56 Para un análisis de las mutuas influencias entre Martín Heidegger y Rudolf Bultmann, véase Alberto F. Roldán, “La fe como evento existencial escatológico en el pensamiento de Rudolf Bultmann. De la filosofía de Martín Heidegger al planteo teológico”, Franciscanum. Revista de las ciencias del espíritu, Bogotá, Universidad San Buenaventura, Año lv, N.° 160, pp. 165–194.
57 Paul Ricoeur, Fe y filosofía. Problemas del lenguaje religioso, Buenos Aires: Almagesto-Docencia, 1990, p. 222. Cursivas originales.
58 Wolfhart Pannenberg, Una historia de la filosofía desde la idea de Dios, p. 412.
59 Para un abordaje incisivo de las diferencias entre teología y ciencias sociales y la distinción entre ambas, véase David A. Roldán, “Teología y ciencias sociales. Hacia una distinción de dominios desde la teología”, http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=50411 Accedido: 17 de febrero de 2014.
60 Juan Luis Segundo, “¿Por qué ‘sumar’ Filosofía a Teología?”, en ¿Qué mundo? ¿Qué hombre? ¿Qué Dios?, Santander: Sal Terrae, 1993, p. 15.
61 Franz Rosenzweig, Lo humano, lo divino y lo mundano, trad. Marcelo G. Burello, Buenos Aires: Ediciones Lilmod, 2007, p. 144. Enseguida, el autor aclara que se trata de teólogo en un nuevo sentido; es decir, el teólogo que la filosofía exige por su cientificidad es el mismo teólogo que exige filosofía por su honestidad.
62 John D. Caputo, Philosophy and Theology, Nashville: Abingdon Press, 2006, p. 69.
Capítulo 2
El concepto kantiano del reino de Dios en La religión dentro de los límites de la mera razón
Se puede decir con fundamento “que el reino de Dios ha venido a nosotros”, aunque sólo el principio del paso gradual de la fe eclesial a la Religión universal de la Razón, y así un Estado ético (divino) sobre la tierra, haya arraigado de modo universal […]
— Emmanuel Kant
Introducción
La expresión “reino de Dios” pertenece al lenguaje teológico63, pero es también una noción que ha sido estudiada filosóficamente por pensadores como Georg W. F. Hegel64, Ernst Bloch, Jacob Taubes, Walter Benjamin y Georgio Agamben, entre otros. En El principio esperanza, Bloch cita el pasaje del evangelio en el cual Jesús se refiere al reino de los cielos como un grano de mostaza que se siembra en un campo y que, siendo la más pequeña de las semillas, crece hasta llegar a ser la más grande de las plantas y se hace árbol. (Mt 13.31 ss.). A partir de ese texto, Bloch comenta que “Jesús con su humanidad entra solo en el reino como lo único que queda por salvar, nadie más que él y nada más que él”65, y que, siendo la “cepa” y la “vid” los que constituyen el reino, equipara de ese modo el acto de fundación al contenido del mismo, de modo que “el cosmos se convierte en el instrumento, más aún, en el escenario del reino […]”.66 Por su parte, Jacob Taubes, en su tesis doctoral Escatología occidental, sostiene que la historia es dialéctica, y agrega: “El poder de lo negativo obliga a la adopción de la antítesis y aclara por qué el reino de Dios no está realizado en el nivel de la tesis”.67 También Walter Benjamin, en su conocido “Fragmento político-teológico”, hace una breve referencia al reino vinculándolo al Mesías, quien consuma toda la historia. En ese contexto, afirma, el “reino de Dios no es el telos de la dynamis histórica; no puede ser propuesto aquél como meta de ésta. Visto históricamente no es la meta, sino el final”.68 Para Benjamin, el reino no es meta a la cual la propia dinámica histórica pueda conducirnos, sino el final de la historia. Más recientemente, Giorgio Agamben ha dedicado un libro a las relaciones entre la teología y la filosofía política, titulado El reino y la gloria69, en el cual, el filósofo italiano muestra las influencias de las categorías teológicas de reino, gloria y oikonomía de la salvación en la génesis de la filosofía política occidental. Estos ejemplos muestran la importancia que la noción “reino de Dios” ha tenido en las diferentes filosofías modernas y contemporáneas. Nuestra investigación está referida al modo en que Emmanuel Kant analiza el concepto “reino de Dios” en su obra La religión dentro de los límites de la mera razón.70 Estructuraré el trabajo en los siguientes apartados. En primer lugar, analizo las relaciones que el filósofo alemán establece entre la ética y el reino; en segundo término, veo el modo en que Kant vincula a la iglesia con el reino, para, posteriormente, reflexionar sobre la manera en que Kant vislumbra la consumación de ese reino. Finalizo con unas conclusiones críticas al