No puedo explicarte esa sensación, pero sabía que no me iba a rendir, por más oscuro que todo se veía en ese momento, algo tenía que seguir haciendo.
Justo el día que me hicieron la despedida en mi trabajo antes de mudarme, una gerente y compañera de trabajo me dio como regalo de despedida un libro. Me dijo: «Creo que este libro puede ayudarte», como si supiera el camino que estaba por empezar. Se llamaba Dios usa lápiz labial, de Karen Berg.
Lo había empacado, pero no fue sino hasta casi seis meses después de estar en Nueva York que empecé a leerlo. El libro es sobre el Kabbalah y me introdujo a una nueva forma de mirar que no conocía, abriéndome una pequeña luz en esa neblina en la estaba.
El Kabbalah se centra en ser mejores personas cada día, en permanecer conectados con nosotros mismos, estar conscientes de la vida y dejar de actuar como si fuéramos robots o máquinas siguiendo patrones. Al terminar el libro me inscribí en el centro de Kabbalah de Manhattan, hice todos los cursos y hasta terminé trabajando ad honorem en el departamento de marketing.
Ese libro inició un viaje de autodescubrimiento que comparto con ustedes aquí hoy: cómo conocerme a mí misma me ayudó a tener el coraje para vivir la vida que se supone debo vivir, sintiéndome plena y en paz, y eso es no es más que una consecuencia de ser sincera con mis valores, conocerme, aceptarme y vivir alineada con lo que realmente soy.
Eso no llegó solo. Lo busqué actuando, no quedándome en la ventana viendo hacia afuera todos los días. Aunque mi proceso continuó unos cuantos años más, ese momento lo recuerdo como el primer escalón de mi escalera.
No nacemos conociéndonos. No viene en el manual. No nos conocemos simplemente creciendo y envejeciendo. Conocernos es un esfuerzo consciente, se hace con intención y propósito.
Una de las sensaciones más maravillosas que sentirás en tu vida es cuando sabes que estás floreciendo y creando a la persona que se supone debes nutrir, cuidar y hacer crecer para cumplir tu propósito aquí. Saber quién eres y qué quieres, es un principio básico para el éxito por una simple razón: porque te ofrece un camino hacia una mayor felicidad y satisfacción.
Mientras más segura estés de ti, menos te importará lo que piensen los demás, lo que se traduce en que estás recuperando el control y el poder de tu vida, es tuyo, de nadie más.
Para mí fue un camino largo y rocoso, pero hoy puedo decirte que hacerlo y no rendirme cambió mi vida por completo en todos los sentidos: mi relación conmigo, mi creatividad, mis relaciones con los demás, mi forma de ser mamá, esposa y amiga.
CONOCERTE, AMARTE Y ACEPTARTE ES TU PRIMERA FUENTE DE PODER
Esa seguridad que necesitas para tomar decisiones, para tener el valor de enfrentar tus miedos, para creer en ti, tu capacidad y tu trabajo viene de la calidad de esa relación que tienes contigo, de elegir amarte tal y como eres una y otra vez.
Desde esa elección podrás diseñar una vida donde quieres lo mejor para ti y donde te asegures de que estás entregando lo mejor que tienes en cada cosa que hagas. No mediocre. No a medias. All in.
«La única forma de brillar es sabiendo cuál es tu luz, qué tienes para dar».
No se imaginan la cantidad de mujeres talentosas, maravillosas, con ganas de triunfar que he conocido en mis cursos, talleres y en mi práctica de coaching, que no quieren o no están dispuestas a abrir esta puerta de conocerse.
Muchas lo disfrazan de excusas: «no tengo tiempo», «no sé cómo hacerlo», «más adelante cuando pase X o Y».
Es un acto de valentía. Lo más fácil en quedarte flotando en el río que llevan los demás y las circunstancias de la vida.
Yo lo veo como que es necesario sumergirte debajo del agua de vez en cuando para poder ver realmente la dirección hacia dónde debes ir, para hacer esos ajustes necesarios, para tomar el timón y ajustar tus velas y dirigirte hacia dónde quieres llegar.
También he visto y acompañado a mujeres que se han atrevido y han vivido ese proceso tan familiar para mí. Las he visto emerger empoderadas de esa neblina o como diría una de mis autoras favoritas y una de mis fuentes más grandes de inspiración Brene Brown: «Desafiando el Desierto».
Es espectacular y es un honor para mí ser testigo del proceso de autodescubrimiento y empoderamiento de estas mujeres, de ver la diferencia abrumadora en sus resultados y en sus vidas por simplemente florecer.
Con guía, preparación y acompañamiento el proceso puede ser más llevadero.
En las palabras de Louis Hay: «Descubrí que solo hay una cosa que cura todos los problemas, y es saber amarte a ti mismo. Cuando las personas comienzan a amarse más cada día, es sorprendente cómo mejoran sus vidas. Se sienten mejor. Consiguen los trabajos que quieren. Obtienen el dinero que necesitan. Sus relaciones mejoran, se resuelven sus problemas y comienzan otras nuevas».
EMPRENDIENDO EL CAMINO DE CONOCERTE MEJOR
«Conocerte a ti mismo como el ser debajo del pensador, la quietud debajo del ruido mental, el amor y la alegría debajo del dolor, es libertad, salvación e iluminación».
—Eckhart Tolle
¿CUÁNTO SABES DE TI MISMA? ¿CÓMO HACER PARA CONOCERTE MEJOR?
No podemos saber qué queremos hacer con nuestras vidas simplemente haciéndonos preguntas, estas pueden ayudarnos y darnos una luz o guía, pero al final la manera más eficiente de hacerlo es experimentando, actuando. Tenemos que salir y probar cosas. Necesitamos atrevernos y hacer de la vida nuestro laboratorio de experimentos.
ESCÚCHATE
Con el ritmo de vida de hoy escucharnos es cada vez más difícil, y desafortunadamente, no le damos el puesto que realmente merece en la planificación de nuestro tiempo en el día a día. Rara vez nos animamos a desempacar nuestros pensamientos.
Cuando tenemos una conversación con una amiga no es común que incluyamos el tratar de avanzar en el entendimiento de nuestras emociones. El coaching o la psicoterapia es un recurso que solo el 1% de la población utiliza.
Parte de aumentar el autoconocimiento de una sociedad es ayudar a que la idea de la introspección sea un poco más atractiva; debe ser un concepto tan común y aceptado como pasar un fin de semana en la playa u organizar una cena en tu casa.
Tómate el tiempo que necesitas para pasar tiempo contigo a solas, no tiene que ser necesariamente una semana de retiro, puedes empezar por una hora a la semana —o lo que te funcione en esta etapa de tu vida—, pero pon en tu agenda tener regularmente citas contigo misma.
MEDITA
«La mente es como el agua. Cuando es turbulenta, es difícil de ver. Cuando está en calma, todo se vuelve más claro».
A pesar de que nuestras mentes en teoría nos pertenecen, no siempre controlamos o sabemos lo que hay en ellas. Siempre hay ideas muy claras e inmediatas, por ejemplo, que amamos a nuestros hijos, estos pensamientos se sienten obvios sin cargarnos con incertidumbre ni presionarnos por tomar una decisión.
Sin embargo, una gran cantidad de otras ideas tienden a flotar en un estado mucho más desenfocado. Por ejemplo, podemos saber que necesitamos cambiar de trabajo, pero es difícil asumir los cambios y el costo que esto tiene.
Los pensamientos desenfocados orbitan constantemente nuestras mentes, pero desde donde estamos en ese momento, desde ese observatorio (por así decirlo), no podemos captarlos claramente. Hablamos de la necesidad de «arreglar nuestras cabezas» o de «estar al tanto de las cosas», pero no es evidente qué podemos realizar para lograrlo.
Hay una respuesta al tratar con nuestras mentes que se ha vuelto muy popular en los últimos años. Basada en las tradiciones del budismo, la práctica de la meditación se ha presentado como una solución a los problemas de nuestras mentes caóticas.
Aunque