estudiantiles y magisteriales durante la segunda mitad del siglo XX, fue generadora de prácticas de integración socio-cultural latinoame- ricanista y movimientos de producción de una universidad crítica, cuestionadora y beligerante. Contemporáneamente, será en realidad la autonomía el enunciado llamado a cuestionar el ejercicio ético-po- lítico de la universidad colombiana, con el fin de que se piense más allá de los procesos de auto-financiación y auto-sostenibilidad que son orientados por las dinámicas de la demanda del mercado y las fórmulas de la acreditación institucional.
Es evidente la existencia de una amplia historiografía asociada al es- tudio de las universidades en Colombia durante el periodo de análisis, lo que el mismo autor reconoce; no obstante, a continuación se dará cuenta de dos de los aportes teóricos metodológicos que adquieren carácter de novedad en esta investigación.
Desde un punto de vista metodológico se propone una nueva alterna- tiva analítica a las corrientes tradicionales que ahondan en el estudio de la universidad colombiana, dado que plantea un híbrido entre, por un lado, los estudios decoloniales en la perspectiva modernidad/co- lonialidad como una posibilidad de leer la realidad latinoamericana desde el presente y como una forma de análisis de los procesos de colonización cultural, y, por el otro, la noción de gubernamentalidad foucaultiana, entendida como producto y eje de la modernidad, que ha sido establecida analíticamente en esta investigación en torno a tres relaciones: con las instituciones, los saberes y los poderes que permitieron la entronización del modelo estadounidense de universi- dad a través de apropiaciones precisas de sus escuelas técnicas y tec- nológicas, a partir de las cuales se empezaron políticas sobre ciencia y tecnología que incidieron en la estructura de la universidad oficial colombiana.
La categoría de gubernamentalidad, señala el autor, le permite pen- sar a la universidad y la modernización educativa del periodo 1957-
1974, como un proceso gubernamental; pues tanto los organismos internacionales como los gobiernos de los países latinoamericanos
—y particularmente el caso colombiano—, pensaron el gobierno de la población universitaria a partir del diseño de técnicas, tácti-
cas, estrategias y formas, y maneras de gobernar los distintos sujetos (estudiantes, profesores), enfocándose hacia la formación de un tipo particular de sujeto.
El uso de la noción metodológica de gubernamentalidad en conjun- ción con la perspectiva de los estudios decoloniales, se observa en la escritura y desarrollo de los capítulos que constituyen esta inves- tigación, incluido el de contra-conductas. En el primero, se mues- tran las relaciones entre el dispositivo de producción triangular de colonialidad del saber, del poder y del ser en diálogo metodológico con las dinámicas de funcionamiento del dispositivo de gobierno gu- bernamental (instituciones, sujetos, saberes) de la modernidad, del desarrollo y la modernización para el caso de la universidad durante el periodo de estudio.
Igual sucede con el capítulo dos que trata sobre el control del saber como estrategia del poder y se dedica al análisis minucioso del tránsi- to del modelo universitario francés al estadounidense en el marco del proyecto de modernización desarrollista, colocando la universidad como actor que debería intervenir activamente en la consolidación de los proyectos que promoverían el capitalismo industrial en los países latinoamericanos y en especial en Colombia. Este capítulo analiza los modelos de universidad en Colombia a partir de las relaciones de co- lonialidad cultural y dependencia en la producción de conocimiento y saberes disciplinares en la educación superior.
El capítulo tres acoge el dispositivo de gubernamentalidad para evi- denciar que no ha existido una universidad centrada en la investiga- ción en Colombia, “siempre se ha deambulado entre la universidad de la profesionalización y la universidad técnica y tecnológica, cuya finalidad es intentar responder a la sociedad del momento bajo las estructuras sociales y políticas que la dinamizan”. Analiza desde una mirada histórica la concreción del plan básico de educación superior como la columna vertebral de la reforma de la universidad.
El capítulo cuatro describe esta misma línea metodológica de aná- lisis, el funcionamiento y emergencia de algunas instituciones que mantuvieron coexistencia con la universidad y permitieron la con-
solidación de sus tres vías de modernización, en la década del sesen- ta del siglo XX: El Fondo Universitario Nacional, Asociación Co- lombiana de Universidades (ascun), el Instituto de Fomento para la Educación Superior (icfes) y el sistema superior universitario que involucra evaluación, acreditación y la certificación de las universi- dades; y colciencias que actúa como la institución por excelencia de los procesos de investigación.
Finalmente, el capítulo cinco asume otra de las nociones metodoló- gicas de la investigación, la de contraconducta, siguiendo la noción introducida por Michel Foucault en los cursos sobre gubernamenta- lidad, asumiéndola como una forma de análisis del accionar político y ético de constitución de sujetos individuales y colectivos, del gobier- no de la conducta, fruto de confrontaciones del movimiento magiste- rial y estudiantil en este momento histórico de la universidad.
Como novedad conceptual, la investigación permite comprender la emergencia y la procedencia que tienen las propuestas modernizado- ras, liberales y neoliberales que ha producido la universidad actual. Los sitios de luchas de poder, donde convergieron las élites naciona- les, los discursos hegemónicos de los organismos internacionales, las perspectivas modernizadoras de progreso y desarrollo, la imitación y descontextualización de las apuestas y en cierta medida la desnacio- nalización del país por la ruta de la internacionalización y mundiali- zación, hoy concretada en los procesos de globalización económica y del conocimiento. Se afirma que la modernización de la universidad en los años cincuenta y sesenta prepara las condiciones adecuadas para hacer el montaje de la universidad colombiana del siglo XXI; es decir, que el concepto de desarrollo y sus marcos teóricos y prácticos se hacen más sofisticados y el modelo se traslada al capital humano. Así, la formación universitaria proyectará, de acuerdo con la investi- gación, la formación de sujetos como empresarios de sí y como res- ponsables de su formación desde dos lugares: el de productor y el de consumidor de conocimiento.
Para finalizar, se acoge el pensamiento del economista y sociólogo co- lombiano Antonio García Nossa, una voz que vivenció los procesos formativos y políticos que convulsionaron la universidad durante el
siglo en análisis; como estudiante de Derecho en la Universidad Na- cional y luego en la Universidad del Cauca, donde terminaría sus estudios entre las décadas de los años treinta y cuarenta, como profe- sor entre otras cátedras de sociología americana y economía política, como fundador del Instituto Indigenista Colombiano y del Instituto de Economía en la Universidad Nacional durante la primera mitad de siglo; y por supuesto, en su activismo político dirigiendo la revista universitaria del Cauca y participando activamente en la construc- ción de la plataforma política de Gaitán en el 48.
Hacia 1985 García Nossa señalaba una serie de constantes históricas de la modernización capitalista para la universidad, que tienen toda la vigencia para leer y re-pensar la universidad oficial colombiana en su forma contemporánea, entre otras: su naturaleza elitista que propende hacia la formación de una élite tecnocrática; su dependencia y colonización cultural investigativa y científica como efecto de las condiciones coloniales de importación de ciencia y tecnología y de las formas de operación del modelo de industrialización dependiente y de modernización capitalista de la agricultura; la decisiva intervención de corporaciones extra-universitarias —eclesiásticas, militares, gremiales, académicas, capitalistas— en la administración y gobierno de la universidad pública; la manipulación política del presupuesto educacional del Estado, utilizándose la estrechez financiera y el déficit crónico que se registra en la totalidad de universidades públicas como un método de control y de instrumentación del modelo desarrollista; la reducción del ámbito y niveles de la autonomía de la universidad, en los campos académico,