Nos llevábamos muy mal con los de la discográfica. Teníamos un promocionero que estaba más en contra nuestra que con nosotros. Su misión era que hiciésemos entrevistas y saliésemos en la tele, y nosotros no siempre estábamos contentos con lo que nos proponían. Por su parte, lo entiendo. Éramos unos niñatos tontainas y a veces nos pasábamos un poco.
IBON ERRAZKIN: DRO vio que éramos muy poco profesionales, que no éramos un grupo dispuesto a trabajar con un mánager para tocar en todas partes, sino que íbamos sin ninguna pretensión profesional. En esa época, lo normal era dejar lo que estuvieras haciendo e intentar convertirte en un grupo profesional y hacer giras. Porque, si te iba bien, podías ganar mucho dinero.
Cuando grabamos el disco, Teresa ya llevaba dos años en Madrid y el grupo estaba más parado de lo que había estado en el 87. Y no nos pusimos las pilas para tocar. No se nos ocurrió hacernos profesionales.
TERESA ITURRIOZ: Nos reñían porque no queríamos tocar. ¡Nos reñían! ¡Como si fuera el cole!
También salimos en un programa que presentaba Jesús Hermida99 cuyo leitmotiv era algo así como «jóvenes talentos». Había un niño gitano que tocaba el piano estupendamente, una tía buena que cantaba una canción comercial… Nosotros hicimos un playback de «Un día gris».
MIGUEL STAMP: Estaba en casa una tarde y daban por televisión un programa de Hermida. Salieron Aventuras de Kirlian y llamé corriendo a Fernando100. «¡Pon la televisión ahora mismo!» Íbamos comentando el programa en directo. «¿Quiénes son estos?» «¡Ni idea!» Al final dijeron que eran de DRO. Llamé por teléfono a la compañía y me dijeron que actuaban al día siguiente en Madrid.
IBON ERRAZKIN: En Semana Santa del 90, hicimos la presentación del disco en la sala Universal de Madrid teloneando a Esclarecidos.
TERESA ITURRIOZ: ¡Y casi no tocamos! Era nuestro primer concierto en Madrid. Se había alargado la prueba de Esclarecidos y no pudimos probar. El que organizaba aquello dijo que no podíamos salir. Estuvimos dudando, porque nos habían tenido tres días ensayando, pero los de DRO no nos animaban nada.
IBON ERRAZKIN: Decían que era mejor que no tocásemos porque iba a sonar muy mal y sería peor para el grupo, que daría mala imagen. Pero Esclarecidos nos animaron a salir. Además, ese año llevábamos un quinto miembro haciendo coros o tocando una segunda guitarra y ese día vino Pez.
TERESA ITURRIOZ: Estábamos llorando y de repente dijimos, «¡vamos a salir!». Y subimos al escenario desde donde estaba el público. Además, con dificultad por mi parte porque estaba muy alto y yo soy bajita.
IBON ERRAZKIN: A ese concierto vinieron Manolo, Miguel y Fernando del fanzine Stamp; Mateo y Manuel, que montarían Siesta… Toda la gente que estaba en el rollo indie que nacía. Se habían comprado el disco de Aventuras. No eran muchos, pero después del concierto conocí a toda esta gente.
MIGUEL STAMP: A Esclarecidos ya los habíamos visto cuarenta veces. Nosotros fuimos a ver a Aventuras. Y todo lo que esperábamos escuchar estaba allí. Era un grupo precioso, nada pretencioso, un grupo fresquísimo, con un sonido amateur y unas canciones preciosas. Las típicas canciones minimalistas de minuto y medio que… ¡oh! Era el espíritu de Cherry Red, era Everything But The Girl en su esencia, era Marine Girls mezclado con Edwyn Collins. Era un grupo completamente cándido. Buscábamos un grupo así, y fue incluso mejor de lo que esperábamos.
Fuimos a hablar con ellos porque los pobres no conocían a nadie en Madrid. Ellos nos presentaron a Aramburu.
MATEO GUISCAFRÉ: Era un grupo totalmente anacrónico. Alejo Alberdi regalaba singles a todo el mundo. No había modo de colocar ese producto.
ALEJO ALBERDI: Yo había comprado quince discos que pagué de mi escuetísimo royalty para repartir a algunas personas porque la promoción fue ridícula. Lo más fuerte es que el día del concierto con Esclarecidos, los de DRO se dejaron en la sala un taco de discos. Era una desidia absoluta por parte de la compañía. Y me los llevé.
IBON ERRAZKIN: En cuanto pasó la promoción y fuimos a los cuatro canales autonómicos, terminó el contacto con DRO. Tampoco buscábamos tocar en directo. A mí lo que me hacía ilusión era sacar discos. Teníamos una discográfica y para mí eso era un triunfo. Empezamos a grabar nuevas maquetas y a los pocos meses fuimos a DRO. En nuestra ceguera, íbamos con la idea de que Stuart Moxham, de Young Marble Giants, nos produjera el segundo disco. Nos miraban como diciendo, «¿estos en qué mundo viven?». Escucharon las nuevas canciones y dijeron, «no nos gusta la dirección que estáis tomando». En realidad no era ninguna dirección distinta. Era, básicamente, el primer disco de Le Mans.
Fue una época mala para el grupo. Era tan difícil grabar un disco que, cuando finalmente sale, piensas, «qué bien, ahora podremos sacar discos». De repente, la compañía pasa de ti y vuelves a dónde estabas, desilusionado porque has conocido la industria de cerca y ves que no encajas. A los meses de sacar el disco, DRO ya no quería saber nada de nosotros. Nos dijeron que, si queríamos la carta de libertad, nos podíamos ir. Y nos fuimos.
ÚLTIMAS ALEGRÍAS EN MADRID Y GIJÓN
IBON ERRAZKIN: Los de Stamp nos entrevistaron y recibimos muchas cartas de fans de Aventuras que vieron mi dirección en el fanzine. Hablo de decenas; era algo muy underground. Terry Cuatro nos habían escrito diciendo que les gustábamos y nos mandaron el single de «Cabeza cuadrada». Juan de Pablos lo ponía mucho. Ellos también habían estado en DRO. Grabaron un maxi y les echaron en seguida. Juan de Pablos también puso mucho nuestro disco y usó de cortinilla la instrumental «Todo otra vez».
JOAQUÍN FELIPE SPADA: Un día, en el programa de Juan de Pablos, oí «Un día gris» de Aventuras de Kirlian. Y yo, «¡qué es esto! ¡Qué me estoy perdiendo!». Se casaba un amigo en San Sebastián y lo oí en el coche, camino de la boda. Llegué a la despedida de soltero y le dije a mi amigo, «tenéis aquí a un grupazo que se llama Aventuras de Kirlian». Me preguntó, «¿te gusta eso? ¿De verdad?». Y me presentó a Ibon, que estaba en esa fiesta. Ibon ya me dijo ese día que se iban a cambiar el nombre: «Todo el mundo sabe qué es Le Mans y estamos hartos de dar explicaciones sobre el significado de Aventuras de Kirlian».
IBON ERRAZKIN: Volvimos a Madrid a actuar en una fiesta de Stamp en Siroco101. Tocamos con El Viaje de las Flores, un grupo en plan Primitives, y ahí noté un cambio. El público ya era el de Aventuras, no el de Esclarecidos. Mucha gente se sabía las canciones. Ya era el ambiente de un concierto indie. Ese concierto nos dio la sensación de que sacar ese disco había valido la pena: habíamos llegado a alguien.
Aun así fue una época de desencanto. Pensábamos, «no hay público para esto». Stamp nos llamaban para una fiesta, íbamos y tocábamos. Estas cosas te daban subidón. Pero luego volvía a Donosti, Teresa estaba en Madrid y… No teníamos muchos alicientes.
LUIS CALVO: Estuvimos en la fiesta Stamp, pero antes de eso ya había hablado con Ibon. Ya tenía el disco, me gustó y le escribí. Luego descubrí que él me había distribuido el fanzine y algunas cintas por Donosti.
IBON ERRAZKIN: Luis ya estaba muy en contacto con grupos ingleses. En Discoplay102 vendían el casete de Aventuras de Kirlian muy rebajado de precio, por ciento cincuenta pelas o así, y él compró veinte copias para tener algo que enviar a los grupos ingleses. Siempre le decían, «¡mándanos algo español!», y él decía que por fin tenía algo que mandar al extranjero.
LUIS CALVO: Aventuras de Kirlian es un germen muy claro del lado más pop del indie español. Mucha gente habla de Surfin’ Bichos, pero yo no los escuchaba y para mí no era lo mismo. Otra gente nombra a Cancer Moon, a Lagartija Nick, a Los Bichos… Todo eso no dejaba de tener una conexión con Malasaña y el rock and roll. Eso era otro