser hechos de madera, poseían toda clase de limitaciones. Aunque los hombres fueron tallados de madera y podían hablar, no tenían la capacidad de recordar ni de llamar a los dioses por sus nombres. Los dioses no los consideraron normales y los destruyeron. La manera que los dioses usaron para deshacerse de estos hombres de madera fue que pusieron al mundo boca abajo, haciendo que los morteros y perros se rebelaran contra los hombres y fueron destruidos. El cuarto ciclo dentro del mito de la creación maya nos habla de hombres que fueron hechos de maíz. Diferentes animales como el coyote, el zorro, el loro y la corneja les trajeron a los dioses maíz blanco y amarillo y de allí crearon los primeros cuatro hombres. Esta nueva creación era hermosa y buena, veían, comprendían, alababan y alimentaban a sus dioses, pero fue entonces que los dioses temieron que estos hombres pudieran llegar a ser tan fuertes como ellos, por lo que los dioses los limitaron en diferentes maneras para que su comprensión no fuera tan clara. En los diferentes ciclos, los dioses tomaron parte y exterminaron a su creación para darle paso a una nueva. Esta fue la manera como los mayas explicaron el origen de la creación de la humanidad. Como ven, la planta de maíz es mencionada dentro del mito maya como origen de la vida. Siguiendo el patrón de estas creencias podemos concluir que hoy nos encontramos al final del último ciclo y el hombre que conocemos pudiera estar en su periodo final. ¿Pudiera ser el 21 de Diciembre del 2012 el fin de una era que culminaría de forma catastrófica? ¿Qué vendrá después de ese fin del ciclo? –explicó Smith.
Burke permanecía con sus ojos fijos sobre la representación en el sarcófago de Pakal.
–Es difícil de descifrar. Si se referían a la planta de maíz, entonces debía ser una planta enorme.