La cultura como espacio-soporte
Los procesos de subjetivación en la actualidad de la cultura
La soledad como sentimiento de negatividad
El Grito del sufrimiento primario
El mal y el bien son inmanentes a nuestra condición humana
La transgresión cuestiona lo natural del orden de la cultura
Lilith: la primera transgresora
El fin del Estado es la justicia y la libertad
La transgresión como potencia de ser
La exhibición obscena del secreto
El secreto al servicio de la autonomía
El secreto que vela lo siniestro: la perversidad del mal
Cuando el poder exhibe la obscenidad del secreto
El mal y el bien son inmanentes a nuestra condición humana
El cine en el corazón de las tinieblas
Una estética al servicio del odio
Lo siniestro es límite para la aparición de lo maravilloso
Como toda producción humana, el arte nunca es inocente
Celebración Del Amor Fundado En La Alteridad
El amor pasión: la tragedia que cantaban los juglares medievales
El amor en el capitalismo tardío: una mercancía de la sociedad de consumo
Recordar a Freud para pensar la necesidad de “El giro del Psicoanálisis”
El Siglo XIX: una época de grandes esperanzas y grandes derrotas
Viena, el lugar de “Eros constructor de ciudades y la anárquica Afrodita”
“La Muerte es la compañera del Amor; juntas rigen el mundo”
Prólogo
Culminando un proyecto que viene de lejos, con la contundencia de un pensamiento innovador enraizado en lo mejor del psicoanálisis y la filosofía, Enrique Carpintero nos entrega ahora El erotismo y su sombra. El amor como potencia de ser, texto destinado a ocupar un lugar protagónico en el campo ampliado de nuestra cultura.
Ya en 1999, anunciando el nuevo milenio, Enrique Carpintero nos sorprendió con Registros de lo negativo. El cuerpo como lugar del inconsciente, el paciente límite y los nuevos dispositivos psicoanalíticos, aquel libro teórico-clínico, piedra basal que anticipó lo que después desplegó en varias direcciones.
Si con Registros de lo negativo Enrique Carpintero irrumpió en el psicoanálisis para hacernos saber que el cuerpo habla en las fantasías, en los sueños, en los actos fallidos, en los gestos, en la afectividad que forma parte de la estructura psíquica, con La alegría de lo necesario. Las pasiones y el poder en Spinoza y Freud que apareció en 2003, nos propuso un libro organizado en base a notas editoriales publicadas en la revista Topía entre 1995 y 2002. De modo tal que el carácter ágil y flexible -contingente, si se quiere- del estilo de revista le permitió entonces imaginar y plasmar un libro tan transparente como riguroso; tan fresco como definitivo. Al cambiar la sintaxis de revista a libro; al unir y ensamblar fragmentos de un sistema complejo esas, que en el inicio fueron notas editoriales -lo que quiere decir que fueron intervenciones psicoanalíticas en los conflictos sociales-; esos textos, siendo los mismos, fueron otros: cambiaron de sentido o, mejor aún, adquirieron un sentido nuevo como soporte de un todo que al estilo de piezas de un rompecabezas encajaban perfectamente para permitirnos vislumbrar la figura mayor.
Pues bien. No es este el caso. No estamos aquí ante una