909Es notable la participación del arzobispo Rafael Valentín Valdivieso, único prelado latinoamericano que formó parte de la Comisión General del Concilio Vaticano I.
910Pío VII, Encíclica Etsi longisimo terrarum (Aunque inmensas tierras), 30 de enero de 1816, y León XII, Encíclica Etsi iam diu (Aunque nos persuadamos), 24 de septiembre de 1824. Ambos documentos pueden entenderse bien en el contexto de la restauración y de los vínculos jurídicos canónicos que enmarcaban las relaciones diplomáticas entre Roma y la corona española.
911Gregorio XVI profundizó su política misionera con varios documentos, que se constituyeron en orientación y normativa futura: el Breve Multa praeclara (21 de abril de 1838), sobre el patronato de Portugal en la India, que indicó que el patronato no era un obstáculo para la Santa Sede en la provisión de pastores, pues ella tomaba todas las decisiones necesarias para la salvación del pueblo cristiano; el Breve In Supremo (3 de diciembre de 1839), que condenó la esclavitud y la trata de negros, y la Instrucción Neminen profecto (12 de noviembre de 1845), en la cual recordaba que la expansión del cristianismo se fundó en la multiplicación de las iglesias y en la creación de clero local (indígena).
912Se usa el texto latino de la Constitución Sollicitudo Ecclesiarum transcrito del original del Archivo Congregación de Negocios Eclesiásticos Extraordinarios, Santa Sede, Archivo Colombia, 1832-1835, dossier 299, folio 51r-52v., en Apéndices Documentos, Álvaro López V., Gregorio XVI y la Reorganización de la Iglesia hispanoamericana, Tesis Gregoriana, Serie Storia Ecclesiastica, Roma, 2004.
913El ministerio ejercido hacia China comprendió el desmembramiento de la diócesis de Pekín, estableciendo vicariatos; impulsó un nuevo desarrollo de la iglesia en Estados Unidos de Norte América creando una estructura de circunscripciones y nuevas diócesis; reorganizó la iglesia en India, Oceanía y Filipinas. Los documentos pontificios relativos a América Latina y Filipinas han sido ordenados por Francisco Hernáez, Colección de Bulas, Breves y otros documentos relativos a la Iglesia de A. Latina y Filipinas, II, Bruselas, 1879.
914Oeuvres de M. Le Comte de Montalembert, ocho volúmenes, París 1860-1861.
915Sobre el Pío IX, Roger Aubert, Il Pontificado di Pio IX, Torino 19702; G. Martina, Pio IX (1851-1866); los volúmenes de G. Martina se publicaron en 1974, 1986 y 1990. Una síntesis extremadamente concisa de Roger Aubert, “La ofensiva de los Gobiernos liberales fuera de los países de habla alemana”, en Manual de Historia de la Iglesia (dirigida por Hubert Jedin), VII, Barcelona, 1978, pp. 904-930.
916El nombramiento de Vicuña como vicario apostólico no estuvo ajeno a problemas. Desde el decreto de destierro del obispo residencial Rodríguez Zorrilla se habían sucedido varios vicarios capitulares. Los cambios de vicarios se generaron por diferencias políticas entre la iglesia y el gobierno, originadas en la eventual aceptación de los candidatos por una de las partes. Estas dificultades alcanzaron incluso al nombramiento de Vicuña, quien, designado vicario apostólico por León XII en diciembre de 1828, solo en marzo de 1830 fue recibido solemnemente por el cabildo eclesiástico.
917Sobre la Misión Muzi, Giuseppe Salusti, Storia delle Missioni del Chile o Storia delle Missioni Apostoliche dello Stato del Chile, Roma 1827. Cfr. Carlos Oviedo Cavada, La Misión Irarrázaval en Roma (1847-1850), Instituto de Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago,1962. El capítulo I del estudio de Oviedo Cavada aborda críticamente la misión Muzi.
918El texto en Fernando Retamal Fuentes, Chilensia Pontificia. Monumenta Ecclesiae Chilensia, I-I, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 1998, pp. 273-283.
919O’Higgins, con el acuerdo del Senado, envió a Roma, en octubre de 1821, a Cienfuegos. En el artículo 16 de las instrucciones que llevó, se indica que “consiga de Su Santidad que las iglesias de Coquimbo, Talca, Chiloé, Osorno y Valdivia sean erigidas en catedrales, y la de Santiago, capital o corte del estado de Chile, en metropolitana”, cfr. La Provincia Eclesiástica Chilena: erección de sus obispados y división de parroquias, Herder, Friburgo, 1895, pp. 48-49.
920Informe de Manuel Vicuña a Diego Portales sobre creación de obispado de La Serena, 28 de octubre de 1836, en ANH, MI, Documentos Eclesiásticos 1818-1839, vol. 49.
921Misael Camus I., “Frecuencia y estilo de la visita pastoral en Chile. Periodo Hispánico”, en AHICH, 12, 1994, pp. 11-38.
922Misael Camus I., “La Iglesia en Chile: 1800-1840. Las herramientas de la Reforma Pastoral de Trento, que permiten enfrentar la crisis de 1810”, en Revue d’histoire Ecclésiastique, 2012, Louvain, 2012, 29 págs.
923Lista de clérigos del Obispado de Santiago (sin fecha), periodo episcopal de Rodríguez Zorrilla (1815-1832), en ANH, MI, vol. 22, fs. 152-154r. La fecha no puede ser más allá de 1824, año del exilio definitivo del obispo. El término cura empleado en el documento se refiere a los curas que trabajaban en el Instituto Nacional y a los curas particulares, es decir, a los secularizados de las órdenes religiosas. Rodríguez Zorrilla murió en Madrid, en 1832, y sus restos fueron repatriados a Chile en 1852.
924id., fs. 179a.r, y fs. 233
925id., fs. 237-238; fs. 249; fs. 250
926id., fs. 208
927Correspondencia entre Cienfuegos y el Gobierno (Santiago, 13 de octubre de 1824), en ANH, MI, vol. 22, fs. 277, 278-280. Es importante subrayar, siguiendo a Carlos Oviedo Cavada, voz Cienfuegos, en Los Obispos de Chile, 1561-1978, Editorial Salesiana, Santiago, 1996, pp. 66-67, que el nombramiento de gobernador eclesiástico no es canónicamente correcto.
928Los antecedentes están registrados en La Provincia Eclesiástica, cit., pp. 238-239.
929ANH, MI, vol. 22, fs. 284a-286r
930ídem., fs. 299.