El proyecto MARC fue desarrollado por un grupo de bibliotecas seleccionadas junto con la del Congreso entre los años 1965 a 1968, cuando publicaron sus resultados y distribuyeron las primeras cintas con registros a prueba. Siendo un proyecto muy exitoso requería todavía de algunas precisiones y por ello fue lanzada una segunda etapa del mismo denominada MARC II. Esta segunda fase continuó expandiéndose durante la primera mitad de la década de los setenta. A partir de 1968, la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos produjo todos sus registros catalográficos en formato MARC simultáneamente con la versiones en papel o cartón de ese entonces. En ese año, la Biblioteca del Congreso comenzó a ofrecer y distribuir regularmente cintas magnéticas de computadora con los nuevos registros a las bibliotecas que lo solicitasen. Por lo mismo, en ese año comenzó a publicar los manuales correspondientes para que las bibliotecas supieran cómo interpretar y convertir los registros electrónicos nuevamente hacia fichas catalográficas (Library of Congress 1968). A principios de los setenta encargó a una empresa la conversión de todas sus tarjetas catalográficas existentes en su catálogo previas a ese año hacia una versión en formato MARC para tener completo todo su catálogo en ese formato. A partir de 1980, la Biblioteca del Congreso ya no agregó tarjetas de cartón a su catálogo manual, el cual quedó estático desde entonces con veintidós mil cajones y veintidós millones de tarjetas catalográficas.
Por su parte, la Biblioteca Británica también tomó interés por estos tópicos y, partiendo de las recomendaciones de los estudios originales, inició su propio proyecto para sistematizar la Bibliografía Nacional Británica, BNB MARC o British National Bibliography with Machine Readable Cataloguing. Esa organización siguió muy de cerca, colaboró en el proyecto estadounidense y llegó a conclusiones muy parecidas. Posteriormente, cuando la Biblioteca Británica decidió continuar con su propio proyecto MARC, colaboró muy de cerca en la
|
Computadora UNIVAC, en la sala de exhibición de la American library Association durante la Fería Mundial de Nueva York, 1964 - 1965. © Copyright American Library Assosiation. This document mat be reprinted and distributed for non-commercial and educational purposes only, and not for resale. |
segunda fase MARC II en un esfuerzo por satisfacer los requisitos de ambos sistemas bibliotecarios. Esta cooperación rindió frutos a largo plazo: ambos reconocieron la conveniencia de un formato común de intercambio y la importancia de que los dos países coincidieran en una norma. No sólo sería posible intercambiar registros legibles por máquina entre Estados Unidos y el Reino Unido, sino que también se abriría el camino para que otros países siguieran el ejemplo y desarrollaran sus propios proyectos MARC, lo que reduciría los costos de catalogación para ellos y para la Biblioteca del Congreso (Avram 2003, 1720). En 1969, ambos países propusieron y lograron en sus respectivos institutos de estándares —el American National Standards Institute (ANSI) y el British Standards Institute (BSI)— la adopción del estándar MARC II.11 Con el tiempo, ese estándar llegóa nivel internacional con su adopción por parte de la oficina International Organization for Standardization (ISO) como el estándar ISO-2709-1973. Esta estandarización creó el ambiente ideal para que muchos países comenzaran sus planes para el desarrollo de sistemas MARC propios (Avram 2003, 1720). Entre estos países, se encontraba México.
En 1967, los rectores de las instituciones de enseñanza superior del estado de Ohio, Estados Unidos, decidieron fundar un centro computarizado común que diese servicio de fabricación y distribución de tarjetas a todas las bibliotecas de esas escuelas con el fin de reducir costos. Se creó así el Ohio College Library Center (OCLC). El primer centro de cómputo de esta organización estuvo en el Centro de Investigación de la Universidad Estatal de Ohio y sus primeras oficinas se ubicaron en la Biblioteca Principal de esa universidad en la ciudad de Columbus. En poco tiempo, se volvió un exitoso centro regional que daba servicio a 54 instituciones académicas de ese estado. Con la disponibilidad regular de las cintas de la Biblioteca del Congreso, a partir de 1971 el proyecto se consolidó exitosamente y se convirtió en el gran productor y distribuidor de tarjetas catalográficas de Ohio y un caso práctico de gran éxito del uso de grandes computadoras para ese propósito. En 1977, los miembros de la organización adoptaron cambios en la estructura de gobierno que permitieron a las bibliotecas fuera de Ohio hacerse miembros y participar en el proyecto y el servicio; se hacían de un proyecto muy rentable económicamente. En 1981, la corporación se convirtió en Online Computer Library Center, Inc. (OCLC), una empresa privada con participación
|
Henriette Avram presenta una cinta magnética con 9,000 fichas bibliográficas a Richard Coward de la Bibliografía Nacional Británica. 1967. Fuente: “American Libraries”, Octubre 1989. © Copyright American Library Association. This document may be reprinted and distributed for non-commercial and educational purposes only, and not for resale. |
|
Sótano de la Biblioteca del Congreso de los EUA. Pasillos con los antiguos catálogos en papel. 22,000 cajones con 22 000,000 de tarjetas catalográficas acumuladas hasta 1980. Dominio Público. |
universitaria que sigue brindando servicios de información a bibliotecas hasta la fecha (Rosenheck 1997, 1-7). Su departamento de producción de tarjetas llegó a su máximo en 1985, año en el que produjo 131 millones de tarjetas, ocho toneladas por semana. A partir de ahí, la producción fue declinando año con año con el advenimiento cada vez mayor de los catálogos en línea. Imprimió sus últimas tarjetas en 2015. Según la empresa, en toda su trayectoria imprimió cerca de mil novecientos millones de tarjetas (Leopold 2015).
OCLC no sólo tuvo éxito en la fabricación de tarjetas catalográficas; también en la recuperación de información bibliográfica en línea. En 1970, comenzó a entregar servicios a 35 bibliotecas basado en el entonces novedoso concepto de tiempo compartido.12 El equipo original para ello fue un mainframe o gran computador central Sigma 5 de Scientific Data Systems” (SDS), y la terminal estándar necesaria para las bibliotecas usuarias era una Irascope modelo RTE con pantalla CRT; esto es, Catodic Ray Tube o Tubo de Rayos Catódicos, conocido comúnmente como “cinescopio”. Esa moderna terminal fue diseñada por Spiras Systems a pedido de OCLC para sus funciones. Dado que las redes de telecomunicaciones eran sumamente rudimentarias en ese entonces, el enlace se hacía por medio de una línea telefónica rentada por la biblioteca usuaria en forma exclusiva para conectar la terminal con el computador central. Las bibliotecas pagaban a OCLC una membresía anual y luego un pago con tarifa preferencial por cada material encargado.
Con esa infraestructura, sumamente avanzada para su época, las bibliotecas asociadas podían realizar sus procesos de adquisiciones, ordenar juegos impresos de tarjetas catalográficas, producir bibliografías, etcétera; algo inédito en su tiempo. Para 1979, el sistema se había migrado a un mainframe mucho mayor, una Xerox Sigma 7, seis equipos Xerox Sigma13,